Nueva sección de insuficiencia Cardíaca
Dará seguimiento, en el área de internación y en el abordaje ambulatorio, a las personas que ingresan en el HUA con cuadros de insuficiencia cardíaca.
Esta enfermedad suele ser un problema de salud crónico y gradual –aunque también puede presentarse en forma súbita y aguda– caracterizado por un conjunto de síntomas que disminuyen la calidad de vida.
Unas 23 millones de personas padecen Insuficiencia Cardíaca (IC) en todo el mundo, siendo esta la primera causa de internación en mayores de 65 años. Este trastorno crónico incapacita al corazón para bombear suficiente sangre como para satisfacer la necesidad de oxígeno y nutrientes del organismo.
De manera que este síndrome (pues se trata de un conjunto de síntomas y signos) no impide que el corazón trabaje, pero atrofia la fuerza de contracción de este músculo, con lo cual la sangre no puede ser impulsada correctamente a la circulación general, o bien se acumula en otros órganos como los pulmones o el hígado.
“Generalmente, la IC es la expresión de una enfermedad cardíaca avanzada, razón por la cual se desarrolla en pacientes previamente afectados. No obstante, también puede ocurrir de manera más o menos brusca en personas que estando sanas presentan alguna afección aguda y grave del corazón como un infarto (por obstrucción de alguna de las arterias coronarias) o una miocarditis (inflamación del músculo cardiaco)”, explicó la Dra. María Estela Tettamanti, médica a cargo de la nueva Sección de Insuficiencia Cardíaca del HUA, dentro del Servicio de Cardiología que dirige el Dr. Domingo Turri.
“Potencialmente todos podamos padecer IC en algún momento, pero, debido a que la expectativa de vida crece cada vez más, y teniendo en cuenta que las patologías que pueden afectar y debilitar al corazón –como por ejemplo el colesterol y la presión arterial elevada o la diabetes– son más frecuentes después de una determinada edad, la IC se da sobre todo en mayores de 65 años”, admitió la especialista.
En este sentido, debido a que por lo general se abordan pacientes que pueden padecer otros problemas, resulta vital contar con especialistas: “Uno de los aspectos positivos de las secciones y unidades de Insuficiencia Cardíaca es que conciben la atención del paciente como un todo, como un proceso continuo; en contraposición a lo que ocurre en las especialidades amplias que suelen tomarlo de manera fragmentada”, detalló Tettamanti.
“Contar con expertos en un determinado tema permite realizar un seguimiento altamente especializado y a su vez brindar el mejor tratamiento disponible, individualizado según las necesidades de cada paciente”, agregó la Dra.
Sintomatología y complicaciones
“Los ahogos, la falta de aire y la tos producida por la sangre acumulada en los pulmones, así como también la fatiga, la debilidad, la falta de apetito y la hinchazón de las piernas son sólo algunos de los síntomas que caracterizan a la IC y que provocan una notable disminución de la calidad de vida de quienes la padecen”, enumeraron los especialistas consultados.
“No se trata sólo de no poder hacer ejercicio, sino que en un determinado momento resulta difícil cumplir con las actividades cotidianas pues los síntomas pueden desarrollarse aún en reposo, es decir, mientras se está sentado en una silla.
Además, las personas con IC también tienen un riesgo aumentado de morir por arritmias graves y eventualmente por cualquier situación médica que los descompense, ya sea una infección respiratoria, transgresiones dietéticas, ingesta excesiva de sal o abandono de la medicación”, refirieron Turri y Tettamanti.
Una sección específica
Debido a múltiples estudios se sabe que el seguimiento exhaustivo y específico de los hombres y las mujeres con IC es sumamente beneficioso pues evita una gran cantidad de hospitalizaciones, al mismo tiempo que mejora la calidad de vida. También posibilita el acceso a tratamientos de alta complejidad en el momento adecuado, optimizando así los resultados de los mismos.
Por esa razón y a imagen de lo que ocurre en otros centros del mundo, en una primera instancia, el Hospital Austral dispuso la formación de una sección específica conformada por al menos dos profesionales de salud: un médico cardiólogo especializado en IC y Transplante Cardiaco, y uno del área enfermería. A su vez, para una instancia posterior está planificada la conformación de una Unidad.
La principal tarea de este equipo será dar atención a los pacientes que lleguen derivados de los servicios de Cardiología (la mayoría), aunque también de Medicina Interna u otros.
“El número de profesionales implicados aumenta en función del volumen de trabajo y la cantidad de pacientes en seguimiento. Los roles son complementarios dado que la tarea de uno no es completa sin el otro. Por ejemplo, los enfermeros son profesionales altamente capacitados para tratar con los pacientes y además suelen ser quienes más tiempo pasan junto a ellos durante una hospitalización”, sostuvo la especialista.
“La relación entre ambas partes -continúa la Dra. Tettamanti- constituye uno de los pilares o preceptos de las Unidades de IC, ya que su funcionamiento está basado en la enfermería y las principales funciones que cumplen sus expertos Son puntos fundamentales la educación especifica sobre la patología que tienen, tanto como el conocimiento sobre las pautas de autocuidado (ya sea durante la internación o en la fase ambulatoria)”.
Por su parte, el médico especialista será el encargado de supervisar la tarea de los enfermeros, mas allá de realizar su labor profesional habitual, también durante la hospitalización y cuando los pacientes se van a sus casas.
Es en esa fase cuando comienzan a pautarse consultas a intervalos convenidos según las necesidades de cada paciente (no todos se benefician del mismo tratamiento, de ahí la importancia de contar con unidades específicas), siendo por lo general más frecuentes en la primera etapa, apenas se realizó el diagnóstico.
Algo más sobre la Insuficiencia Cardíaca
“No existe aún un registro nacional único -que sería la mejor forma de conocer nuestra realidad, por eso los datos con los que contamos provienen de publicaciones de registros pequeños, generalmente de centros privados de distintos lugares del país, y posiblemente no reflejan la realidad del resto del territorio”, afirmó la Dra.
Sin embargo, a nivel global, las cifras procedentes de países como Estados Unidos o Europa muestran que unos 23 millones de personas padecen IC en todo el mundo, siendo esta la primera causa de internación en mayores de 65 años. Fuente: Hosp. Univ. Austral
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