Todo el mundo sabe que los años de la adolescencia pueden ser difíciles –tanto para los adolescentes como para los padres. Y todos los cambios corporales que tienen lugar durante la pubertad pueden hacer que los adolescentes se sientan incómodos con sus cuerpos e inseguros de sí mismos.
Esto es especialmente cierto para las chicas en lo que se refiere a la menstruación. Para una niña, tener el primer período menstrual (coloquialmente conocido como “regla”) es un hito en el desarrollo físico y el signo de que se está convirtiendo en mujer. Pero también puede generarle confusión e imponerle un poco, particularmente si tiene que enfrentarse a ciertos problemas como los períodos irregulares o el síndrome premenstrual.
Problemas menstruales más frecuentes
La mayoría de problemas con que se encuentran las adolescentes cuando empiezan a menstruar son completamente normales. De hecho, muchas chicas y mujeres se han tenido que enfrentar a uno o más de ellos en algún momento:
Síndrome premenstrual (SPM). El SPM incluye síntomas tanto físicos como psicológicos que experimentan muchas chicas y mujeres justo antes de tener el período menstrual, como:
•acné
•hinchazón
•fatiga
•dolor de espalda
•senos sensibles y/o doloridos
•cefalea
•estreñimiento
•diarrea
•antojos alimentarios
•depresión o decaimiento
•irritabilidad
•problemas de concentración
•dificultad para afrontar el estrés
Una chica puede tener algunos de estos síntomas o todos ellos, pudiéndose presentar en distintas combinaciones. Los síntomas del SPM suelen ser más intensos durante los siete días inmediatamente previos al período menstrual y desaparecen con la llegada de la menstruación. Pero la mayoría de las chicas no presentan los síntomas propios del SPM hasta que ya llevan varios años menstruando, en el caso de que los lleguen a presentar.
Aunque se desconoce la causa exacta del SPM, parece obedecer a fluctuaciones en los niveles hormonales y a sus efectos sobre el cerebro. Durante la segunda mitad del ciclo menstrual, la cantidad de progesterona que hay en el cuerpo aumenta. Luego, aproximadamente siete días antes del inicio del período menstrual, los niveles de progesterona y estrógeno disminuyen drásticamente.
El organismo de algunas mujeres parece ser más sensible a estas fluctuaciones hormonales que el de otras. Hable con el pediatra de su hija si sus síntomas son graves o interfieren en sus actividades cotidianas.
Dolores menstruales. Muchas chicas experimentan dolores menstruales durante los primeros días del período menstrual. Están provocados por las prostaglandinas, unas sustancias químicas fabricadas por el organismo que hacen que el músculo liso del útero se contraiga. Estas contracciones involuntarias pueden ser leves o bien agudas e intensas.
La buena noticia es que los dolores menstruales suelen durar pocos días. Pero, si su hija tiene unos dolores menstruales tan fuertes que le impiden asistir a clase o llevar una vida normal, llame a su médico.
Períodos irregulares. Una chica puede tardar dos o tres años en desarrollar un ciclo menstrual regular. Durante ese período de tiempo, su cuerpo se irá adaptando a los efectos de las fluctuaciones hormonales desencadenadas por la pubertad. Además, el concepto de “regularidad” varía en función de cada persona. El ciclo típico menstrual de una mujer adulta dura 28 días, pero algunos ciclos solamente duran 21 días y otros hasta 45.
Las fluctuaciones hormonales pueden hacer que una chica tenga un período menstrual muy corto (de un par de días o tres) en un mes determinado y otro muy largo (de hasta una semana de duración) en el mes siguiente. Puede saltarse períodos menstruales, tener dos muy seguidos o alternar entre períodos menstruales con fuertes hemorragias y otros con escasas pérdidas de sangre.
Pero cualquier chica que mantenga relaciones sexuales y tenga una falta debería ir al médico para asegurarse de que no está embarazada. Y, si su hija todavía no ha desarrollado un patrón menstrual relativamente predecible tres años después del primer período menstrual, o si tiene cuatro o cinco períodos regulares y luego se pasa dos meses sin menstruar o se vuelve irregular, llévela al médico para descartar posibles problemas.
Informe también al médico si su hija tiene ciclos menstruales de menos de 21 días o de más de 45 o si, en cualquier momento después de la primera menstruación, se pasa tres meses sin menstruar.
Retraso de la menarquia. Cada niña alcanza la pubertad en un momento diferente. Algunas tienen la menarquia (el término médico que se utiliza para designar el primer período menstrual o inicio de la menstruación) tan pronto como a los nueve o 10 años de edad, mientras que otras no empiezan a menstruar hasta los 14 o 15 años. Por lo tanto, si su hija es de las que hacen tarde el cambio, no significa que le ocurre algo malo.
De hecho, el momento en que a una niña le viene la regla depende en gran medida de la genética. Las niñas suelen empezar a menstruar aproximadamente a la misma edad que sus madres o abuelas. Asimismo, algunos grupos étnicos, como promedio, alcanzan la pubertad antes que otros. Por ejemplo, las niñas de raza negra, como promedio, alcanzan la pubertad y empiezan a menstruar antes que las de raza blanca.
