viernes, 17 de junio de 2011

Periodistas y militares opositores espíados por el gobierno de Hugo Chávez

El Nuevo Herald, es la Inteligencia cubana la encargada de hacer esa tarea. Obtienen direcciones de e-mail, contraseñas y hasta números de IP.

El diario El Nuevo Herald de Miami obtuvo un listado de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) venezolana en la que figuran datos digitales de cientos de personas, en su mayoría periodistas, políticos de partidos opositores, activistas, militares y diplomáticos radicados en el extranjero.

La nómina, que corresponde a 2005 y 2006, incluye al candidato presidencial Antonio Ledezma, el ex gobernador Osvaldo Alvarez Paz, la diputada María Corina Machado, el Secretario Ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), en Miami, Pedro Mena, entre otros políticos.

"Esto es normal. Ellos controlan todo eso", señaló a ese periódico el ex comisario de la antigua Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), Johan Peña, quien vive en Miami.

Esas "operaciones son realizadas desde las instalaciones de la DIM, pero son completamente controladas por cubanos", explicó.

Añadió que las actividades de espionaje cibernético fueron inicialmente realizadas por integrantes de la DIM, pero en los últimos años la tarea fue pasando a agentes cubanos, que cuentan con tecnología más adecuada.

Pero ésa no es la única explicación: según Peña, el Gobierno considera que el personal venezolano es incapaz de mantener secreta la información recaudada.

"En Venezuela, todos los correos electrónicos de la oposición están siendo monitoreados por el Gobierno", aseguró Rafael Poleo, dueño del diario El Nuevo País y de la revista Zeta.

Su nombre no aparece en el listado, pero un correo electrónico enviado recientemente a su hija fue publicado un sitio de Internet oficialista, lo que prueba que había sido interceptado.

El de Poleo no es un caso aislado. La presidente de la Venezuela Awareness Foundation, Patricia Andrade, es otro ejemplo.

Varios de sus correos electrónicos fueron interceptados por funcionarios del Gobierno, quienes intentaron usar esa información para desacreditarla a ella y a la fundación, que se dedica a la protección de los derechos humanos. Su nombre sí aparece en la nómina.

Andrade no se mostró sorprendida. Al contrario, recordó que, en 2006, el ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacón, admitió que la organización era espiada.

"El propio Chacón dijo en una rueda de prensa que tenía todos los correos electrónicos interceptados y, no contento con eso, se los mostró a los periodistas", recordó.

De acuerdo a Pena, aunque la nómina obtenida por El Nuevo Herald es de varios años atrás, esa base de datos es actualizada constantemente, por lo que la información que poseen Caracas y la Habana es muy superior a la conocida.

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