martes, 28 de abril de 2009

Más de la mitad de las personas que mueren por insuficiencia cardiaca padecían de apneas del sueño

VIDA Y SALUD
Arritmias, hipertensión y bajo rendimiento son algunas de las consecuencias de un sueño interrumpido, señalan los expertos.

Un sueño interrumpido por las noches puede traer más problemas de los que se creería, sobre todo si se debe a las apneas, una enfermedad caracterizada por pausas en la respiración mientras dormimos.

Este problema y la importancia del buen dormir fue el eje de un encuentro que se realizó el 17 de abril en el Hospital Universitario Austral, en el cual participaron especialistas en Medicina del Sueño de reconocido prestigio y nacional e internacional.

La primera, y tal vez la más peligrosa, asociación entre apneas del sueño y salud es su impacto en el aparato cardiovascular. El Dr. David White, profesor de la Universidad de Harvard, dio una conferencia en la cual destacó que “hipertensión, diabetes, infarto y ACV tendrían alguna vinculación con las apneas del sueño”.

“Las apneas producen que el oxígeno en la sangre disminuya y aumente en forma cíclica debido a las pausas en la respiración, lo cual repercute en la salud cardiovascular”, sintetizó. Mostró datos que demuestran que la hipertensión se eleva con cada apnea y que quienes las sufren tienen dos y hasta cuatro veces más probabilidad de desarrollar arritmias complejas.

Por otra parte, el Dr. White citó en su presentación un estudio observacional conocido como The Wisconsin Sleep Cohort, que lleva adelante el Instituto Nacional del Corazón, el Pulmón y la Sangre en los Estados Unidos.

Los investigadores hallaron que adultos de entre 30 y 60 años con apenas del sueño tenían entre dos y tres veces más riesgo de morir por cualquier causa que aquellos que no padecían la enfermedad.

Este dato coincide con otras investigaciones que indican que la prevalencia de la apnea en pacientes que mueren por falla cardiaca es del 40 al 70%. El Dr. White reforzó la importancia de detectar y tratar a tiempo esta patología, que muchas veces pasa desapercibida.

El sueño al volante, igual de peligroso que el alcohol

“Fatiga, sueño, alerta y estrés en grupos de riesgo”, fue otra conferencia central del simposio. El Dr. Daniel Cardinali, profesor de la UBA e investigador del CONICET, describió las consecuencias de vivir en una “sociedad privada del sueño”:

“Nuestro diseño fisiológico requiere 8 horas de sueño, mientras que el promedio es de 6: es insuficiente”. Afirma que en los últimos 40 años las horas de sueño se redujeron en un 25%.

Entre los efectos que esto genera en el organismo se destaca la somnolencia durante el día, que provoca falta de atención, fatiga, aumento de los errores, menor capacidad de aprendizaje, menor capacidad de alerta y de resolver problemas, entre otros.

Tan graves pueden llegar a ser los síntomas de la somnolencia que muchas veces es responsable de choques automovilísticos: de hecho, el Dr. Cardinali mencionó, en base a estudios publicados, que “después de 17-18 horas de estar despiertos, la reacción del organismo es semejante a la que tendría alguien con un grado de alcoholemia de 0,5 (por encima del límite permitido para conducir)”.

El Dr. Cardinali junto con el Dr. Daniel Pérez Chada, jefe del Servicio de Neumonología del Hospital Austral, acaban de finalizar un estudio en el que evaluaron las condiciones de trabajo de los conductores de colectivos en relación con estrés, sueño y alerta.

Entre enero y diciembre de 2008 obtuvieron datos de 1023 trabajadores. Los resultados que se publicarán próximamente, confirman que “Es necesaria una toma de conciencia y la promoción del valor del sueño”, concluyeron los investigadores. Esta informacion fue ofrecida por el departamento de prensa del Hospital Universitario Austral.

Dr. Daniel Pérez Chada
Jefe del Servicio de Neumonología
Hospital Universitario Austral

1 comentario:

  1. Estoy tratado de apneas del sueño del año 1996, fui transportista por cuenta propia en el área de mudanzas. Si la actividad la hubiese desarrollado por cuenta ajena, puedo decir, que hoy no escribiría estas líneas. En ruta yo me marcaba los tiempos de circulación, pues era conciente de mi somnolencia, los síntomas de apneas y piernas inquietas. Recuerdo tenerlos desde los 7 años, en la actualidad tengo 58.
    Mi tratamiento es de por vida.
    Saludos cordiales
    Miguel Amorós:
    Asociación pacientes apneas del sueño de España. APNESUE
    www.apneas-apneas.blogspot.com

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