sábado, 26 de junio de 2010

El gobierno de Gran Bretaña limitará el número de inmigratntes en su territorio, Reino Unido

El gobierno del conservador David Cameron, se propone poner un tope temporal al número de inmigrantes admitidos en el Reino Unido antes de que se fije el próximo año un límite permanente.

La ministra del Interior, Theresa May, limitará a 24.100 la cifra de inmigrantes de aquí al próximo mes de abril (de 2011), informa la BBC. Ese tope provisional tiene como objetivo evitar que se produzca una llegada masiva de inmigrantes a este país antes de que en marzo del año que viene el tope provisional se convierta en definitivo.

En su manifiesto electoral, el Partido Conservador de David Cameron, se comprometió a restringir la inmigración.

En su manifiesto electoral, el Partido Conservador, se comprometió a restringir la inmigración, un compromiso que han tenido que aceptar sus socios de gobierno liberal-demócratas. Algunos políticos conservadores consideran, pese a todo, que el establecimiento de tales límites puede terminar perjudicando a la economía, como argumentan, por su parte, muchos empresarios.

La titular del Interior anunciará la nueva medida el próximo martes, cuando lanzará al mismo tiempo un proceso de consultas antes de decidir cuál será el tope definitivo.

Durante la campaña para las elecciones, Cameron, anunció su intención de rebajar de cientos de miles a decenas de miles la cifra de inmigrantes admitidos. La oposición laborista acusa a los conservadores de demagogia porque en realidad muy pocos de los trabajadores admitidos vienen de fuera de Europa.

La política multicultural que tradicionalmente aplicó Reino Unido respecto a los inmigrantes está siendo modificada desde hace un tiempo con pequeños cambios legislativos que denotan una preocupación por la identidad (una preocupación más presente en otros países europeos, como Francia).

El debate sobre la inmigración planeó sobre la reciente campaña electoral y los tres líderes, el actual presidente Cameron, el liberal Nick Clegg y el laborista -el ex presidente del gobierno- Gordon Brown, expresaron posiciones divergentes. De los tres, el que se mostró más flexible con la inmigración fue Clegg, que ahora tiene que aceptar las propuestas de los conservadores, sus socios de gobierno.

En este sentido, y hace apenas unas semanas, se supo que los inmigrantes extracomunitarios que se casen con ciudadanos británicos tendrán que demostrar conocimientos básicos de inglés antes de conseguir un permiso de residencia. Fuente: EFE

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