¿Quién dijo que el onanismo fuera una práctica prohibida? ¡Masturbarse es la cosa más sana y placentera del mundo!Y es que si estamos solteras ¡también tenemos derecho a divertirnos! E incluso cuando tenemos pareja, también puede ser muy bueno darse placer a una misma y conocer nuestro cuerpo un poco mejor.
Como bien sabemos, podemos masturbarnos estimulando el clítoris, que es lo más común. Pero si queremos llegar a uno de esos preciados orgasmos vaginales que nos hacen temblar de placer no es del todo necesario acostarse con alguien. ¿Aún no sabes cómo estimularte tú misma el Punto G? ¡Nosotras te lo enseñamos!
Lo cierto es que lo del Punto G femenino es un mundo.
Como bien sabemos, podemos masturbarnos estimulando el clítoris, que es lo más común. Pero si queremos llegar a uno de esos preciados orgasmos vaginales que nos hacen temblar de placer no es del todo necesario acostarse con alguien. ¿Aún no sabes cómo estimularte tú misma el Punto G? ¡Nosotras te lo enseñamos!
Lo cierto es que lo del Punto G femenino es un mundo.
Hay chicas que desde bien jovencitas, desde que comienzan a mantener relaciones, son capaces de llegar a un delicioso orgasmo sólo con la penetración, que estimula esta parte del cuerpo. Otras mujeres viven esto de una manera diferente.
Hay quien tiene el Punto G muy arriba y no encuentran manera de llegar a él (sobre todo si el hombre tiene un ‘juguetito’ no demasiado grande).
Otras, aunque llegan a él, no obtienen placer a través de su estimulación. También hay mujeres que sienten dolor si se ‘empuja’ demasiado. Y otras, por suerte, han pasado de sufrir cuando les aprietan en el Punto G a acabar gozando de la sensación. Todo es acostumbrarse.
Llegar al Punto G tú solita no es tan difícil como parece. Se trata de introducir los dedos índice y medio y hacer el gesto de 'ven aquí’.
También puedes hacerlo con un vibrador que tenga forma curvada, y así te costará menos llegar. La postura más fácil para llegar a este punto es tumbada en la cama boca arriba, aunque has de ser tu misma la que encuentre la postura ideal.
También puedes probar a apretar tu estómago con fuerza (tampoco demasiada, no sea que te ahogues) con la mano que te queda libre; así te será más fácil tocar el Punto G. Otra postura cómoda es ponerte de cuclillas en el suelo, ya que así se facilitará el aporte sanguíneo.
Tal vez ya hayas oído hablar de la eyaculación femenina anteriormente pero, ¿sabes lo que es? Lo cierto es que no existen demasiados estudios acerca de la eyaculación femenina, por lo que las teorías existentes son diversas.
Durante el orgasmo femenino, hay mujeres que expulsan vía uretra un líquido transparente (como agua) proveniente de la próstata.
No obstante, no es necesario llegar al orgasmo para poder eyacular. Si se estimula mucho y con fuerza el Punto G (ya sea masturbándose o con la penetración) la mujer puede llegar a eyacular aunque no sienta placer. Así que si un día te estás masturbando y notas que tu cama está empapada, no te asustes
Tal vez te hayas cansado de masturbarte siempre en la cama tumbada, mirando al techo (o viendo una película porno, quien sabe). Por eso, Nosotras te recomendamos una práctica nueva: masturbarte delante del espejo.
Suele ser divertido y muy, muy excitante, adoptar una postura cómoda delante de un espejo y comenzar a recorrer todo nuestro cuerpo, excitarnos sólo con vernos desnudas… ¡Pruébalo!
Hay quien tiene el Punto G muy arriba y no encuentran manera de llegar a él (sobre todo si el hombre tiene un ‘juguetito’ no demasiado grande).
Otras, aunque llegan a él, no obtienen placer a través de su estimulación. También hay mujeres que sienten dolor si se ‘empuja’ demasiado. Y otras, por suerte, han pasado de sufrir cuando les aprietan en el Punto G a acabar gozando de la sensación. Todo es acostumbrarse.
Llegar al Punto G tú solita no es tan difícil como parece. Se trata de introducir los dedos índice y medio y hacer el gesto de 'ven aquí’.
También puedes hacerlo con un vibrador que tenga forma curvada, y así te costará menos llegar. La postura más fácil para llegar a este punto es tumbada en la cama boca arriba, aunque has de ser tu misma la que encuentre la postura ideal.
También puedes probar a apretar tu estómago con fuerza (tampoco demasiada, no sea que te ahogues) con la mano que te queda libre; así te será más fácil tocar el Punto G. Otra postura cómoda es ponerte de cuclillas en el suelo, ya que así se facilitará el aporte sanguíneo.
Tal vez ya hayas oído hablar de la eyaculación femenina anteriormente pero, ¿sabes lo que es? Lo cierto es que no existen demasiados estudios acerca de la eyaculación femenina, por lo que las teorías existentes son diversas.
Durante el orgasmo femenino, hay mujeres que expulsan vía uretra un líquido transparente (como agua) proveniente de la próstata.
No obstante, no es necesario llegar al orgasmo para poder eyacular. Si se estimula mucho y con fuerza el Punto G (ya sea masturbándose o con la penetración) la mujer puede llegar a eyacular aunque no sienta placer. Así que si un día te estás masturbando y notas que tu cama está empapada, no te asustes
Tal vez te hayas cansado de masturbarte siempre en la cama tumbada, mirando al techo (o viendo una película porno, quien sabe). Por eso, Nosotras te recomendamos una práctica nueva: masturbarte delante del espejo.
Suele ser divertido y muy, muy excitante, adoptar una postura cómoda delante de un espejo y comenzar a recorrer todo nuestro cuerpo, excitarnos sólo con vernos desnudas… ¡Pruébalo!
El onanismofuera de una práctica prohibida
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