Desde el Departamento de Estado aseguraron que trabajarán con "quien sea que encabece el gobierno israelí". No obstante, anticiparon que el nuevo Ejecutivo deberá "buscar la paz" en la región
"Las elecciones en Israel representan un reto para el presidente de los Estados Unidos", indicó el asesor de Obama, Robert Wood, luego de que quedara abierta la puerta hacia una administración derechista, encabezada por Netanyahu y Lieberman, tras los comicios de ayer.
Justamente, Washington aboga desde hace tiempo por la creación de un Estado Palestino en los territorios de la Franja de Gaza y Cisjordania, bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina, como solución al conflicto en Medio Oriente.
Sin embargo, tanto Netanyahu como Lieberman, se oponen a una retirada israelí de esos territorios, y son reticentes al plan norteamericano. Es dentro de ese debate, que el Departamento de Estado norteamericano auguró que "el nuevo gobierno israelí persiga el objetivo de la paz”.
A su vez, Wood descartó cualquier intromisión en política interna de Israel, y dijo que "corresponde a la gente de Israel" elegir al gobierno.
"El gobierno aún debe formarse. Nosotros mantendremos discusiones una vez que se haya establecido el Ejecutivo, con quien quiera que lo encabece", indicó el funcionario.
Respecto de las posiciones anti-árabes del partido Beitenu, Wood señaló que "no corresponde a los Estados Unidos realizar ese tipo de caracterización, sino al pueblo israelí".
"Nosotros tenemos una robusta agenda con el próximo gobierno, hemos trabajado desde hace años con distintos gobiernos, y aunque nosotros defendemos la solución de los dos Estados, no debemos adelantarnos", agregó.
Sin duda, uno de los puntos de coincidencias entre el bloque de centroderecha de Likud y Beitenu con los Estados Unidos es el rechazo a Hamas, y la necesidad de neutralizarlo como factor en la región. Fuente: IB
"Las elecciones en Israel representan un reto para el presidente de los Estados Unidos", indicó el asesor de Obama, Robert Wood, luego de que quedara abierta la puerta hacia una administración derechista, encabezada por Netanyahu y Lieberman, tras los comicios de ayer.
Justamente, Washington aboga desde hace tiempo por la creación de un Estado Palestino en los territorios de la Franja de Gaza y Cisjordania, bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina, como solución al conflicto en Medio Oriente.
Sin embargo, tanto Netanyahu como Lieberman, se oponen a una retirada israelí de esos territorios, y son reticentes al plan norteamericano. Es dentro de ese debate, que el Departamento de Estado norteamericano auguró que "el nuevo gobierno israelí persiga el objetivo de la paz”.
A su vez, Wood descartó cualquier intromisión en política interna de Israel, y dijo que "corresponde a la gente de Israel" elegir al gobierno.
"El gobierno aún debe formarse. Nosotros mantendremos discusiones una vez que se haya establecido el Ejecutivo, con quien quiera que lo encabece", indicó el funcionario.
Respecto de las posiciones anti-árabes del partido Beitenu, Wood señaló que "no corresponde a los Estados Unidos realizar ese tipo de caracterización, sino al pueblo israelí".
"Nosotros tenemos una robusta agenda con el próximo gobierno, hemos trabajado desde hace años con distintos gobiernos, y aunque nosotros defendemos la solución de los dos Estados, no debemos adelantarnos", agregó.
Sin duda, uno de los puntos de coincidencias entre el bloque de centroderecha de Likud y Beitenu con los Estados Unidos es el rechazo a Hamas, y la necesidad de neutralizarlo como factor en la región. Fuente: IB
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