El consejo de vigilancia de la automotriz alemana aprobó la integración con el fabricante de vehículos deportivos, de la que surgirá un grupo de diez marcas que se convertirá en uno de los pilares de la industria automovilística global
La decisión se tomó en una reunión extraordinaria celebrada en Stuttgart, según anunció el presidente de VW, Martin Winterkorn, quien garantizó que la fusión hará las "dos empresas más fuertes".
Porsche se mantendrá como "marca independiente" y con sede en Stuttgart, pero integrada en una nueva compañía que será una "fuerza mayor" en el mercado mundial, recalcó el mismo.
También Wolfgang Porsche, presidente del consejo de vigilancia de Porsche, prometió que la automotriz de lujo mantendrá su independencia pese a la integración con Volkswagen. "No se preocupen", dijo a la vez que garantizó que la plantilla no se verá afectada por esa medida.
El órgano de supervisión del mayor fabricante europeo pudo tomar esa decisión porque pocas horas antes, en una reunión paralela, el consejo de vigilancia de Porsche decidió destituir a su director ejecutivo, Wendelin Wiedeking, que se oponía categóricamente a esos planes.
El directivo se convertía así en la primera víctima prominente de la lucha desatada hace varios meses por el control de Porsche entre esta firma y el mayor grupo automovilístico europeo. Tiraba la toalla en la lucha de intereses personales contra el patriarca de Volkswagen, Ferdinand Piech, pero recibía a cambio una indemnización de 50 millones de euros.
Reestructuración de las cúpulas
Wiedeking, quien venía ejerciendo su cargo desde 1993 y tenía contrato hasta 2012, será sustituido por Michael Macht, el hasta hoy director de producción de Porsche. Además de él, abandonará el consejo de administración de Porsche el director financiero de la empresa, Holger Härter.
Ambos despidos forman parte del plan del consejo de vigilancia de Porsche para salvar la compañía automotriz, altamente endeudada después de que la crisis económica truncara sus planes de hacerse con el control de VW.
No en vano, con la adquisición del 50,8% del capital de Volkswagen, Porsche había acumulado una deuda de casi 10.000 millones de euros (unos 14.000 millones de dólares).
Para reducirla, el consejo de supervisión aprobó anoche en una reunión maratoniana una ampliación de capital de al menos 5.000 millones de euros (7.100 millones de dólares) y el ingreso como accionista del emirato de Qatar.
Nuevas perspectivas
Una vez obtenida luz verde para llevar a cabo la fusión de Porsche y Volkswagen, ahora falta modelar el proyecto y elaborar un "concepto final" de la nueva empresa, que englobará las marcas Volkswagen, Volkswagen Vehículos Comerciales, Seat, Skoda, Audi, Bugatti, Lamborghini, Bentley, Scania y Porsche.
De acuerdo con las informaciones facilitadas por la automotriz de Wolfsburgo, el nuevo "consorcio automovilístico integrado" cobrará forma hasta 2011, fecha en la que Volkswagen ha de haber comprado en diferentes etapas todas las actividades automovilísticas de Porsche.
Según el modelo aprobado, las familias propietarias, Porsche und Piëch, que ya habían acordado la fusión, serán los accionistas mayoritarios con más del 50% de las acciones del futuro grupo.
Baja Sajonia, estado federado en el que se ubica la sede de VW, mantendrá el 20%, mientras que el emirato de Qatar se convertirá en el nuevo gran accionista al hacerse con una participación del 17%. El nuevo inversor adquirirá esas acciones de las opciones que Porsche tiene aún en Volkswagen. Fuente: DPA
La decisión se tomó en una reunión extraordinaria celebrada en Stuttgart, según anunció el presidente de VW, Martin Winterkorn, quien garantizó que la fusión hará las "dos empresas más fuertes".
Porsche se mantendrá como "marca independiente" y con sede en Stuttgart, pero integrada en una nueva compañía que será una "fuerza mayor" en el mercado mundial, recalcó el mismo.
También Wolfgang Porsche, presidente del consejo de vigilancia de Porsche, prometió que la automotriz de lujo mantendrá su independencia pese a la integración con Volkswagen. "No se preocupen", dijo a la vez que garantizó que la plantilla no se verá afectada por esa medida.
El órgano de supervisión del mayor fabricante europeo pudo tomar esa decisión porque pocas horas antes, en una reunión paralela, el consejo de vigilancia de Porsche decidió destituir a su director ejecutivo, Wendelin Wiedeking, que se oponía categóricamente a esos planes.
El directivo se convertía así en la primera víctima prominente de la lucha desatada hace varios meses por el control de Porsche entre esta firma y el mayor grupo automovilístico europeo. Tiraba la toalla en la lucha de intereses personales contra el patriarca de Volkswagen, Ferdinand Piech, pero recibía a cambio una indemnización de 50 millones de euros.
Reestructuración de las cúpulas
Wiedeking, quien venía ejerciendo su cargo desde 1993 y tenía contrato hasta 2012, será sustituido por Michael Macht, el hasta hoy director de producción de Porsche. Además de él, abandonará el consejo de administración de Porsche el director financiero de la empresa, Holger Härter.
Ambos despidos forman parte del plan del consejo de vigilancia de Porsche para salvar la compañía automotriz, altamente endeudada después de que la crisis económica truncara sus planes de hacerse con el control de VW.
No en vano, con la adquisición del 50,8% del capital de Volkswagen, Porsche había acumulado una deuda de casi 10.000 millones de euros (unos 14.000 millones de dólares).
Para reducirla, el consejo de supervisión aprobó anoche en una reunión maratoniana una ampliación de capital de al menos 5.000 millones de euros (7.100 millones de dólares) y el ingreso como accionista del emirato de Qatar.
Nuevas perspectivas
Una vez obtenida luz verde para llevar a cabo la fusión de Porsche y Volkswagen, ahora falta modelar el proyecto y elaborar un "concepto final" de la nueva empresa, que englobará las marcas Volkswagen, Volkswagen Vehículos Comerciales, Seat, Skoda, Audi, Bugatti, Lamborghini, Bentley, Scania y Porsche.
De acuerdo con las informaciones facilitadas por la automotriz de Wolfsburgo, el nuevo "consorcio automovilístico integrado" cobrará forma hasta 2011, fecha en la que Volkswagen ha de haber comprado en diferentes etapas todas las actividades automovilísticas de Porsche.
Según el modelo aprobado, las familias propietarias, Porsche und Piëch, que ya habían acordado la fusión, serán los accionistas mayoritarios con más del 50% de las acciones del futuro grupo.
Baja Sajonia, estado federado en el que se ubica la sede de VW, mantendrá el 20%, mientras que el emirato de Qatar se convertirá en el nuevo gran accionista al hacerse con una participación del 17%. El nuevo inversor adquirirá esas acciones de las opciones que Porsche tiene aún en Volkswagen. Fuente: DPA
No hay comentarios:
Publicar un comentario