Puede tener consecuencias que se prolongan después del parto, según demostró un nuevo estudio.
Eso, probablemente, no sorprende a las nuevas madres que luchan por eliminar sus kilos de más, pero es el primer resultado que prueba que ese aumento puede permanecer por décadas
Existen evidencias de que el sobrepeso en el embarazo aumenta el riesgo de obesidad después del parto, pero pocos estudios habían analizado esta asociación más allá de un par de años después del parto.
El equipo de Abdullah A. Mamun, de la University of Queensland, en Herston, Australia, analizó el índice de masa corporal (IMC) de 2.055 mujeres que habían tenido un bebé entre 1981 y 1983.
El equipo utilizó las recomendaciones de 1990 del Instituto de Medicina relacionadas con el aumento de peso durante el embarazo. Las guías parten del IMC de las mujeres antes de los nueve meses de gestación.
(El instituto actualizó las guías en el 2009). Veintiún años después, las mujeres que habían engordado demasiado durante el embarazo, según las guías, pesaban alrededor de 20 kilos más, las que habían engordado lo razonable, 14 kilos más, y las que habían subido muy poco, pesaban 9 kilos más.
La relación entre el aumento de peso y el IMC futuro fue cada vez más sólida tras considerar el IMC femenino antes del embarazo, publicó American Journal of Clinical Nutrition. Las que habían engordado demasiado durante el embarazo, según las guías, eran dos veces más propensas a sufrir sobrepeso y tenían cuatro veces más riesgo de ser obesas.
La relación no varió tras considerar factores como el ejercicio durante el embarazo o la duración de la lactancia materna. Es posible, señaló el equipo, que una mujer con un metabolismo predispuesto a generar obesidad tienda a engordar demasiado durante el embarazo y siga haciéndolo durante el resto de su vida.
"De todos modos, dado que no contamos con datos alimentarios suficientes, no podemos excluir la posibilidad de que los malos patrones alimentarios de las madres se mantengan (después del parto) y, por lo tanto, esto las haga retener el peso acumulado", agregó.
El equipo opinó también que se necesitan más estudios para comprender los mecanismos que favorecen el aumento del peso en el embarazo y para investigar qué estrategias permitirían controlarlo.
"Aún continúa el debate sobre si a una embarazada con sobrepeso se le debe recomendar la restricción calórica para reducir el riesgo potencial de aumentar demasiado de peso durante la gestación, porque eso podría afectar el crecimiento fetal", señalan los autores. Fuente: Reuters
Eso, probablemente, no sorprende a las nuevas madres que luchan por eliminar sus kilos de más, pero es el primer resultado que prueba que ese aumento puede permanecer por décadas
Existen evidencias de que el sobrepeso en el embarazo aumenta el riesgo de obesidad después del parto, pero pocos estudios habían analizado esta asociación más allá de un par de años después del parto.
El equipo de Abdullah A. Mamun, de la University of Queensland, en Herston, Australia, analizó el índice de masa corporal (IMC) de 2.055 mujeres que habían tenido un bebé entre 1981 y 1983.
El equipo utilizó las recomendaciones de 1990 del Instituto de Medicina relacionadas con el aumento de peso durante el embarazo. Las guías parten del IMC de las mujeres antes de los nueve meses de gestación.
(El instituto actualizó las guías en el 2009). Veintiún años después, las mujeres que habían engordado demasiado durante el embarazo, según las guías, pesaban alrededor de 20 kilos más, las que habían engordado lo razonable, 14 kilos más, y las que habían subido muy poco, pesaban 9 kilos más.
La relación entre el aumento de peso y el IMC futuro fue cada vez más sólida tras considerar el IMC femenino antes del embarazo, publicó American Journal of Clinical Nutrition. Las que habían engordado demasiado durante el embarazo, según las guías, eran dos veces más propensas a sufrir sobrepeso y tenían cuatro veces más riesgo de ser obesas.
La relación no varió tras considerar factores como el ejercicio durante el embarazo o la duración de la lactancia materna. Es posible, señaló el equipo, que una mujer con un metabolismo predispuesto a generar obesidad tienda a engordar demasiado durante el embarazo y siga haciéndolo durante el resto de su vida.
"De todos modos, dado que no contamos con datos alimentarios suficientes, no podemos excluir la posibilidad de que los malos patrones alimentarios de las madres se mantengan (después del parto) y, por lo tanto, esto las haga retener el peso acumulado", agregó.
El equipo opinó también que se necesitan más estudios para comprender los mecanismos que favorecen el aumento del peso en el embarazo y para investigar qué estrategias permitirían controlarlo.
"Aún continúa el debate sobre si a una embarazada con sobrepeso se le debe recomendar la restricción calórica para reducir el riesgo potencial de aumentar demasiado de peso durante la gestación, porque eso podría afectar el crecimiento fetal", señalan los autores. Fuente: Reuters
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