Detrás de un vidrio blindado, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y el ex mandatario George W. Bush participaron de la ceremonia en la Zona Cero de Nueva York. Se conmemora el décimo aniversario del ataque al World Trade Center y al Pentágono.
Durante la jornada se honrarán a los más de 3.000 muertos. A las 13, hora local, se oirán sirenas en todo el país. Vea más sobre este tema en nuestra sección especial.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, abrió el acto y aseguró que desde los atentados los ciudadanos estadounidenses nunca podrán olvidar lo que pasó en la Zona Cero.
"Hemos compartido palabras y silencios desde entonces", afirmó. Luego, convocó a realizar el primer minuto de silencio en coincidencia con el horario del choque del vuelo 11 contra la Torre Norte, para recordar a "todos los que fallecieron" en el ataque terrorista.
El ex presidente Bush pronunció una breves palabras para recordar el 11-S y leyó una carta que, en 1864, escribió Abraham Lincoln a una mujer, Lydia Bixby, cuyos hijos murieron en la guerra civil. "Estarán en el altar de la libertad", citó.
Al finalizar su discurso, y antes de continuar con las lecturas de los familiares de las víctimas del atentado, se realizó el segundo minuto de silencio por el impacto del vuelo 175 contra la Torre Sur.
Tras el acto en Nueva York, el presidente Obama se trasladó a Pensilvania para honrar a las víctimas del vuelo 93, el cuarto avión secuestrado el 11 de septiembre de 2001. El mandatario y su esposa dejaron un arreglo floral para recordar a las víctimas.
A su turno, el almirante Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, recordó a las 184 víctimas mortales que se encontraban en el Pentágono en el momento en que se estrelló el tercer avión.
Por su parte, el secretario de Defensa, Leon Panetta, afirmó que "no hay palabras para aminorar el dolor que sienten los sobrevivientes y los familiares de las víctimas".
"Nos comprometemos a nunca olvidar al enemigo que nos hizo esto, nunca dejaremos de luchar contra él para que esto no vuelva a suceder", señaló y agregó: "Hoy somos un país más fuerte y más seguro".
El ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, dio palabras de ánimo a las víctimas y sus familiares. "Hay momentos para todo en la vida, momentos de muerte y momentos de paz", dijo.
Más temprano, el primer mandatario estadounidense, Barack Obama, recorrió la zona del Ground Zero, lugar del Memorial del 11-S, a diez años del atentado a las Torres Gemelas.
Obama y su esposa Michelle aterrizaron en el aeropuerto de John F. Kennedy de Nueva York esta mañana, para participar en los actos conmemorativos que llevados a cabo hoy tras meses de preparativos, y en el marco de un fuerte operativo de seguridad.
En situación de máxima vigilancia por temor a un atentado, los Estados Unidos rinden homenaje a los casi 3 mil muertos que dejó la tragedia, que la principal potencia económica y militar mundial busca dejar atrás de una vez por todas.
En una rara imagen de unidad, el jefe de Estado y su predecesor asistieron juntos a la ceremonia que se realizó en el lugar donde se erigían las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, en presencia de familiares de las víctimas.
El sábado, Obama instó a "un estado aumentado de vigilancia y preparación" y ordenó a su equipo de seguridad nacional "buscar vigorosamente" toda la información de inteligencia sobre esa posible amenaza.
Aseguró, además, que los Estados Unidos no vacilarán más en hacerle frente al terrorismo. "Hoy, el país está fuerte y Al Qaeda está en camino de su derrota.
Ellos quisieron aterrorizarnos, pero, como estadounidenses, rechazamos vivir con miedo", afirmó.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, había advertido el viernes que el grupo terrorista "aún busca hacerle mal a los estadounidenses y, en particular, apuntando a Nueva York y Washington".
Por su lado, los talibanes afirmaron en un comunicado divulgado en Kabul que ellos no desempeñaron ningún papel en los atentados del 11 de septiembre, tras los cuales los estadounidenses lanzaron su intervención en Afganistán.
"Cada año, el 11 de septiembre recuerda a los afganos un acontecimiento en el cual ellos no jugaron ningún rol, pero que sirvió de pretexto al colonialismo estadounidense para derramar la sangre de miles de afganos inocentes y miserables", escribieron.
En Manhattan, varias barreras policiales fueron instaladas para controlar a los vehículos. Los efectivos revisaron bolsos en el metro y se aumentó el número de patrullas.
Diez años más tarde, los estadounidenses permanecen profundamente marcados por el 11 de septiembre. La mayoría recuerda qué era lo que estaba haciendo aquel día de cielo azul.
Más de un estadounidense sobre dos, según un reciente sondeo, estima que los atentados cambiaron su vida.
Pero después de las guerras en Irak y en Afganistán, que dejaron más de 6.200 muertos y que costaron a los Estados Unidos unos cuatro billones de dólares, muchos parecen deseosos de dar vuelta la página.
