Obama admite fue su error
al acusar a un agente de
actuar de forma 'estúpida'
Con la finalidad de desactivar una polémica que estaba creciendo de forma peligrosa, el presidente, Barack Obama, convocó este viernes una rueda de prensa para informar de que había hablado con James Crowley, el policía al que dos días antes había acusado de actuar de forma "estúpida", y aseguró que nunca fue su intención "ofender" al Departamento de Policía de Cambridge.
La llamada de Obama llegó sólo un par de horas después de que Dennis O'Connor, el jefe de la policía de Cambridge, instara a Obama a disculparse por el comentario que realizó el pasado miércoles en una rueda de prensa televisada para todo el país.
Las palabras de Obama del viernes se pueden interpretar como una rectificación, pero no llegaron a la categoría de disculpa pública en toda regla. "Porque esto ha estado escalando, y yo ayudé a contribuir a que esto escalara, quiero dejar claro que, desafortunadamente, en la elección de mis palabras dio la impresión de que ofendía al Departamento de Policía o al sargento Crowley de forma específica, y podría haber calibrado las palabras de forma diferente”, dijo ayer Obama.
O'Connor pidió a Obama que se disculpara
La rectificación de Obama es una muestra de que la polémica, con tintes raciales, estaba adquiriendo una dimensión peligrosa para el presidente, especialmente después de que O'Connor le urgiera a disculparse, una situación inédita para un presidente.
De hecho, tan sólo doce horas antes, el inquilino de la Casa Blanca se había ratificado en su postura en el programa 'Nightline' de la cadena ABC.
Según declaraciones de un compañero de Crowley, éste se habría sentido satisfecho con la llamada de Obama. "Estoy seguro de que han hecho las paces ... [El presidente] ha reconocido que cometió un error", ha señalado Steve Killion, un responsable de la policía local.
En la conversación, el agente, que se había mostrado apesadumbrado por las palabras del presidente, le propuso al presidente una reunión a tres bandas con Gates en la Casa Blanca para "tomar una cerveza", a lo que Obama asintió.
El incidente que ha desencadenado esta polémica se produjo la noche del jueves de la semana pasada con el arresto de Henry Louis Gates, un profesor afroamericano de la Universidad de Harvard. Los agentes habían acudido a la vivienda de Gates después de que algunos vecinos alertaran a la policía de que se podía estar produciendo un robo.
Arrestado por 'desorden público'
Sin embargo, lo que sucedía simplemente es que se había atascado la cerradura de la puerta, y a Gates le costaba entrar. Tras un diálogo subido de tono, Crowley, de raza blanca, arrestó al profesor por "desorden público", pero la policía retiró los cargos contra él horas después.
En una rueda de prensa celebrada el miércoles, Obama dio su opinión sobre el tema sin morderese la lengua. Tras reconocer que su visión podía ser "sesgada" porque es amigo personal de Gates, y que no disponía de toda la información sobre el caso, el presidente dijo que "la policía de Cambridge actuó de forma estúpida al arrestar a alguien cuando ya se ha probado que está en su propia casa".
De acuerdo con el informe policial de los hechos, Gates se negó a cooperar con la policía para aclarar los hechos, y enseguida acusó a los agentes de ser racistas.
Crowley asegura que, después de comprobar que el profesor era el propietario de la vivienda, continuó investigando porque creía que los ladrones podrían estar ya dentro de la casa. Después de pedirle a con un todo de voz elevado que se identificara, Gates le habría dicho: "no tienes ni idea de con quien te estás metiendo".
Por su parte, Gates niega haberse comportado de forma incorrecta, y acusa a Crowley de mentir, y de haberse negado a proporcionarle su identidad y su número de placa.
A pesar de que no se enfrenta a ningún proceso judicial, el profesor ha querido mantener viva la polémica con sus declaraciones posteriores para que su caso para que sirva de ejemplo. "Esto no lo hago por mí, sino por la vulnerabilidad de los negros en América", declaró a la CNN.
