Un grupo de generales retirados de los Estados Unidos pide que se erradique la comida chatarra del Ejército porque los nuevos reclutas llegan fuera de estado y no soportan el entrenamiento.
El documento de los oficiales, titulado Too fat to fight (Demasiado gordos para combatir) es un grito de alarma (Ver Documento relacionado).
Advierte que según datos del Departamento de Defensa, "un alarmante 75% de todos los jóvenes estadounidenses de entre 17 y 24 años son incapaces para unirse al ejército porque fracasaron en la secundaria, tienen antecedentes criminales o son físicamente inaptos".
Y la principal causa médica por la cual los aspirantes no califican para hacer el servicio militar "es el sobrepeso o la obesidad", dicen.
"Como generales, almirantes y otros altos oficiales retirados de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, sabemos de primera mano que la seguridad nacional debe ser la primera prioridad de nuestro país", pero lamentablemente, agregan, "hoy en día, conscriptos con excelentes perspectivas, algunos de ellos de familias con genuina prosapia militar, se ven rechazados por el solo hecho de tener sobrepeso".
A continuación, los altos jefes proponen para los soldados un entrenamiento adecuado y una dieta equilibrada.
En consonancia con esto, un artículo del diario estadounidense The New York Times detalla los cambios introducidos en la preparación física de los jóvenes aspirantes a soldados para ayudarlos a recuperar la línea. Contra lo que podría pensarse, el programa no incluye ejercicios más enérgicos sino prácticas que se parecen más a los de Pilates o yoga.
Este nuevo programa deportivo ya está en funcionamiento desde este año en cinco centros de reclutamiento del ejército que reciben a un total de 145.000 aspirantes cada año. Lo que se busca es limitar el riesgo de lesiones y heridas y preparar gradualmente a los soldados para los rigores del combate.
"Los hombres que recluta hoy el ejército no están en tan buena condición física como antes", admitió el general Mark Hertling, a cargo del entrenamiento en el primer año, al New York Times.
El sobrepeso es la primera causa del rechazo de los candidatos. Y el problema se agrava cada año. El informe de los generales y almirantes retirados, dice que "entre 1995 y 2008, el número de reclutas que fracasa cada año en su examen físico por sobrepeso aumentó casi un 70%".
El porcentaje de aspirantes que fracasó en los ejercicios más elementales pasó de 4% en 2000 a más de 20% en 2006.
Los candidatos verdaderamente obesos o en muy mala condición física son directamente rechazados, pero aún los que son aceptados están en un estado peor de lo acostumbrado, como resultado de la combinación de la comida chatarra con los juegos virtuales, además de la reducción del tiempo dedicado a la gimnasia en la escuela.
Esos son los déficits que el nuevo programa de entrenamiento trata de paliar, con ejercicios que den mayor flexibilidad y equilibrio además de reforzar abdominales y lumbares.
Según el New York Times, algunos ejercicios recuerdan a los programas de adelgazamiento que se dictan de DVD o por televisión. Fuente: Reuters
El documento de los oficiales, titulado Too fat to fight (Demasiado gordos para combatir) es un grito de alarma (Ver Documento relacionado).
Advierte que según datos del Departamento de Defensa, "un alarmante 75% de todos los jóvenes estadounidenses de entre 17 y 24 años son incapaces para unirse al ejército porque fracasaron en la secundaria, tienen antecedentes criminales o son físicamente inaptos".
Y la principal causa médica por la cual los aspirantes no califican para hacer el servicio militar "es el sobrepeso o la obesidad", dicen.
"Como generales, almirantes y otros altos oficiales retirados de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, sabemos de primera mano que la seguridad nacional debe ser la primera prioridad de nuestro país", pero lamentablemente, agregan, "hoy en día, conscriptos con excelentes perspectivas, algunos de ellos de familias con genuina prosapia militar, se ven rechazados por el solo hecho de tener sobrepeso".
A continuación, los altos jefes proponen para los soldados un entrenamiento adecuado y una dieta equilibrada.
En consonancia con esto, un artículo del diario estadounidense The New York Times detalla los cambios introducidos en la preparación física de los jóvenes aspirantes a soldados para ayudarlos a recuperar la línea. Contra lo que podría pensarse, el programa no incluye ejercicios más enérgicos sino prácticas que se parecen más a los de Pilates o yoga.
Este nuevo programa deportivo ya está en funcionamiento desde este año en cinco centros de reclutamiento del ejército que reciben a un total de 145.000 aspirantes cada año. Lo que se busca es limitar el riesgo de lesiones y heridas y preparar gradualmente a los soldados para los rigores del combate.
"Los hombres que recluta hoy el ejército no están en tan buena condición física como antes", admitió el general Mark Hertling, a cargo del entrenamiento en el primer año, al New York Times.
El sobrepeso es la primera causa del rechazo de los candidatos. Y el problema se agrava cada año. El informe de los generales y almirantes retirados, dice que "entre 1995 y 2008, el número de reclutas que fracasa cada año en su examen físico por sobrepeso aumentó casi un 70%".
El porcentaje de aspirantes que fracasó en los ejercicios más elementales pasó de 4% en 2000 a más de 20% en 2006.
Los candidatos verdaderamente obesos o en muy mala condición física son directamente rechazados, pero aún los que son aceptados están en un estado peor de lo acostumbrado, como resultado de la combinación de la comida chatarra con los juegos virtuales, además de la reducción del tiempo dedicado a la gimnasia en la escuela.
Esos son los déficits que el nuevo programa de entrenamiento trata de paliar, con ejercicios que den mayor flexibilidad y equilibrio además de reforzar abdominales y lumbares.
Según el New York Times, algunos ejercicios recuerdan a los programas de adelgazamiento que se dictan de DVD o por televisión. Fuente: Reuters
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