La muerte de Osama bin Laden, eliminado el 1º de mayo por los estadounidenses en Pakistán, contribuyó a ello.
Durante las conmemoraciones, los Estados Unidos olvidarán estos 10 años de guerra, sus profundas divisiones políticas a 14 meses de la próxima elección presidencial, la crisis económica y el desempleo de más del 9 por ciento de la población, así como la pérdida para siempre de su sensación de seguridad.
Como en cada aniversario, se dedicaron cuatro minutos de silencio el domingo -a las 08:46, a las 09:03, a las 09:59 y a las 10:28- los momentos cuando los dos aviones de línea impactaron en las torres del World Trade Center y la hora en la cual se derrumbaron. También se leyeron los nombres de los casi 3 mil muertos.
Las familias de las víctimas asistieron al acto, luego a la inauguración del Memorial del 11 de Septiembre, terminado luego de cinco años de trabajo.
Este espacio paisajístico de tres hectáreas, donde se plantaron más de 200 robles, alberga dos grandes estanques con cascadas, ubicados en el lugar exacto donde se levantaban las Torres Gemelas.
El nombre de cada muerto está inscripto sobre sus brocales. Alrededor, el sitio devastado por los atentados permanece aún en construcción.
La torre One World Trade Center (1WTC), destinada a convertirse en la más alta del país, está a medio terminar y sería inauguarada el año próximo.
Ademá de Nueva York, Obama tiene en su agenda del domingo la visita hasta el Pentágono, uno de los blancos de los atentados de 2001, y a Shanksville (Pensilvania), donde el cuarto avión de línea secuestrado el 11 de septiembre cayó a tierra tras la intervención de sus pasajeros.
Este sábado, se rindió homenaje a los 40 pasajeros y la tripulación de ese vuelo al inaugurarse en presencia del ex presidente George W. Bush, su predecesor Bill Clinton y el actual vicepresidente, Joe Biden, un monumento.
Los ataques a las Torres Gemelas también tuvieron repercusiones a nivel internacional y el décimo aniversario provoca reacciones desde los todos rincones del mundo.
Los líderes mundiales recordaron el 11-S
El papa Benedicto XVI afirmó que fueron aún más graves a raíz de que "sus autores dijeron actuar en nombre de Dios".
La presidente brasileña, Dilma Rousseff, puso a su país a disposición de los Estados Unidos para la construcción de un nuevo "orden internacional de paz", también a través de una misiva enviada este sábado a su homólogo estadounidense.
El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, afirmó que en el momento de los atentados no pudo parar de llorar, en declaraciones a una emisión especial difundida el sábado por la noche por el canal Rai Uno. Fuente: AFP
Durante la jornada se honrarán a los más de 3.000 muertos. A las 13, hora local, se oirán sirenas en todo el país. Vea más sobre este tema en nuestra sección especial.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, abrió el acto y aseguró que desde los atentados los ciudadanos estadounidenses nunca podrán olvidar lo que pasó en la Zona Cero.
"Hemos compartido palabras y silencios desde entonces", afirmó. Luego, convocó a realizar el primer minuto de silencio en coincidencia con el horario del choque del vuelo 11 contra la Torre Norte, para recordar a "todos los que fallecieron" en el ataque terrorista.
El ex presidente Bush pronunció una breves palabras para recordar el 11-S y leyó una carta que, en 1864, escribió Abraham Lincoln a una mujer, Lydia Bixby, cuyos hijos murieron en la guerra civil. "Estarán en el altar de la libertad", citó.
Al finalizar su discurso, y antes de continuar con las lecturas de los familiares de las víctimas del atentado, se realizó el segundo minuto de silencio por el impacto del vuelo 175 contra la Torre Sur.
Tras el acto en Nueva York, el presidente Obama se trasladó a Pensilvania para honrar a las víctimas del vuelo 93, el cuarto avión secuestrado el 11 de septiembre de 2001. El mandatario y su esposa dejaron un arreglo floral para recordar a las víctimas.
A su turno, el almirante Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, recordó a las 184 víctimas mortales que se encontraban en el Pentágono en el momento en que se estrelló el tercer avión.
Por su parte, el secretario de Defensa, Leon Panetta, afirmó que "no hay palabras para aminorar el dolor que sienten los sobrevivientes y los familiares de las víctimas".
"Nos comprometemos a nunca olvidar al enemigo que nos hizo esto, nunca dejaremos de luchar contra él para que esto no vuelva a suceder", señaló y agregó: "Hoy somos un país más fuerte y más seguro".
El ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, dio palabras de ánimo a las víctimas y sus familiares. "Hay momentos para todo en la vida, momentos de muerte y momentos de paz", dijo.
Más temprano, el primer mandatario estadounidense, Barack Obama, recorrió la zona del Ground Zero, lugar del Memorial del 11-S, a diez años del atentado a las Torres Gemelas.
Obama y su esposa Michelle aterrizaron en el aeropuerto de John F. Kennedy de Nueva York esta mañana, para participar en los actos conmemorativos que llevados a cabo hoy tras meses de preparativos, y en el marco de un fuerte operativo de seguridad.
