Hoy, asumirá como el primer presidente negro de los Estados Unidos, Jurará sobre la misma Biblia que usó en 1861 Abraham Lincoln, figura central en la abolición de la esclavitud.
Se espera la llegada de 5.000.000 de personas y un operativo de seguridad sin precedentes.
El día tan esperado para Barack Obama llegó y, bajo gélidas temperaturas y un enorme fervor popular, jurará (a las 14 hora argentina) como el primer presidente negro de los Estados Unidos ante una asistencia récord y un operativo de seguridad sin precedentes en la historia del país.
"Juro solemnemente que desempeñaré legalmente el cargo de presidente de los Estados Unidos y que sostendré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos, empleando en ello el máximo de mis facultades" será el texto del juramento presidencial que se realizará en las escaleras del Capitolio desafiando el frío.
La asunción en las escalinatas del Capitolio seguirá el protocolo tradicional, con la jura del cargo entre dos oraciones, una "Invocación" y una "Bendición" a cargo de dos pastores. En el medio, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, guiará al nuevo presidente en el juramento sobre la misma Biblia que usó en 1861 Abraham Lincoln, el prócer que más admira Obama.
Ya investido, el presidente recorrerá los 2,5 kilómetros de la avenida Pensilvania en una limusina Cadillac estrenada para la ocasión capaz de resistir hasta el estallido de una bomba. Una vez en la Casa Blanca, Obama presenciará el desfile en su honor en una tribuna cubierta y blindada por los cuatro costados.
La "caja" en que quedó convertido el palco permitirá además a Obama, y a su reducido grupo de privilegiados, disfrutar de calefacción: todo un lujo cuando en el exterior se espera que el termómetro alcance los tres grados de máxima en todo el día.
Millones de personas y millones en seguridad
Para la histórica toma de posesión del poder de Obama, se espera que lleguen 5.000.000 de personas, debido a la enorme capacidad del mandatario electo de convocar multitudes durante su campaña electoral.
Diez pantallas gigantes, centenares de altoparlantes, 10.000 policías y 12.000 soldados controlarán a la multitud que acompañará la ceremonia cuyo costo ascenderá a u$s75 M y estará financiado por donaciones.
Los cerca de 25.000 policías y soldados que custodiarán desde tierra, aire y los ríos que rodean a Washington la que será la primera asunción de un presidente norteamericano desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, tendrán la doble misión de proteger al investido mandatario y a la multitud que se espera para el evento.
La situación será tan límite que el presidente saliente, George W. Bush, declaró el estado de emergencia en el Distrito de Columbia desde el pasado sábado hasta el próximo miércoles, lo que supondrá que la ciudad recibirá u$s15 M del gobierno federal para hacer frente a los gastos de la investidura.
Otras medidas de seguridad incluirán el despliegue de equipos detectores de agentes químicos y bacteriológicos, el cierre de puentes de acceso a la ciudad y la veda al tránsito vehicular en una extensa área alrededor de la zona de eventos.
El operativo incluye también la protección del público que se espere llenará ambos lados de la avenida Pensilvania -que empieza en el Capitolio y termina en la Casa Blanca- los alrededores del Congreso y gran parte, si no todo, del Mall, la enorme explanada que se extiende hasta el monumento a Lincoln.
Los medios, con Obama
La cobertura mediática, con miles de periodistas de Estados Undios y todo el mundo, también promete ser espectacular. Una de las cadenas de noticias norteamericanas, MSNBC, logró un acuerdo con una empresa de distribución cinematográfica para transmitir la asunción en 27 salas de cines del país.
Los principales diarios del país ya anunciaron ediciones especiales conmemorativas, y hasta la señal deportiva ESPN transmitirá por primera vez una asunción presidencial.
El día tan esperado para Barack Obama llegó y, bajo gélidas temperaturas y un enorme fervor popular, jurará (a las 14 hora argentina) como el primer presidente negro de los Estados Unidos ante una asistencia récord y un operativo de seguridad sin precedentes en la historia del país.
"Juro solemnemente que desempeñaré legalmente el cargo de presidente de los Estados Unidos y que sostendré, protegeré y defenderé la Constitución de los Estados Unidos, empleando en ello el máximo de mis facultades" será el texto del juramento presidencial que se realizará en las escaleras del Capitolio desafiando el frío.
La asunción en las escalinatas del Capitolio seguirá el protocolo tradicional, con la jura del cargo entre dos oraciones, una "Invocación" y una "Bendición" a cargo de dos pastores. En el medio, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, guiará al nuevo presidente en el juramento sobre la misma Biblia que usó en 1861 Abraham Lincoln, el prócer que más admira Obama.
Ya investido, el presidente recorrerá los 2,5 kilómetros de la avenida Pensilvania en una limusina Cadillac estrenada para la ocasión capaz de resistir hasta el estallido de una bomba. Una vez en la Casa Blanca, Obama presenciará el desfile en su honor en una tribuna cubierta y blindada por los cuatro costados.
La "caja" en que quedó convertido el palco permitirá además a Obama, y a su reducido grupo de privilegiados, disfrutar de calefacción: todo un lujo cuando en el exterior se espera que el termómetro alcance los tres grados de máxima en todo el día.
Millones de personas y millones en seguridad
Para la histórica toma de posesión del poder de Obama, se espera que lleguen 5.000.000 de personas, debido a la enorme capacidad del mandatario electo de convocar multitudes durante su campaña electoral.
Diez pantallas gigantes, centenares de altoparlantes, 10.000 policías y 12.000 soldados controlarán a la multitud que acompañará la ceremonia cuyo costo ascenderá a u$s75 M y estará financiado por donaciones.
Los cerca de 25.000 policías y soldados que custodiarán desde tierra, aire y los ríos que rodean a Washington la que será la primera asunción de un presidente norteamericano desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, tendrán la doble misión de proteger al investido mandatario y a la multitud que se espera para el evento.
La situación será tan límite que el presidente saliente, George W. Bush, declaró el estado de emergencia en el Distrito de Columbia desde el pasado sábado hasta el próximo miércoles, lo que supondrá que la ciudad recibirá u$s15 M del gobierno federal para hacer frente a los gastos de la investidura.
Otras medidas de seguridad incluirán el despliegue de equipos detectores de agentes químicos y bacteriológicos, el cierre de puentes de acceso a la ciudad y la veda al tránsito vehicular en una extensa área alrededor de la zona de eventos.
El operativo incluye también la protección del público que se espere llenará ambos lados de la avenida Pensilvania -que empieza en el Capitolio y termina en la Casa Blanca- los alrededores del Congreso y gran parte, si no todo, del Mall, la enorme explanada que se extiende hasta el monumento a Lincoln.
Los medios, con Obama
La cobertura mediática, con miles de periodistas de Estados Undios y todo el mundo, también promete ser espectacular. Una de las cadenas de noticias norteamericanas, MSNBC, logró un acuerdo con una empresa de distribución cinematográfica para transmitir la asunción en 27 salas de cines del país.
Los principales diarios del país ya anunciaron ediciones especiales conmemorativas, y hasta la señal deportiva ESPN transmitirá por primera vez una asunción presidencial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario