La periodista Tristane Banon, que denunció al ex jefe del FMI por intento de abuso, encabezó una concentración en la capital francesa.
Durante la movilizacón, las activistas lanzaron duros lemas contra el economista.
"Me alegro de ver que la justicia sigue su curso", declaró la mujer visiblemente emocionada ante varios centenares de personas y numerosos medios de comunicación en la Plaza de Châtelet, convocados bajo la consigna "La violación es un crimen".
La periodista y escritora, de 32 años, sostiene que Dominique Strauss Kahn intentó violarla en 2003 mientras lo entrevistaba para preparar un libro, denuncia que llevó a la justicia a abrir una investigación preliminar sobre las acusaciones.
"Espero que todo esto termine en el Tribunal de lo Criminal", agregó Banon, que compareció ante manifestantes y medios de comunicación flanqueada por las portavoces de algunas asociaciones feministas que apoyan su causa, como Paroles de Fammes o Mariannes de la Diversité.
La justicia francesa anunció, el viernes, que procederá a un careo entre la demandante y el ex responsable del FMI, quien calificó a la denuncia como de hechos "imaginarios".
La periodista, que tuvo problemas para contener las lágrimas al inicio de su discurso en la concentración, afirmó que no llevó su caso ante los tribunales ni por dinero ni por fama.
"No tengo nada que ganar aquí. Ni una notoriedad que no le deseo a nadie, ni dinero. Ser Tristane Banon actualmente no es agradable", subrayó.
Su madre, Anne Mansouret, estuvo presente en el acto en el cual se leyó también un mensaje de apoyo a la comunicadora y a la convocatoria de la concentración enviado por Nafissatou Diallo, la mujer que denunció a Strauss Kahn el pasado mes de mayo por agresión sexual en el hotel Sofitel de Nueva York.
Durante la movilización, las activistas feministas portaron pancartas con frases como "Castren a DSK", "Cuando es no, es no" u otra que, parafraseando una canción de los Who, decía "Cuando quiero, donde quiero, como quiero, yo elijo".
También destacaba un hombre que llevaba un cartel con un puño que se asemejaba al símbolo socialista -partido a que pertenece el economista acusado-, pero que en vez de una rosa apretaba con fuerza un órgano sexual masculino. Fuente: EFE
Durante la movilizacón, las activistas lanzaron duros lemas contra el economista.
"Me alegro de ver que la justicia sigue su curso", declaró la mujer visiblemente emocionada ante varios centenares de personas y numerosos medios de comunicación en la Plaza de Châtelet, convocados bajo la consigna "La violación es un crimen".
La periodista y escritora, de 32 años, sostiene que Dominique Strauss Kahn intentó violarla en 2003 mientras lo entrevistaba para preparar un libro, denuncia que llevó a la justicia a abrir una investigación preliminar sobre las acusaciones.
"Espero que todo esto termine en el Tribunal de lo Criminal", agregó Banon, que compareció ante manifestantes y medios de comunicación flanqueada por las portavoces de algunas asociaciones feministas que apoyan su causa, como Paroles de Fammes o Mariannes de la Diversité.
La justicia francesa anunció, el viernes, que procederá a un careo entre la demandante y el ex responsable del FMI, quien calificó a la denuncia como de hechos "imaginarios".
La periodista, que tuvo problemas para contener las lágrimas al inicio de su discurso en la concentración, afirmó que no llevó su caso ante los tribunales ni por dinero ni por fama.
"No tengo nada que ganar aquí. Ni una notoriedad que no le deseo a nadie, ni dinero. Ser Tristane Banon actualmente no es agradable", subrayó.
Su madre, Anne Mansouret, estuvo presente en el acto en el cual se leyó también un mensaje de apoyo a la comunicadora y a la convocatoria de la concentración enviado por Nafissatou Diallo, la mujer que denunció a Strauss Kahn el pasado mes de mayo por agresión sexual en el hotel Sofitel de Nueva York.
Durante la movilización, las activistas feministas portaron pancartas con frases como "Castren a DSK", "Cuando es no, es no" u otra que, parafraseando una canción de los Who, decía "Cuando quiero, donde quiero, como quiero, yo elijo".
También destacaba un hombre que llevaba un cartel con un puño que se asemejaba al símbolo socialista -partido a que pertenece el economista acusado-, pero que en vez de una rosa apretaba con fuerza un órgano sexual masculino. Fuente: EFE
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