Si su hija ya ha cumplido 15 años o ya hace tres años que entró en la pubertad y todavía no le ha venido la regla, informe a su médico al respeto.
Esto es especialmente cierto para las chicas en lo que se refiere a la menstruación. Para una niña, tener el primer período menstrual (coloquialmente conocido como “regla”) es un hito en el desarrollo físico y el signo de que se está convirtiendo en mujer. Pero también puede generarle confusión e imponerle un poco, particularmente si tiene que enfrentarse a ciertos problemas como los períodos irregulares o el síndrome premenstrual.
Problemas menstruales más frecuentes
La mayoría de problemas con que se encuentran las adolescentes cuando empiezan a menstruar son completamente normales. De hecho, muchas chicas y mujeres se han tenido que enfrentar a uno o más de ellos en algún momento:
Síndrome premenstrual (SPM). El SPM incluye síntomas tanto físicos como psicológicos que experimentan muchas chicas y mujeres justo antes de tener el período menstrual, como:
•acné
•hinchazón
•fatiga
•dolor de espalda
•senos sensibles y/o doloridos
•cefalea
•estreñimiento
•diarrea
•antojos alimentarios
•depresión o decaimiento
•irritabilidad
•problemas de concentración
•dificultad para afrontar el estrés
Una chica puede tener algunos de estos síntomas o todos ellos, pudiéndose presentar en distintas combinaciones. Los síntomas del SPM suelen ser más intensos durante los siete días inmediatamente previos al período menstrual y desaparecen con la llegada de la menstruación. Pero la mayoría de las chicas no presentan los síntomas propios del SPM hasta que ya llevan varios años menstruando, en el caso de que los lleguen a presentar.
Aunque se desconoce la causa exacta del SPM, parece obedecer a fluctuaciones en los niveles hormonales y a sus efectos sobre el cerebro. Durante la segunda mitad del ciclo menstrual, la cantidad de progesterona que hay en el cuerpo aumenta. Luego, aproximadamente siete días antes del inicio del período menstrual, los niveles de progesterona y estrógeno disminuyen drásticamente.
El organismo de algunas mujeres parece ser más sensible a estas fluctuaciones hormonales que el de otras. Hable con el pediatra de su hija si sus síntomas son graves o interfieren en sus actividades cotidianas.
Dolores menstruales. Muchas chicas experimentan dolores menstruales durante los primeros días del período menstrual. Están provocados por las prostaglandinas, unas sustancias químicas fabricadas por el organismo que hacen que el músculo liso del útero se contraiga. Estas contracciones involuntarias pueden ser leves o bien agudas e intensas.
La buena noticia es que los dolores menstruales suelen durar pocos días. Pero, si su hija tiene unos dolores menstruales tan fuertes que le impiden asistir a clase o llevar una vida normal, llame a su médico.
Períodos irregulares. Una chica puede tardar dos o tres años en desarrollar un ciclo menstrual regular. Durante ese período de tiempo, su cuerpo se irá adaptando a los efectos de las fluctuaciones hormonales desencadenadas por la pubertad. Además, el concepto de “regularidad” varía en función de cada persona. El ciclo típico menstrual de una mujer adulta dura 28 días, pero algunos ciclos solamente duran 21 días y otros hasta 45.
Las fluctuaciones hormonales pueden hacer que una chica tenga un período menstrual muy corto (de un par de días o tres) en un mes determinado y otro muy largo (de hasta una semana de duración) en el mes siguiente. Puede saltarse períodos menstruales, tener dos muy seguidos o alternar entre períodos menstruales con fuertes hemorragias y otros con escasas pérdidas de sangre.
Pero cualquier chica que mantenga relaciones sexuales y tenga una falta debería ir al médico para asegurarse de que no está embarazada. Y, si su hija todavía no ha desarrollado un patrón menstrual relativamente predecible tres años después del primer período menstrual, o si tiene cuatro o cinco períodos regulares y luego se pasa dos meses sin menstruar o se vuelve irregular, llévela al médico para descartar posibles problemas.
Informe también al médico si su hija tiene ciclos menstruales de menos de 21 días o de más de 45 o si, en cualquier momento después de la primera menstruación, se pasa tres meses sin menstruar.
Retraso de la menarquia. Cada niña alcanza la pubertad en un momento diferente. Algunas tienen la menarquia (el término médico que se utiliza para designar el primer período menstrual o inicio de la menstruación) tan pronto como a los nueve o 10 años de edad, mientras que otras no empiezan a menstruar hasta los 14 o 15 años. Por lo tanto, si su hija es de las que hacen tarde el cambio, no significa que le ocurre algo malo.
De hecho, el momento en que a una niña le viene la regla depende en gran medida de la genética. Las niñas suelen empezar a menstruar aproximadamente a la misma edad que sus madres o abuelas. Asimismo, algunos grupos étnicos, como promedio, alcanzan la pubertad antes que otros. Por ejemplo, las niñas de raza negra, como promedio, alcanzan la pubertad y empiezan a menstruar antes que las de raza blanca.
Si su hija ya ha cumplido 15 años o ya hace tres años que entró en la pubertad y todavía no le ha venido la regla, informe a su médico al respeto.
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