jueves, 20 de agosto de 2009

Las elecciones en Afganistán se realizan entre miedo y la apatía para elegir un nuevo presidente

Karzai, el candidato
con más posibilidades
16 millones de votantes están
llamados a las urnas para
escoger presidente La campaña
electoral se ha caracterizado
por las cifras y los regalos

"Vamos a reunir a 40.000 mujeres", asegura el responsable de la campaña electoral de Abdulá Abdulá, el principal rival de Hamid Karzai en su carrera por la reelección a la Presidencia. Al día siguiente Abdulá tenía previsto hacer un mitin en el estadio de Kabul sólo para a mujeres. Pero en el estadio no se reunieron 4.000 mujeres, sino cuatro gatos. Como máximo, 2.000.

Entre ellas, Anisa Qadir, de 30 años, que tocada con un pañuelo azul, el color que ha identificado a la campaña electoral de Abdulá, se declara votante convencida de Karzai. "¿Entonces qué hace aquí?" "He venido por curiosidad", responde ambiguamente.

Ozra Ali Zada dice que ha llegado al estadio a las cinco y media de la mañana, y se queja de que son las diez y aún no le han dado nada. Finalmente hombres vestidos con uniforme aparecen con cajas de galletas, zumos y botellas de agua. Las mujeres se abalanzan sobre ellos, y se pelean por acaparar todo lo que pueden. Es lo más importante. El mitin es lo de menos.

Si por alguna cosa se ha caracterizado la campaña electoral para los comicios presidenciales y provinciales de este jueves en Afganistán ha sido por las cifras y los regalos. La obsesión de los candidatos ha sido demostrar su pretendida popularidad rodeándose de miles de personas. Y la de los asistentes a los mítines, salir de allí con algo en las manos.

Miedo
Dieciséis millones de votantes se han registrado para participar en los comicios de este jueves, pero visto lo que ha movido a la gente durante la campaña electoral —el estómago y los obsequios—, habrá que ver cuántos de facto se acercan a las urnas. Más aún teniendo en cuenta que hay miedo. Los talibán mantienen su amenaza de atacar los colegios electorales y, de hecho, muchos ya ni abrirán.

Kabul volvió a amanecer este miércoles desierta, sin casi circulación de vehículos ni gente, por segundo día consecutivo. Ese miércoles, no obstante, era festivo, se conmemoraba el día de la Independencia, pero no hubo ninguna celebración. A las seis de la mañana tres insurgentes se atrincheraron durante varias horas en la sede de un banco de la ciudad. La policía tuvo que intervenir y hubo un tiroteo. En el resto del país, también se registraron otros incidentes y muertos.

Este jueves, si ocurre algo, nadie se enterará: el Gobierno afgano ha decretado que los medios de comunicación no informen de los ataques durante la jornada electoral para no desmotivar a la los electores a ir a votar. Este miércoles en Kabul algunos votantes discutían cuál podría ser el colegio electoral más relativamente seguro. No hay censo electoral, así que pueden ir al que quieran.

Las opciones de los candidatos
El candidato con más posibilidades es el presidente, Hamid Karzai, a pesar de que la opinión general es que, durante su Gobierno, Afganistán ha ido a peor.

Karzai, de etnia pastún, no obstante, ha pactado con tres prominentes señores de la guerra de las etnias tayika, hazara y uzbeka, que le ayudarán a sumar votos. También cuenta con el favor de los gobernadores provinciales, nombrados a dedo por él, además de toda la maquinaria estatal, aunque teóricamente no la podría utilizar en su beneficio como candidato. Su campaña electoral se ha basado en la necesidad de negociar con los talibán para sacar a Afganistán del atolladero en el que se encuentra.

Detrás de Karzai se sitúa el doctor Abdullah Abdullah, tayiko y ex ministro de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno del presidente, estuvo implicado en el conflicto y formó parte de la Alianza del Norte, la coalición de señores de la guerra que lucharon unidos contra los talibán. De ahí, su gran influencia, a pesar de que su discurso político es francamente pobre.

No así el de Ramazan Basherdost, hazara y candidato revelación. Podría ser el tercero más votado. Ex ministro de Planificación en el primer Gobierno de Karzai, es uno de los pocos candidatos de los 38 que se presentan que habla abiertamente contra los señores de la guerra que actualmente ocupan lugares de poder en el Parlamento y Gobierno afganos. Fuente: El Mundo

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