Los embajadores latinoamericanos y europeos que abandonaron Tegucigalpa regresarán a Honduras para promover el diálogo y tratar de evitar una explosión social tras el regreso de Manuel Zelaya, según indicó hoy la organización.Lo importante ahora es evitar "el desbordamiento en la embajada de Brasil", donde se asiló Zelaya, declaró el canciller español Miguel Angel Moratinos.
Las declaraciones de Moratinos fueron luego de una reunión con el secretario general de la OEA José Miguel Insulza y representantes de varios países latinoamericanos en la misión de España ante las Naciones Unidas.
"La situación es de enorme gravedad y queremos enviar un mensaje muy claro a las autoridades de facto de Honduras de que la comunidad internacional estará detrás del gobierno de Brasil, de la embajada, de la protección, de la seguridad, de la integridad", dijo Moratinos.
Por otra parte, Insulza anticipó luego del encuentro que la OEA enviará el viernes una misión a Tegucigalpa para buscar una salida a la crisis política.
En el día de hoy, sin embargo, el titular del gobierno de facto, Roberto Micheletti, criticó a la OEA y señaló a Insulza como a uno de los responsables de que "la gente no crea lo que sucede verdaderamente en Honduras".
De acuerdo a Micheletti, en Tegucigalpa hubo una "sucesión constitucional" y no un golpe de Estado pero Insulza "llegó aquí (a Honduras) y nos dijo lo que teníamos que hacer (restituir a Zelaya) sin ninguna justificación".
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