domingo, 2 de enero de 2011

¿Cómo reconocer si es adict@ a las compras?

En tiempos en los que hacerse acreedor de ciertos productos se reconoce como un símbolo de estatus, no falta quien gasta más de lo que puede o compra lo que no necesita.

Cómo reconocer a un comprador compulsivoSi cuando tiene algo de dinero no puede evitar gastarlo, compra cosas que a veces no le muestra a nadie porque se siente culpable, se hace de productos que no necesita, o suele comprar de manera impulsiva, ésta nota será de su interés.

Es que si se reconoce en todas estas afirmaciones tal vez sea hora de plantearse que puede ser un adicto a las compras.

El diario El Mundo publicó que compras compulsivas y no planificadas, de artículos que el comprador no necesita, por un importe que supera las posibilidades económicas de quien las adquiere y le llevan a endeudarse, o con el objetivo de mejorar su autoestima a través de los productos que adquirió podrían ser las características que definen a un adicto a las compras.

Otra de las particularidades es que se trata de un trastorno que a menudo no se percibe como tal.

“Por nuestros valores sociales, ciertos productos se reconocen como un símbolo de estatus: cuanto más tienes, más sos”, señaló el psicólogo José Antonio Molina, especialista en adicciones y director del centro Psicohealth.

Por eso, y más en estas fechas navideñas, los adictos a las compras pueden tratar de autojustificarse más fácilmente (“si todo el mundo gasta de más…”).

Cómo reconocer a un adicto

Para diferenciar los excesos propios de las compras navideñas de una verdadera adicción, Molina destacó varios puntos. “Lo primero es una cuestión temporal.

Probablemente si nos diagnosticasen ahora, muchos de nosotros saldríamos adictos a gastar, al alcohol, comedores compulsivos, pero el consumo abusivo debe mantenerse en el tiempo para considerarse adicción“, aclaró en primer lugar.

La segunda característica de esta adicción es que tenga consecuencias negativas para quien la practica, y aún así la mantenga.

“Recuerdo el caso de un paciente que cobraba un subsidio de poco más de 400 euros, le pasaba una pensión a su ex mujer de unos 200 y aún así se había gastado más de 300 en un día en ropa de marca”, contó el especialista del Colegio madrileño de Psicólogos.

El doctor Javier Garcés, presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, detalló que “el problema empieza con pequeños desajustes con la tarjeta de crédito y acaba en la quiebra”.

Igualdad entre hombres y mujeres

Si bien el imaginario popular indicaría que las mujeres son las mayores adictas a las compras, en realidad la diferencia está sólo en el tipo de productos que adquieren unas y otros.

“Las mujeres se inclinan más por las joyas, la lencería o los cosméticos; mientras que los adictos varones compran móviles, informática, tecnología…”, señaló Molina.

“Una cosa es que a las mujeres les guste más ir de compras y otra muy distinta es que sean más adictas”, diferenció Garcés, profesor de Psicología del Consumidor.

De hecho, en el estudio europeo que él coordinó entre 1997 y 2000, las diferencias que se observaron no fueron una cuestión de género, sino de edad: “Las generaciones más jóvenes son cada vez más consumistas que sus predecesores.

Nadie mayor de 65 años tiene problemas de adicción a las compras; mientras que los jóvenes de 16-17 años crecieron ya educados en el consumo, sin ninguna sensación de riesgo”.

Como todos los adictos, también los ‘shopaholics’ (tal el nombre en inglés) se pueden recuperar de su problema. Aunque el primer paso que deben dar es reconocer que tienen un trastorno; “de momento, como en otros diagnósticos ‘nuevos’, como la adicción a Internet, no existe todavía tradición de acudir a un profesional”, destacó Molina.

Una vez valorado el trastorno, las técnicas conductuales de control de los impulsos y las cognitivas (para huir del autoengaño) pueden ayudar a desengancharse. Aunque en los casos más graves podría ser necesario recurrir a algún psicofármaco.

Como aclara el doctor Garcés, es importante saber que los adictos no disfrutan con las compras, sino que “sienten culpabilidad”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario