domingo, 9 de noviembre de 2008

Estudio indican que la mujeres embarazada aumentan su deseo sexual en la segunda etapa del embarazo

VIDA Y SALUD
Las preguntas más frecuente sobre las
relaciones sexuales durante el embarazo

1. ¿Se puede tener relaciones sexuales durante el embarazo

Lo más común es que la pareja tenga relaciones sexuales sin siquiera sospechar que la mujer está embarazada, de modo que al principio del embarazo la actividad sexual tiene la misma frecuencia e intensidad que antes.
Sin embargo, después de conocer el diagnóstico, se pueden dar varias situaciones que van desde mantener la actividad hasta no tener ninguna, ya sea por miedo o por otros motivos y sin que nada de ello afecte al embarazo.

Pero por lo general, cuando éste se aproxima a su término, las relaciones se dificultan por los cambios normales propios al proceso, que tienen que ver con la fatiga, las secreciones vaginales y la incomodidad por el aumento de volumen y peso.

2. En las primeras semanas de la concepción, ¿la actividad sexual provoca el aborto o propicia malformaciones en el feto?

No, en absoluto; la actividad sexual no provoca abortos ni genera malformaciones; si algo de esto sucede, se debe a otras causas; muy a menudo el aborto se debe precisamente a la existencia de irregularidades o malformaciones en el producto.

3. ¿Es normal que la mujer embarazada sufra cambios en su apetito sexual?

Si, es muy común y sobre todo durante el primer trimestre, porque la mujer siente menos deseo debido a náuseas, vómito, fatiga o dolor de cabeza.
En el segundo trimestre, cuando casi siempre estos síntomas ya han pasado, tanto el deseo como la actividad sexual se reanudan, por lo que se considera una etapa de equilibrio.
Y aunque no existe contraindicación alguna con respecto al sexo, , el tercer trimestre suele ser muy incómodo para la madre, por lo que el hombre, a quien el embarazo en le nada afecta su deseo, hará con su sexualidad esperamos lo que la pareja haya decidido de común acuerdo.

4. ¿Las relaciones sexuales provocan más en el trabajo de parto o hace que éste se adelante?

No, en absoluto. No existe sustento alguno para afirmar que el sexo pueda desencadenar el trabajo de parto en el tercer trimestre por las contracciones uterinas que la mujer tenga durante el orgasmo, y aunque puede haber un cambio en la frecuencia cardiaca del feto, es sólo transitorio e inocuo.
Por otra parte, el semen no modifica ni dilata el cuello del útero porque su cantidad es insuficiente. Esta duda puede surgir porque la prostaglandina es una sustancia (presente en el semen) que se usa para inducir el trabajo de parto.

5. ¿Sintomas de situaciones de riesgo durante el embarazo?

Las situaciones de riesgo más frecuentes que pueden representar riesgo clínico para el binomio madre e hijo son:

Sangrado vaginal después de tener relaciones sexuales en cualquier etapa del embarazo.
Inserción anormal o baja de placenta (es decir, cuando la placenta no se ubica correctamente) con o sin presencia de sangrado vaginal.
Sangrado uterino en cualquier etapa del embarazo sin motivo aparente.
Incompetencia cervical o debilidad del cuello uterino anterior al tratamiento con cerclaje (procedimiento que consiste en dar un punto de sutura en el cuello del útero para que éste no se dilate antes de tiempo; el punto se quita en el momento del parto).
Ruptura, o sospecha de ruptura, de la bolsa amniótica o fuente de agua.
Contracciones uterinas de moderadas a intensas en cualquier etapa del embarazo.
Pérdida reiterada de embarazos en el primer trimestre.
Antecedentes de parto prematuro.
Haberse realizado estudios de amniocentesis o de biopsia corial, que implicaron la toma demuestras de la placenta.
Haber estado en riesgo, o haber sufrido enfermedad en embarazos anteriores.
Haber sufrido un traumatismo abdominal durante el embarazo.

6. ¿Qué posiciones son las adecuadas para el acto sexual.?

No hay una contra idicacion para alguna posición solo la de que no debe haber molestia alguna, ni sangrado.

7. ¿El hombre se debe alejarse sexualmente de la pareja para mayor seguridad de la madre y el hijo?.

Al contrario, el hombre debe tener mayor cercanía con su pareja embarazada para incrementar los lazos de amor, afinidad y seguridad que motiven a la madre a cuidarse, sobre todo si existen situaciones clínicas de riesgo; el cariño y la cercania de la pareja favorecen la evolución del embarazo y aportan un enorme beneficio al binomio madre e hijo.

Con estos datos, no hay excusas para no gozar de una vida sexual activa a pesar de estar embarazada.
Según los estudios, durante los cuatro primeros meses la mujer pierde deseo sexual por los cambios en su cuerpo, pero durante la segunda etapa del embarazo es cuando más activa se encuentra sexualmente hablando. Todo beneficios incluso para aquellos para los que el sexo se convertía en un tabú de nueve meses.

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