Las condenas por violación a la ley migratoria son la principal causa de encarcelamiento.
Los presos de origen latino se han convertido en el mayor grupo poblacional del Sistema Federal de Prisiones de Estados Unidos.
Un 40% de todos los detenidos federales con sentencia son hispanos, frente a un 27 % de blancos, 23 % de negros y el restante 10% compuesto por asiáticos, indígenas estadounidenses u otros orígenes indeterminados.
La sobre representación latina se eleva a más del triple, considerando que sólo dan cuenta del 13% de la población total del país.
Los datos surgen de un trabajo publicado por el Centro Hispano Pew, un centro de investigación basado en Washington, a partir del análisis de los informes de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos (USSC, por sus siglas en inglés) entre 1991 y 2007.
Y todo parece indicar que la brecha crecerá aún más en el futuro cercano debido al aumento en las condenas por violaciones a las leyes migratorias, la principal causa por la que en la actualidad los hispanos terminan en las prisiones federales.
"Los datos aún no están disponibles, pero la evidencia publicada en otras fuentes sugiere que en 2008 hubo un notable incremento de este tipo de causas, presentadas por fiscales en todo el país", dijo a BBC Mundo Mark Hugo López, uno de los autores del informe.
Los números en proporción
Los presos federales, sin embargo, representan una parte relativamente pequeña de todos los convictos en el país.
De las 2.300.000 personas que permanecían encarceladas en 2007 en Estados Unidos, alrededor de 200.000 (un 8,6%) lo estaban en instalaciones federales, según datos de la Oficina de Estadísticas Judiciales.
Buena parte de los recursos se utilizaron en perseguir a inmigrantes por faltas no violentas en vez de ir, por ejemplo, tras delitos financieros o crímenes violentos como hubiera de esperarse
Judy Rabinovitz, vicedirectora de la ACLU
En las prisiones estatales un 19% de los detenidos son hispanos, un 36% blancos y un 39% negros.
En las cárceles locales en tanto, la proporción es 16%, 43% y 39% respectivamente.
La diferencia en el impacto de las condenas federales frente al resto no hace más que poner en perspectiva el peso que el tema migratorio tiene sobre la población hispana en Estados Unidos.
En 1991 los hispanos sólo representaban el 24% de los detenidos en instituciones federales comparado con el 40% en 2007.
Según López, el cambio en el perfil racial de los detenidos parece reflejar, por un lado, el aumento en los ingresos de personas indocumentadas en el país, y por el otro, un mayor celo en la aplicación de las leyes inmigratorias por parte de las autoridades.
"Sin duda ambas cuestiones contribuyeron a que hoy tengamos estos resultados, pero es muy difícil decir cual de las dos ha pesado más", señaló el investigador del Centro Hispano Pew.
Cambio de enfoque
Para los organismos defensores de los derechos humanos de los inmigrantes, el informe no hace más que reflejar la postura oficial vigente durante los últimos años en cuanto a "criminalizar" el tema migratorio.
No nos cabe duda de que el enfoque en arrestar y deportar inmigrantes tiene el objetivo de ofrecer al pueblo estadounidense un falso sentido de seguridad
Jorge Mario Cabrera Valladares, directivo de CHIRLA
Judy Rabinovitz, vicedirectora de la Unión para Las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés), considera que esta política no sólo ha tenido efecto sobre los individuos sino sobre todo el sistema judicial en su conjunto.
"Buena parte de los recursos se utilizaron en perseguir a inmigrantes por faltas no violentas en vez de ir, por ejemplo, tras delitos financieros o crímenes violentos como hubiera de esperarse", señaló.
Otro de los datos proporcionados por la investigación del Centro Hispano Pew parece sostener esta afirmación, al sugerir que la mayoría de los hispanos fueron condenados por hechos de menor cuantía.
Los hispanos sentenciados en las cortes federales en 2007 recibieron una sentencia promedio más corta -46 meses- frente a los 91 meses para los negros y 62 meses para los blancos. Fuente:BBC
Los presos de origen latino se han convertido en el mayor grupo poblacional del Sistema Federal de Prisiones de Estados Unidos.
Un 40% de todos los detenidos federales con sentencia son hispanos, frente a un 27 % de blancos, 23 % de negros y el restante 10% compuesto por asiáticos, indígenas estadounidenses u otros orígenes indeterminados.
La sobre representación latina se eleva a más del triple, considerando que sólo dan cuenta del 13% de la población total del país.
Los datos surgen de un trabajo publicado por el Centro Hispano Pew, un centro de investigación basado en Washington, a partir del análisis de los informes de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos (USSC, por sus siglas en inglés) entre 1991 y 2007.
Y todo parece indicar que la brecha crecerá aún más en el futuro cercano debido al aumento en las condenas por violaciones a las leyes migratorias, la principal causa por la que en la actualidad los hispanos terminan en las prisiones federales.
"Los datos aún no están disponibles, pero la evidencia publicada en otras fuentes sugiere que en 2008 hubo un notable incremento de este tipo de causas, presentadas por fiscales en todo el país", dijo a BBC Mundo Mark Hugo López, uno de los autores del informe.
Los números en proporción
Los presos federales, sin embargo, representan una parte relativamente pequeña de todos los convictos en el país.
De las 2.300.000 personas que permanecían encarceladas en 2007 en Estados Unidos, alrededor de 200.000 (un 8,6%) lo estaban en instalaciones federales, según datos de la Oficina de Estadísticas Judiciales.
Buena parte de los recursos se utilizaron en perseguir a inmigrantes por faltas no violentas en vez de ir, por ejemplo, tras delitos financieros o crímenes violentos como hubiera de esperarse
Judy Rabinovitz, vicedirectora de la ACLU
En las prisiones estatales un 19% de los detenidos son hispanos, un 36% blancos y un 39% negros.
En las cárceles locales en tanto, la proporción es 16%, 43% y 39% respectivamente.
La diferencia en el impacto de las condenas federales frente al resto no hace más que poner en perspectiva el peso que el tema migratorio tiene sobre la población hispana en Estados Unidos.
En 1991 los hispanos sólo representaban el 24% de los detenidos en instituciones federales comparado con el 40% en 2007.
Según López, el cambio en el perfil racial de los detenidos parece reflejar, por un lado, el aumento en los ingresos de personas indocumentadas en el país, y por el otro, un mayor celo en la aplicación de las leyes inmigratorias por parte de las autoridades.
"Sin duda ambas cuestiones contribuyeron a que hoy tengamos estos resultados, pero es muy difícil decir cual de las dos ha pesado más", señaló el investigador del Centro Hispano Pew.
Cambio de enfoque
Para los organismos defensores de los derechos humanos de los inmigrantes, el informe no hace más que reflejar la postura oficial vigente durante los últimos años en cuanto a "criminalizar" el tema migratorio.
No nos cabe duda de que el enfoque en arrestar y deportar inmigrantes tiene el objetivo de ofrecer al pueblo estadounidense un falso sentido de seguridad
Jorge Mario Cabrera Valladares, directivo de CHIRLA
Judy Rabinovitz, vicedirectora de la Unión para Las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés), considera que esta política no sólo ha tenido efecto sobre los individuos sino sobre todo el sistema judicial en su conjunto.
"Buena parte de los recursos se utilizaron en perseguir a inmigrantes por faltas no violentas en vez de ir, por ejemplo, tras delitos financieros o crímenes violentos como hubiera de esperarse", señaló.
Otro de los datos proporcionados por la investigación del Centro Hispano Pew parece sostener esta afirmación, al sugerir que la mayoría de los hispanos fueron condenados por hechos de menor cuantía.
Los hispanos sentenciados en las cortes federales en 2007 recibieron una sentencia promedio más corta -46 meses- frente a los 91 meses para los negros y 62 meses para los blancos. Fuente:BBC
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