En situación de máxima vigilancia por temor a un atentado, los Estados Unidos rinden homenaje a los casi 3 mil muertos que dejó la tragedia, que la principal potencia económica y militar mundial busca dejar atrás de una vez por todas.
En una rara imagen de unidad, el jefe de Estado y su predecesor asistieron juntos a la ceremonia que se realizó en el lugar donde se erigían las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, en presencia de familiares de las víctimas.
El sábado, Obama instó a "un estado aumentado de vigilancia y preparación" y ordenó a su equipo de seguridad nacional "buscar vigorosamente" toda la información de inteligencia sobre esa posible amenaza.
Aseguró, además, que los Estados Unidos no vacilarán más en hacerle frente al terrorismo. "Hoy, el país está fuerte y Al Qaeda está en camino de su derrota.
Ellos quisieron aterrorizarnos, pero, como estadounidenses, rechazamos vivir con miedo", afirmó.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, había advertido el viernes que el grupo terrorista "aún busca hacerle mal a los estadounidenses y, en particular, apuntando a Nueva York y Washington".
Por su lado, los talibanes afirmaron en un comunicado divulgado en Kabul que ellos no desempeñaron ningún papel en los atentados del 11 de septiembre, tras los cuales los estadounidenses lanzaron su intervención en Afganistán.
"Cada año, el 11 de septiembre recuerda a los afganos un acontecimiento en el cual ellos no jugaron ningún rol, pero que sirvió de pretexto al colonialismo estadounidense para derramar la sangre de miles de afganos inocentes y miserables", escribieron.
En Manhattan, varias barreras policiales fueron instaladas para controlar a los vehículos. Los efectivos revisaron bolsos en el metro y se aumentó el número de patrullas.
Diez años más tarde, los estadounidenses permanecen profundamente marcados por el 11 de septiembre. La mayoría recuerda qué era lo que estaba haciendo aquel día de cielo azul.
Más de un estadounidense sobre dos, según un reciente sondeo, estima que los atentados cambiaron su vida.
Pero después de las guerras en Irak y en Afganistán, que dejaron más de 6.200 muertos y que costaron a los Estados Unidos unos cuatro billones de dólares, muchos parecen deseosos de dar vuelta la página.
La muerte de Osama bin Laden, eliminado el 1º de mayo por los estadounidenses en Pakistán, contribuyó a ello.
Durante las conmemoraciones, los Estados Unidos olvidarán estos 10 años de guerra, sus profundas divisiones políticas a 14 meses de la próxima elección presidencial, la crisis económica y el desempleo de más del 9 por ciento de la población, así como la pérdida para siempre de su sensación de seguridad.
Como en cada aniversario, se dedicaron cuatro minutos de silencio el domingo -a las 08:46, a las 09:03, a las 09:59 y a las 10:28- los momentos cuando los dos aviones de línea impactaron en las torres del World Trade Center y la hora en la cual se derrumbaron. También se leyeron los nombres de los casi 3 mil muertos.
Las familias de las víctimas asistieron al acto, luego a la inauguración del Memorial del 11 de Septiembre, terminado luego de cinco años de trabajo.
Este espacio paisajístico de tres hectáreas, donde se plantaron más de 200 robles, alberga dos grandes estanques con cascadas, ubicados en el lugar exacto donde se levantaban las Torres Gemelas.
El nombre de cada muerto está inscripto sobre sus brocales. Alrededor, el sitio devastado por los atentados permanece aún en construcción.
La torre One World Trade Center (1WTC), destinada a convertirse en la más alta del país, está a medio terminar y sería inauguarada el año próximo.
Ademá de Nueva York, Obama tiene en su agenda del domingo la visita hasta el Pentágono, uno de los blancos de los atentados de 2001, y a Shanksville (Pensilvania), donde el cuarto avión de línea secuestrado el 11 de septiembre cayó a tierra tras la intervención de sus pasajeros.
Este sábado, se rindió homenaje a los 40 pasajeros y la tripulación de ese vuelo al inaugurarse en presencia del ex presidente George W. Bush, su predecesor Bill Clinton y el actual vicepresidente, Joe Biden, un monumento.
Los ataques a las Torres Gemelas también tuvieron repercusiones a nivel internacional y el décimo aniversario provoca reacciones desde los todos rincones del mundo.
Los líderes mundiales recordaron el 11-S
El papa Benedicto XVI afirmó que fueron aún más graves a raíz de que "sus autores dijeron actuar en nombre de Dios".
La presidente brasileña, Dilma Rousseff, puso a su país a disposición de los Estados Unidos para la construcción de un nuevo "orden internacional de paz", también a través de una misiva enviada este sábado a su homólogo estadounidense.
El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, afirmó que en el momento de los atentados no pudo parar de llorar, en declaraciones a una emisión especial difundida el sábado por la noche por el canal Rai Uno. Fuente: AFP
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