VIDA Y SALUD
Millones de personas en el mundo son propensas a sufrir de diabetes; otras ya la padecen y no lo saben. Aprenda en qué consiste esta enfermedad, cómo detectarla, prevenirla o tratarla a tiempo.
La diabetes es una enfermedad originada por el alto contenido de glucosa (una forma de azúcar) en la sangre. Ello ocurre cuando el cuerpo es incapaz de producir insulina o la produce en poca cantidad y no la usa adecuadamente. La insulina es la hormona encargada de convertir la glucosa, almidones y otros alimentos en energía para mantener el cuerpo saludable.
Tipos de diabetes
Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando el cuerpo no puede producir insulina. Por ello, las personas con este tipo de diabetes necesitan inyectarse dosis diarias de insulina para sobrevivir. Del 5% al 10% de los casos de diabetes es de tipo 1. Es más común en niños y adolescentes, aunque puede aparecer a cualquier edad. Se calcula que la diabetes tipo 1 afecta a 1 de cada 400 a 600 niños y adolescentes en los Estados Unidos.
Los síntomas más frecuentes de la diabetes tipo 1 son:
Deseo continuo de orinar.
Sed insaciable.
Apetito inusual.
Pérdida de peso.
Cansancio o somnolencia.
Irritabilidad.
Problemas con la vista.
Aunque la diabetes tipo 1 no puede prevenirse ni tiene cura, una persona que padece esta enfermedad puede mejorar su calidad de vida si se somete al tratamiento necesario.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 se desarrolla cuando el cuerpo se vuelve resistente a los efectos de la insulina. Esto ocurre cuando la insulina no se utiliza bien o cuando la cantidad que se produce resulta insuficiente. Como resultado, la insulina no puede regular la absorción de glucosa y suben los niveles de esta sustancia en la sangre.
Los síntomas más frecuentes de la diabetes tipo 2 son:
Algunos síntomas similares a los de la diabetes tipo 1.
Infecciones frecuentes, especialmente en la piel, las encías o la vejiga.
Cortes o magulladuras que tardan en cicatrizar o desaparecer.
Hormigueo e insensibilidad en manos y pies.
Oscurecimiento de la piel en la parte posterior del cuello.
Las personas más propensas a padecer diabetes tipo 2 son:
Los latinos, más aún los que tienen familiares con diabetes.
Personas mayores de 65 años, pues la pérdida progresiva de músculo provoca el consumo de glucosa.
Personas obesas o con sobrepeso.
Fumadores y personas que
abusan del consumo de alcohol.
Cabe señalar que desde los años noventa se ha detectado una importante incidencia de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes, hecho que los médicos atribuyen a la creciente epidemia de obesidad entre los jóvenes. En muchos casos de diabetes tipo 2, al contrario de lo que ocurre con la diabetes tipo 1, los niños no precisan medicarse y pueden volver a los niveles de glucosa normales con la modificación de los hábitos alimenticios y con actividad física.
Diabetes gestacional
Este tipo de diabetes aparece durante el embarazo cuando la futura madre desarrolla resistencia a la insulina. Sin la insulina necesaria, el azúcar no puede convertirse en energía para ella y el bebé.
Así, la insulina se concentra en la sangre de la madre, atraviesa la placenta y llega al feto en mayor cantidad de la que se precisa. El exceso de glucosa generado tiene como resultado la acumulación de grasa.
Debido a que se produce en las últimas etapas del embarazo, cuando el feto ya está formado y en avanzado estado de crecimiento, la diabetes gestacional no ocasiona los defectos de nacimiento que se observan en los casos en que la madre es diabética mucho antes del embarazo.
A pesar de ello, la mujer diagnosticada de diabetes gestacional debe recibir tratamiento durante el embarazo para normalizar sus niveles de glucosa y evitarle complicaciones al bebé.
Prediabetes
Hay niveles de glucosa que sobrepasan los normales, pero no llegan al punto de que puedan considerarse diabetes tipo 2. A ese cuadro se le denomina prediabetes, trastorno que sufren alrededor de 41 millones de adultos entre los 40 y 74 años de edad.
Si se detecta a tiempo y se hacen algunas modificaciones en el estilo de vida, es posible conseguir que los niveles de glucosa vuelvan a la normalidad y se evite el desarrollo de la diabetes.
Complicaciones
Toda persona con diabetes debe tomar conciencia de que si no se sigue un tratamiento, la diabetes puede acarrear otras enfermedades, tales como:
Ceguera.
Fallos renales.
Fallos cardiovasculares.
Arteriosclerosis.
Embolias.
Cuidados para los diabéticos.
Se ha comprobado que se puede vivir una vida larga y saludable aunque se tenga diabetes si se asume la responsabilidad de cuidarse adecuadamente. Los cuidados básicos de toda persona con diabetes son los siguientes:
Realizar la automedición del nivel de azúcar en la sangre.
Llevar una alimentación adecuada.
Hacer ejercicios físicos.
Seguir el tratamiento indicado por el médico.
Si usted sufre de algún síntoma de diabetes o tiene alguno de los factores de riesgo mencionados, es conveniente que acuda lo antes posible a un médico para descartar la enfermedad o, de lo contrario, empezar su tratamiento.
