El depuesto presidente de Honduras se reunirá mañana con la secretaria de Estado norteamericana. El hondureño afirmó que volverá a intentar entrar a su país, pese al intento fallido de ayer
Zelaya dijo a los periodistas en un centro comercial de Managua, adonde llegó a comprar un sombrero vaquero, escoltado por policías nicaragüenses, que partió hoy de Nicaragua hacia la capital estadounidense, después del intento fallido de regresar a su país ayer domingo.
"Estamos saliendo a una entrevista con el Departamento de Estado (de los Estados Unidos y con la secretaria de Estado, Hillary Clinton", señaló el depuesto gobernante hondureño.
Desde Washington se informó que la reunión está prevista para las 17 GMT del martes.
Zelaya explicó que en esas reuniones hablarán del cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA) "sobre lo que mandan los preceptos de la Carta Democrática para el Sistema Interamericano, que tiene que ver con el respeto a los regímenes surgidos de la voluntad popular".
También lo referente a las "sanciones que estos regímenes tienen que sentir a nivel internacional, con el fin de que estos eventos que se han dado, como el caso de Honduras, no se vuelvan a repetir en sus países y en ninguna parte del mundo", agregó Zelaya.
"La interrupción por la fuerza de un Gobierno electo por la voluntad del pueblo es una violación a todos los principios de los derechos democráticos de los pueblos", enfatizó.
Asimismo, el depuesto gobernante hondureño afirmó que volverá a intentar entrar a su país, pese al intento fallido de ayer domingo.
"Ayer hice los intentos. Lógicamente mi error fue avisarles, porque me pusieron retenes, al Ejército, francotiradores y empezaron a asesinar gente. Ahora no voy a avisar", indicó, y dijo que regresará como "presidente electo y en funciones de los hondureños".
"Claro que no les voy a decir (cómo llegará), porque entonces se preparan, pero me pueden esperar por cualquier lugar de Honduras, en cualquier municipio, en cualquier departamento", señaló Zelaya, quien observó que en Honduras la Constitución dice que ningún hondureño puede ser expatriado, y menos si es el presidente de la República.
"Voy a empezar a entrar a Honduras y hacer lo que siempre he hecho: manifestaciones públicas, democráticas, abiertas y amplias", sostuvo.
Asimismo, dijo que mientras regresa a su país estará en "muchos lugares en forma permanente, hasta que reintegremos y garanticemos el retorno del régimen electo por la voluntad del pueblo".
Apuntó que el esfuerzo que hace el pueblo hondureño, que lo apoya, no "va a ser en vano" y que aquellos que han cometido crímenes pagarán su condena.
"Que el pueblo sepa que todo está en función de pelear por una lucha histórica de la humanidad, que es rescatar siempre sus derechos humanos, sus derechos sociales y políticos", anotó.
Zelaya reafirmó que está en contra de la violencia y que no acepta la "injerencia de las armas".
"La violencia no se justifica ni para luchar por causas justas. La violencia es algo que desecho en forma total. Creo en las acciones pacíficas de los pueblos", indicó el depuesto presidente hondureño.
Mencionó entre esas acciones pacíficas la desobediencia civil, las huelgas, las concentraciones y las marchas.
Zelaya llegó anoche a Managua procedente de El Salvador tras su fallido intento de entrar de nuevo en Honduras.
El depuesto presidente hondureño fue detenido y expulsado del país por los militares el pasado 28 de junio, y ese mismo día el Congreso hondureño lo destituyó y nombró en su lugar al hasta entonces titular del Legislativo, Roberto Micheletti. Fuente: EFE
Zelaya dijo a los periodistas en un centro comercial de Managua, adonde llegó a comprar un sombrero vaquero, escoltado por policías nicaragüenses, que partió hoy de Nicaragua hacia la capital estadounidense, después del intento fallido de regresar a su país ayer domingo.
"Estamos saliendo a una entrevista con el Departamento de Estado (de los Estados Unidos y con la secretaria de Estado, Hillary Clinton", señaló el depuesto gobernante hondureño.
Desde Washington se informó que la reunión está prevista para las 17 GMT del martes.
Zelaya explicó que en esas reuniones hablarán del cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA) "sobre lo que mandan los preceptos de la Carta Democrática para el Sistema Interamericano, que tiene que ver con el respeto a los regímenes surgidos de la voluntad popular".
También lo referente a las "sanciones que estos regímenes tienen que sentir a nivel internacional, con el fin de que estos eventos que se han dado, como el caso de Honduras, no se vuelvan a repetir en sus países y en ninguna parte del mundo", agregó Zelaya.
"La interrupción por la fuerza de un Gobierno electo por la voluntad del pueblo es una violación a todos los principios de los derechos democráticos de los pueblos", enfatizó.
Asimismo, el depuesto gobernante hondureño afirmó que volverá a intentar entrar a su país, pese al intento fallido de ayer domingo.
"Ayer hice los intentos. Lógicamente mi error fue avisarles, porque me pusieron retenes, al Ejército, francotiradores y empezaron a asesinar gente. Ahora no voy a avisar", indicó, y dijo que regresará como "presidente electo y en funciones de los hondureños".
"Claro que no les voy a decir (cómo llegará), porque entonces se preparan, pero me pueden esperar por cualquier lugar de Honduras, en cualquier municipio, en cualquier departamento", señaló Zelaya, quien observó que en Honduras la Constitución dice que ningún hondureño puede ser expatriado, y menos si es el presidente de la República.
"Voy a empezar a entrar a Honduras y hacer lo que siempre he hecho: manifestaciones públicas, democráticas, abiertas y amplias", sostuvo.
Asimismo, dijo que mientras regresa a su país estará en "muchos lugares en forma permanente, hasta que reintegremos y garanticemos el retorno del régimen electo por la voluntad del pueblo".
Apuntó que el esfuerzo que hace el pueblo hondureño, que lo apoya, no "va a ser en vano" y que aquellos que han cometido crímenes pagarán su condena.
"Que el pueblo sepa que todo está en función de pelear por una lucha histórica de la humanidad, que es rescatar siempre sus derechos humanos, sus derechos sociales y políticos", anotó.
Zelaya reafirmó que está en contra de la violencia y que no acepta la "injerencia de las armas".
"La violencia no se justifica ni para luchar por causas justas. La violencia es algo que desecho en forma total. Creo en las acciones pacíficas de los pueblos", indicó el depuesto presidente hondureño.
Mencionó entre esas acciones pacíficas la desobediencia civil, las huelgas, las concentraciones y las marchas.
Zelaya llegó anoche a Managua procedente de El Salvador tras su fallido intento de entrar de nuevo en Honduras.
El depuesto presidente hondureño fue detenido y expulsado del país por los militares el pasado 28 de junio, y ese mismo día el Congreso hondureño lo destituyó y nombró en su lugar al hasta entonces titular del Legislativo, Roberto Micheletti. Fuente: EFE
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