El comienzo de una nueva
era en los Estados Unidos
Wasington, DC.- (Enero 20), La Esperanza y espíritu de superación para afrontar la mayor crisis económica en 70 años.
Ése ha sido el hilo conductor del discurso que ha pronunciado este martes Barack Obama tras convertirse en el 44º presidente de Estados Unidos entre una expectación sin precedentes. "El mundo ha cambiado y debemos cambiar con él", ha proclamado el hombre en quien depositan sus esperanzas cientos de millones de almas en todo el planeta.
El nuevo presidente de Estados Unidos, ha elegido la crisis, tanto económica como de prestigio, que enfrenta su país como hilo conductor del discurso más importante de su vida hasta ahora. Pero también el "espíritu" y la capacidad de su país, de sus ciudadanos, para salir de ella.
Una vez más, como en la campaña electoral que le llevó hasta la escalinata del Capitolio donde ha jurado su cargo ante la misma Biblia en que lo hizo Abraham Lincoln en 1861, Obama ha apelado a la "esperanza" y al espíritu de superaciónde de los estadounidenses para afrontar los enormes retos que tiene por delante y superarlos.
Nada más tomar juramento ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, Obama ha pronunciado un discurso en el que ha descrito la enormidad de los retos que afronta en su recién estrenado mandato, en particular la crisis económica, la peor en décadas, "fruto de la codicia y la irresponsabilidad de algunos", pero también del "fracaso colectivo a la hora de tomar decisiones difíciles".
"Hoy os digo que los retos que enfrentamos son reales, son serios y son muchos", ha dicho. "No podremos superarlos fácilmente o en un corto periodo de tiempo. Pero sabed esto, Estados Unidos, los superaremos".
"Empezando desde hoy, debemos levantarnos del suelo, sacudirnos el polvo y comenzar de nuevo el trabajo de reconstruir Estados Unidos", que sigue siendo la nación más próspera y poderosa de la Tierra".
Ha explicado a sus compatriotas, a los que ha comenzado llamado "compañeros ciudadanos" (fellow citizens), que estaban todos reunidos frente al Capitolio porque habían elegido "la esperanza frente al miedo, la voluntad de actuar en conjunto antes que el conflicto y la discordia".
Ese espíritu es el que debe servir para sacar a Estados Unidos de la crisis.
"Vamos a proclamar el fin de las reclamaciones mezquinas y las falsas promesas, de las recriminaciones y los dogmas gastados que han ahogado nuestra política durante mucho tiempo".
La jura de Obama se llevó a cabo unos minutos después de lo previsto -las doce del mediodía - dado que la ceremonia comenzó un poco más tarde, por eso, técnicamente, Obama se convirtió en Presidente de Estados Unidos, un poco antes de la Juramentación, ya que la Constitución indica que el traspaso de poderes se produce al mediodía del 20 de enero.
Con un sol radiante, pero un frío intenso, Obama juró sobre la misma Biblia que en 1861 utilizó Abraham Lincoln. La sujetaba su esposa Michelle Obama, quien contemplaba emocionada el momento, al igual que sus dos hijas, Sasha y Malia.
La fórmula de juramento dice exactamente: "Juro solemnemente desempeñar con toda fidelidad el cargo de presidente de los Estados Unidos y hasta el límite de mi capacidad, preservar y proteger la Constitución de los Estados Unidos". Le tomó juramento del cargo el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts.
Momentos antes había jurado el cargo el vicepresidente Joseph Biden, quien lo hizo ante el juez del Tribunal Supremo John Paul Stevens.
En la tribuna presidencial del Capitolio se dieron cita, como es habitual en estos casos, los ex-presidentes de Estados Unidos, vivos: George W. Bush, Bill Clinton, George Bush padre -que daba una imagen muy desmejorada, con problemas para andar- y Jimmy Carter. Todos ellos estuvieron acompañados por sus esposas.
Antes de que entrara Obama en la tribuna presidencial, lo hicieron su esposa Michelle, que llevaba un conjunto de vestido y abrigo en un tono pistacho dorado, con sus dos hijas, Malía, con un abrigo azul eléctrico, y Sasha, vestida en tonos naranjas.
Obama ha llamado a los ciudadanos de Estados Unidos, al comienzo de una "nueva era de responsabilidad, de reconocimiento, por parte de cada estadounidense de que tenemos obligaciones hacia nosotros mismos, hacia nuestra nación y hacia el mundo", marcando distancias con el anterior inquilino de la Casa Blanca, George W.Bush, ya devenido en ciudadano de a pie.
"Para nuestra defensa, rechazamos como falsa la elección entre nuestra seguridad y nuestros ideales", ha dicho, añadiendo que "lo que los cínicos no entienden es que el suelo se ha movido bajos sus pies", que se han terminado las "reclamaciones mezquinas y las falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas gastados que han ahogado nuestra política durante mucho tiempo".
"Lo que nos preguntamos hoy no es si el Gobierno es demasiado grande o demasiado pequeño, sino si funciona, si ayuda a las familias a encontrar trabajos con salarios decentes, una sanidad que puedan pagar o una jubilación digna".
También se ha referido a los retos de seguridad que afronta el país, inmerso en dos guerras, en Irak y Afganistán. Sobre Irak, ha anunciado una retirada de las tropas "responsable", mientras que se ha comprometido a ayudar a forjar la paz en Afganistán, además de un nuevo marco de relaciones, "un nuevo camino, basado en los mutuos interés y respeto", con el mundo musulmán.
A los que amenazan Estados Unidos, a los terroristas, les ha dicho que la determinación de Estados Unidos, seguirá firme. " decimos que nuestro espíritu es fuerte y no se puede romper. No nos sobreviviréis, os venceremos". De cara al exterior, ha afirmado que el poder de Estados Unidos, "por sí solo no nos puede proteger, ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca".
"A todos los pueblos y gobiernos que nos están viendo hoy, desde las mayores capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre [en Kenia]: Sabed que Estados Unidos es un amigo de cada nación y cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad, y que estamos listos para ser líderes una vez más".
LA ENTRADA EN LA CASA BLANCA
El presidente electo hizo el corto recorrido entre la Casa Blanca y el Capitolio, de algo más de dos kilómetros, en el mismo vehículo que George W. Bush, seguidas de cerca por otro vehículo en el que iban con Laura Bush y Michelle Obama.
Cheney termina sus día en el Gobierno en silla de ruedas
El vicepresidente saliente, Dick Cheney, termina sus días en el Gobierno en silla de ruedas, tras sufrir ayer un tirón en la espalda mientras movía unas cajas durante la mudanza a su nuevo hogar.
Las cadenas de televisión mostraron imágenes del vicepresidente saliente, con un bastón en ristre, y llevado en una silla de ruedas por una ayudante, cuando salía de la Casa Blanca, donde asistió a un desayuno junto con Barack Obama, John Biden y George W. Bush.
El vicepresidente saliente cuenta con un largo historial de dolencias del corazón y ha padecido cuatro infartos. El senador Edward Ted Kennedy, que sufre un tumor cerebral maligno, se ha desmayado durante el almuerzo posterior a la toma de posesión de Obama.
La ciudad está rodeada por impresionantes medidas de seguridad y, aunque el día es soleado, el frío es muy intenso. No se espera que el termómetro supere en ningún momento los 0 grados centígrados. El centro de Washington es hoy prácticamente peatonal y sólo se accede mediante el metro, que experimenta una actividad febril y muchos retrasos. Vía: PD
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