Esperamos que la información brindada le haya servido de ayuda. Como complemento, usted puede consultar los siguientes sitios de Internet:
Millones de personas en el mundo son propensas a sufrir de diabetes; otras ya la padecen y no lo saben. Aprenda en qué consiste esta enfermedad, cómo detectarla, prevenirla o tratarla a tiempo.
La diabetes es una enfermedad originada por el alto contenido de glucosa (una forma de azúcar) en la sangre. Ello ocurre cuando el cuerpo es incapaz de producir insulina o la produce en poca cantidad y no la usa adecuadamente. La insulina es la hormona encargada de convertir la glucosa, almidones y otros alimentos en energía para mantener el cuerpo saludable.
Tipos de diabetes
Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando el cuerpo no puede producir insulina. Por ello, las personas con este tipo de diabetes necesitan inyectarse dosis diarias de insulina para sobrevivir. Del 5% al 10% de los casos de diabetes es de tipo 1. Es más común en niños y adolescentes, aunque puede aparecer a cualquier edad. Se calcula que la diabetes tipo 1 afecta a 1 de cada 400 a 600 niños y adolescentes en los Estados Unidos.
Los síntomas más frecuentes de la diabetes tipo 1 son:
Deseo continuo de orinar.
Sed insaciable.
Apetito inusual.
Pérdida de peso.
Cansancio o somnolencia.
Irritabilidad.
Problemas con la vista.
Aunque la diabetes tipo 1 no puede prevenirse ni tiene cura, una persona que padece esta enfermedad puede mejorar su calidad de vida si se somete al tratamiento necesario.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 se desarrolla cuando el cuerpo se vuelve resistente a los efectos de la insulina. Esto ocurre cuando la insulina no se utiliza bien o cuando la cantidad que se produce resulta insuficiente. Como resultado, la insulina no puede regular la absorción de glucosa y suben los niveles de esta sustancia en la sangre.
Los síntomas más frecuentes de la diabetes tipo 2 son:
Algunos síntomas similares a los de la diabetes tipo 1.
Infecciones frecuentes, especialmente en la piel, las encías o la vejiga.
Cortes o magulladuras que tardan en cicatrizar o desaparecer.
Hormigueo e insensibilidad en manos y pies.
Oscurecimiento de la piel en la parte posterior del cuello.
Las personas más propensas a padecer diabetes tipo 2 son:
Los latinos, más aún los que tienen familiares con diabetes.
Personas mayores de 65 años, pues la pérdida progresiva de músculo provoca el consumo de glucosa.
Personas obesas o con sobrepeso.
Fumadores y personas que
abusan del consumo de alcohol.
Cabe señalar que desde los años noventa se ha detectado una importante incidencia de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes, hecho que los médicos atribuyen a la creciente epidemia de obesidad entre los jóvenes. En muchos casos de diabetes tipo 2, al contrario de lo que ocurre con la diabetes tipo 1, los niños no precisan medicarse y pueden volver a los niveles de glucosa normales con la modificación de los hábitos alimenticios y con actividad física.
Diabetes gestacional
Este tipo de diabetes aparece durante el embarazo cuando la futura madre desarrolla resistencia a la insulina. Sin la insulina necesaria, el azúcar no puede convertirse en energía para ella y el bebé.
Así, la insulina se concentra en la sangre de la madre, atraviesa la placenta y llega al feto en mayor cantidad de la que se precisa. El exceso de glucosa generado tiene como resultado la acumulación de grasa.
Debido a que se produce en las últimas etapas del embarazo, cuando el feto ya está formado y en avanzado estado de crecimiento, la diabetes gestacional no ocasiona los defectos de nacimiento que se observan en los casos en que la madre es diabética mucho antes del embarazo.
A pesar de ello, la mujer diagnosticada de diabetes gestacional debe recibir tratamiento durante el embarazo para normalizar sus niveles de glucosa y evitarle complicaciones al bebé.
Prediabetes
Hay niveles de glucosa que sobrepasan los normales, pero no llegan al punto de que puedan considerarse diabetes tipo 2. A ese cuadro se le denomina prediabetes, trastorno que sufren alrededor de 41 millones de adultos entre los 40 y 74 años de edad.
Si se detecta a tiempo y se hacen algunas modificaciones en el estilo de vida, es posible conseguir que los niveles de glucosa vuelvan a la normalidad y se evite el desarrollo de la diabetes.
Complicaciones
Toda persona con diabetes debe tomar conciencia de que si no se sigue un tratamiento, la diabetes puede acarrear otras enfermedades, tales como:
Ceguera.
Fallos renales.
Fallos cardiovasculares.
Arteriosclerosis.
Embolias.
Cuidados para los diabéticos.
Se ha comprobado que se puede vivir una vida larga y saludable aunque se tenga diabetes si se asume la responsabilidad de cuidarse adecuadamente. Los cuidados básicos de toda persona con diabetes son los siguientes:
Realizar la automedición del nivel de azúcar en la sangre.
Llevar una alimentación adecuada.
Hacer ejercicios físicos.
Seguir el tratamiento indicado por el médico.
Si usted sufre de algún síntoma de diabetes o tiene alguno de los factores de riesgo mencionados, es conveniente que acuda lo antes posible a un médico para descartar la enfermedad o, de lo contrario, empezar su tratamiento.
Esperamos que la información brindada le haya servido de ayuda. Como complemento, usted puede consultar los siguientes sitios de Internet:
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