domingo, 25 de enero de 2009

Barack Obama comenzó a derribar los muros heredados por George Bush

Los Estados Unidos es presa de las "crisis"de dos guerras, en Irak y Afganistán, su peor recesión desde hace tiempo, y una profunda crisis de confianza

WASHINGTON. — El presidente estadounidense, Barack Obama, empezó sin dilación a deshacer las políticas de su predecesor, George W. Bush, comenzando por las decisiones más significativas, para confortar las inmensas esperanzas de cambio puestas en él.

Pero, por las preguntas que dejan sin respuesta, estas primeras decisiones (como la orden de cierre de la cárcel de Guantánamo) dan una idea de la inmensa tarea a la que se enfrenta Obama.

El mandatario en persona preparó a los estadounidenses el martes al pronunciar, en medio de la gran fiesta por su investidura, un discurso marcado por la sombría realidad del momento: Estados Unidos es presa de las "crisis", dos guerras, en Irak y Afganistán, su peor recesión desde hace tiempo, y una profunda crisis de confianza.

Ante cientos de miles de espectadores, y bajo la mirada del mundo entero, Barack Obama hizo sin embargo varias promesas: los desafíos serán afrontados, el presidente y los estadounidenses actuarán para "reconstruir Estados Unidos". En presencia de Bush, el primer presidente negro del país también prometió cambio y reconciliación.

Ese mismo día, lejos de los bailes de investidura de Washington, era anunciada en Guantánamo la suspensión de los juicios por tribunales de excepción (militares) de los sospechosos de terrorismo, preludio de otras decisiones, que aunque esperadas resultan todavía más llamativas.

El jueves rompió con las prácticas antiterroristas instauradas bajo el gobierno de Bush, origen de numerosas controversias: la cárcel de Guantánamo deberá cerrarse en un año como mucho, los estadounidenses tendrán que ajustarse ahora a las convenciones de Ginebra y al manual que proscribe los malos tratos contra los prisioneros, y la CIA deberá cerrar sus cárceles secretas en el extranjero.

Al día siguiente, Obama cumplía otra promesa y derogó la prohibición que proscribía todo financiamiento del Estado federal a organizaciones que practican o favorecen el aborto en el extranjero.

Mientras tanto, el presidente reunía a sus responsables militares para hacer avanzar la planificación de la retirada de los soldados desplegados en Irak por su predecesor para llevar acabo una guerra que profundizó considerablemente las divisiones entre los estadounidenses.

Obama mostró igualmente su intención de implicarse en los problemas de Medio Oriente que Bush se vio reprochar reiteradamente por haber tardado demasiado en hacerlo.

El mandatario decretó asimismo nuevas reglas morales para sus colaboradores, aunque éstas conllevan algunas excepciones.

El cierre de Guantánamo plantea cuestiones complejas, a las que el gobierno de Obama dice tener un año para responder, entre las cuales, ¿qué hacer con los prisioneros que no puedan ser liberados o juzgados en Estados Unidos?

Y aunque ha prohibido los métodos de interrogatorios de la CIA, denunciados por muchos como actos de tortura, el gobierno de Obama se ha guardado un margen de maniobra más bien oscuro en cuanto a la forma en que los sospechosos de terrorismo podrán ser interrogados o juzgados.

Los adversarios republicanos del presidente vieron asimismo en el decreto sobre el aborto, el desmentido de Obama hacia sus promesas de acuerdo.

Sin embargo, la prioridad absoluta de los estadounidenses sigue siendo la economía. Presidencia Bush u Obama, cada día conlleva su lote de despidos. La baja de los valores bursátiles privaron al madatario de todo estado de gracia en Wall Street el día de su investidura. Dos días más tarde, nuevas cifras del departamento de Comercio revelaron que el marasmo del sector inmobiliario, desde donde se propagó la crisis, continúa. Fuente: AFP

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