La enorme polvareda que ha levantado el caso es toda una demostración de que, a pesar de que los Estados Unidos han elegido al primer presidente afroamericano de su historia, las tensiones raciales aún forman parte de su vida cotidiana. Fuente: EFE
al acusar a un agente de
actuar de forma 'estúpida'
Con la finalidad de desactivar una polémica que estaba creciendo de forma peligrosa, el presidente, Barack Obama, convocó este viernes una rueda de prensa para informar de que había hablado con James Crowley, el policía al que dos días antes había acusado de actuar de forma "estúpida", y aseguró que nunca fue su intención "ofender" al Departamento de Policía de Cambridge.
La llamada de Obama llegó sólo un par de horas después de que Dennis O'Connor, el jefe de la policía de Cambridge, instara a Obama a disculparse por el comentario que realizó el pasado miércoles en una rueda de prensa televisada para todo el país.
Las palabras de Obama del viernes se pueden interpretar como una rectificación, pero no llegaron a la categoría de disculpa pública en toda regla. "Porque esto ha estado escalando, y yo ayudé a contribuir a que esto escalara, quiero dejar claro que, desafortunadamente, en la elección de mis palabras dio la impresión de que ofendía al Departamento de Policía o al sargento Crowley de forma específica, y podría haber calibrado las palabras de forma diferente”, dijo ayer Obama.
O'Connor pidió a Obama que se disculpara
La rectificación de Obama es una muestra de que la polémica, con tintes raciales, estaba adquiriendo una dimensión peligrosa para el presidente, especialmente después de que O'Connor le urgiera a disculparse, una situación inédita para un presidente.
De hecho, tan sólo doce horas antes, el inquilino de la Casa Blanca se había ratificado en su postura en el programa 'Nightline' de la cadena ABC.
Según declaraciones de un compañero de Crowley, éste se habría sentido satisfecho con la llamada de Obama. "Estoy seguro de que han hecho las paces ... [El presidente] ha reconocido que cometió un error", ha señalado Steve Killion, un responsable de la policía local.
En la conversación, el agente, que se había mostrado apesadumbrado por las palabras del presidente, le propuso al presidente una reunión a tres bandas con Gates en la Casa Blanca para "tomar una cerveza", a lo que Obama asintió.
El incidente que ha desencadenado esta polémica se produjo la noche del jueves de la semana pasada con el arresto de Henry Louis Gates, un profesor afroamericano de la Universidad de Harvard. Los agentes habían acudido a la vivienda de Gates después de que algunos vecinos alertaran a la policía de que se podía estar produciendo un robo.
Arrestado por 'desorden público'
Sin embargo, lo que sucedía simplemente es que se había atascado la cerradura de la puerta, y a Gates le costaba entrar. Tras un diálogo subido de tono, Crowley, de raza blanca, arrestó al profesor por "desorden público", pero la policía retiró los cargos contra él horas después.
En una rueda de prensa celebrada el miércoles, Obama dio su opinión sobre el tema sin morderese la lengua. Tras reconocer que su visión podía ser "sesgada" porque es amigo personal de Gates, y que no disponía de toda la información sobre el caso, el presidente dijo que "la policía de Cambridge actuó de forma estúpida al arrestar a alguien cuando ya se ha probado que está en su propia casa".
De acuerdo con el informe policial de los hechos, Gates se negó a cooperar con la policía para aclarar los hechos, y enseguida acusó a los agentes de ser racistas.
Crowley asegura que, después de comprobar que el profesor era el propietario de la vivienda, continuó investigando porque creía que los ladrones podrían estar ya dentro de la casa. Después de pedirle a con un todo de voz elevado que se identificara, Gates le habría dicho: "no tienes ni idea de con quien te estás metiendo".
Por su parte, Gates niega haberse comportado de forma incorrecta, y acusa a Crowley de mentir, y de haberse negado a proporcionarle su identidad y su número de placa.
A pesar de que no se enfrenta a ningún proceso judicial, el profesor ha querido mantener viva la polémica con sus declaraciones posteriores para que su caso para que sirva de ejemplo. "Esto no lo hago por mí, sino por la vulnerabilidad de los negros en América", declaró a la CNN.
La enorme polvareda que ha levantado el caso es toda una demostración de que, a pesar de que los Estados Unidos han elegido al primer presidente afroamericano de su historia, las tensiones raciales aún forman parte de su vida cotidiana. Fuente: EFE
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