“Hemos convenido en tener un sistema de cooperación global. No podemos enfrentar problemas del siglo XXI con enfoques del siglo XX”, expresó Barack Obama.
El mandatario norteamericano señaló como uno de los avances fundamentales del Grupo de los 20 “que las economías emergentes tengan mayor voz en el Fondo Monetario Internacional y contribuir así a que las economías emergentes y las más vulnerables salgan de la pobreza”.
“Tomamos medidas audaces para establecer un nuevo marco para un crecimiento sustentable. Tenemos un plan para evitar la catástrofe y ahora tenemos que pasar a la fase de creación de empleo, pero no podemos quedarnos allí”, indicó Obama.
“Cada uno tiene que evaluar las políticas para asegurarnos que la demanda apoye el crecimiento para todos. Tenemos que tener un sistema más sólido que el que falló”, apuntó, en referencia a la debacle financiera que frenó la actividad económica a nivel internacional.
El acuerdo
El G-20 respaldó la importancia de adoptar una "fórmula dinámica" en el Banco Mundial que refleje el cambiante peso político de los países y que se traduzca en un incremento del "al menos" 3% del poder de voto de los emergentes.
Ese incremento debería favorecer a aquellos países que están infrarrepresentados dada su contribución a la economía mundial.
El Grupo de los Veinte señaló en el comunicado final, tras su cumbre de dos días en Pittsburgh (Pensilvania), que los países que tienen un poder de voto excesivo en relación con su peso actual en la economía mundial cederán parte de su poder.
El grupo insistió además en la necesidad de "proteger" el poder de voto de los países más pobres.
Además, los jefes de Estado y Gobierno del G-20 pidieron al Banco Mundial que desempeñe un "papel clave" en la respuesta a aquellos problemas cuya naturaleza requiere una acción coordinada, como el cambio climático y la seguridad alimenticia.
Para finalizar el organismo insistió en la necesidad de que tanto el Banco Mundial como los bancos regionales de desarrollo tengan "suficientes recursos" para hacer frente a los actuales desafíos globales y poder llevar a cabo sus mandatos.
El G-20 también respaldó que los países ricos transfieran "por lo menos" un 5% de su voto en el FMI a las naciones en desarrollo.
La cesión del 5%, una propuesta de los Estados Unidos, que es inferior al 7% que pedían Brasil, China, Rusia e India, es un logro para los países emergentes y una pérdida para algunas naciones de Europa, que tendrán que renunciar a una parte de su capacidad de voto en el FMI.
El G20 está integrado por la Unión Europea, el G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y Rusia. Fuente: EFE
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