El ataque, el primero contra las fuerzas públicas desde que asumió Santos, ocurrió en la tarde del miércoles en el departamento de Caquetá. Las autoridades no habían podido registrar la zona por la peligrosidad del campo.
"Inicialmente teníamos información de cinco policías muertos en un campo minado, y por eso sólo hasta este jueves cuando se pudo llegar al sitio debido a las precauciones que debían tomarse, se confirmó el número de 14 muertos", dijo una fuente de la institución que pidió reserva de su nombre.
La emboscada ocurrió en la tarde del miércoles en una zona rural entre las poblaciones de Doncello y Rionegro, Caquetá. Las víctimas pertenecían al escuadrón especializado de carabineros (Encar).
El secretario de Gobierno de ese estado, Edilberto Ramón, atribuyó el hecho a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuya presencia en esa región sigue siendo considerable, pese al repliegue al que se las sometió en los últimos años.
Se trata del primer atentado a la fuerza pública en lo que va del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, quien asumió el poder el pasado siete de agosto.
Según informaron las autoridades, las unidades policiales que fueron enviadas a la zona tuvieron que desplazarse con lentitud por el riesgo de caer en campos minados sembrados en el área.
El 31 de julio las FARC, habían asesinado a cinco policías y un militar cuando éstos inspeccionaban algunas embarcaciones en el municipio de Solita, también en Caquetá.
A los 14 policías fallecidos el miércoles se suman otros tres militares muertos y siete más heridos en dos acciones ocurridas este jueves en los departamentos de Santander y de Nariño.
Caquetá se ubica en una región selvática del sur del país, considerada estratégica para la producción y el tráfico de cocaína, principal fuente de financiación del grupo rebelde que dice luchar por imponer un sistema socialista en este país de más de 44 millones de habitantes con marcadas diferencias entre ricos y pobres.
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