La resistencia a los antimicrobianos y su propagación mundial es el lema que el organismo propuso para el Día Mundial de la Salud, que se conmemora hoy.Un infectólogo alertó a Infobae.com que el mal uso de medicamentos por parte de la población es una de las principales causas de esta tendencia creciente
Vivimos una época de grandes avances médicos, que generó “medicamentos milagrosos” para tratar enfermedades que hace unas cuantas décadas, o incluso hace unos años en el caso del HIV/sida, eran mortales. Para el Día Mundial de la Salud 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzará una campaña mundial destinada a proteger esos medicamentos para las futuras generaciones.
El organismo exhortará, además, a los gobiernos y las partes interesadas a aplicar las políticas y prácticas necesarias para prevenir y contrarrestar la aparición de gérmenes ultrarresistentes, así como para proporcionar la atención necesaria a todas las personas gravemente afectadas por esos microbios.
En consulta al médico infectólogo Pablo Eduardo Bonvehí (MN 62648), quien preside la Sociedad Argentina de Infectología y es jefe de infectología del Cemic.
¿Cuál es la (o las) causa (s) de la cada vez más usual resistencia a los antimicrobianos?
Las causas son múltiples, entre las más importantes se pueden mencionar la utilización creciente de antimicrobianos en la población, lo cual genera más posibilidades de uso inadecuado por dosis insuficientes o por no completar los tratamientos.
Otras causas son las indicaciones de antimicrobianas innecesarias, muchas veces por desconocimiento, otras veces por no disponer de métodos diagnósticos que permitan descartar o confirmar la causa de la enfermedad.
También contribuyen a la diseminación de la resistencia el inadecuado control de infecciones y fallas en la prevención de dichas infecciones que hacen necesario el uso de antimicrobianos.
La aparición de resistencia también puede verse facilitada por medicamentos de baja calidad, que contengan concentraciones menores del antimicrobiano.
Otro aspecto a tener en cuenta es el uso de antimicrobianos en animales, ya que en muchos casos se utilizan en dosis subóptimas para estimular el crecimiento y desarrollo de dichos animales, pero al mismo tiempo esto facilita la aparición de resistencia que luego puede transmitirse a través de la cadena alimentaria al ser humano.
Justamente sobre este último tema la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) junto con el Instituto Nacional de Epidemiología de Mar del Plata, llevarán a cabo un taller en el marco del Congreso SADI 2011 (21 de mayo en Mar del Plata), con la participación de epidemiólogos, infectólogos, especialistas en terapia intensiva, microbiólogos, veterinarios, enfermeros en control de infecciones y farmacéuticos que permitirá obtener un documento que seguramente servirá como guía para el uso adecuado de antimicrobianos en este ámbito.
¿Qué consecuencias puede acarrear?
La resistencia a los antimicrobianos disminuye la capacidad de los mismos para tratar distintas infecciones. Esto es válido no sólo para los antibióticos, sino también para los antivirales, las drogas contra las infecciones debidas a hongos (antifúngicos) y los antiparasitarios.
En la actualidad, la resistencia a los antimicrobianos se transmite rápidamente de un lugar a otro del mundo y una forma de resistencia que se detecta, por ejemplo, hoy en la India a los pocos meses puede encontrarse en América y viceversa.
¿Afecta de algún modo a los medicamentos que puedan estar en estudio?
Si los mecanismos por los cuales actúa un nuevo antimicrobiano que está en estudio, pueden ser neutralizados por gérmenes que desarrollan resistencia a través del bloqueo de dicho mecanismo, ese nuevo antimicrobiano va a carecer de utilidad en muchos casos, por lo tanto seguramente su futura utilidad será incierta.
¿Qué medidas deberían tomarse dentro de los centros de salud contra los virus intrahospitalarios?
El mayor desafío en la actualidad en los centros de salud son las bacterias multirresistentes, para esto en la mayoría de los hospitales se adoptan medidas de control de infecciones que tienen como objetivo evitar la diseminación de gérmenes multirresistentes.
Esas medidas incluyen como principal instrumento el lavado de manos antes y después del contacto con el paciente y en algunos casos la utilización de métodos de barrera como son el uso de guantes, camisolín o barbijo.
Además de estas medidas, es muy importante contar con guías para el uso prudente y adecuado de antibióticos dentro del centro de salud. También se debe contar con un sistema de vigilancia que permita detectar en forma precoz los casos de infecciones por gérmenes multirresistentes ya que si no se los detecta en forma precoz se facilita la diseminación de los mismos.
¿Es posible revertir la tendencia?
Si todos aquellos que tienen relación con el uso de antimicrobianos toman conciencia del impacto que esto tiene en la aparición de resistencia y al mismo tiempo las autoridades sanitarias internacionales y nacionales toman este tema como una prioridad, es posible que se pueda revertir.
¿Es posible prevenir y contrarrestar la aparición de gérmenes ultrarresistentes?
Los gérmenes ultrarresistentes o multirresistentes son aquellos para los cuales hay muy pocas o ninguna alternativa de tratamiento antimicrobiano.
Las medidas de control de infecciones estrictas y el uso adecuado de antimicrobianos son las herramientas que permiten prevenir y contrarrestar estas situaciones. Fuente: IBD
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