miércoles, 19 de agosto de 2009

Los cinco enemigos que matan las pasiones para tener un buen sexo

Sexología
Bien sabido es que el estrés "atenta" contra el placer, pero hay otros factores que influyen para que las relaciones no sean todo lo naturales que debieran. Cómo revertirlos

Muchas mujeres revelan que jamás en sus vidas experimentaron un orgasmo. Si bien hay muchas razones por las cuales puede darse esta situación (desde algo orgánico hasta más bien psicológico) las causas más comunes son modificables.

El sitio Terra publicó que si el motivo es algún padecimiento físico, lo más efectivo y óptimo es la consulta con un especialista.

Para tener en cuenta

* Los complejos: No hay nada peor que estar en el momento de la intimidad, desnuda y concentrada en el rollito de más o en que sus caderas se ven más anchas de lo que quisiera. Cuando se desata la pasión lo más óptimo es que se olvide de los complejos, ya que de lo contrario será muy difícil pueda experimentar un orgasmo.

Profesionales aseguran que a los hombres no les
importan ese tipo de cosas cuando están en la cama.

* Ganas de ir al baño: no es poco común que una mujer, por no querer matar la magia, se aguante las ganas de orinar. Sin embargo, es bueno que sepa que eso puede impedir que alcance un orgasmo.

Así que será mejor detenerse,
ir al baño y volver y comenzar
de nuevo la tarea como buenos
alumnos.

* Estrés: es el enemigo número uno del placer. Nada peor que estar en un momento de pasión pensando en las cuentas, en las deudas, en las tareas del hijo. Con esa actitud sólo impedirá sentir placer.

* Posturas incómodas: pese a que haya hombres que gusten hacer el amor como trapecistas, para las mujeres no siempre eso es lo mejor, ya que hay posturas más simples que generan mayor placer.

Lo ideal será hablarlo con la pareja y exponer este punto. Es seguro que él preferirá darle placer que hacer acrobacias eróticas.

* Olvidarse de "la previa": el juego preliminar es muy importante para las mujeres, por lo que obviarlo muchas veces es sinónimo de terminar en algo no placentero.

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