Nunca creo cuando se censura un anuncio ''salvo excepciones'' quienes hacen los anuncios y, sobre todo, quien lo paga, sabe muy bien las leyes que afectan la publicidad de ese tipo
Al final se convierte en una nueva táctica para obterner publicity gratuita y conseguir que se hable de ellos en todos los lados. Calvin Klein Jeans usa esta técnica para promocionar su línea Primavera-Verano 2009.
Para ello, cambian a David Sims, quien ha firmado la última campaña de la primera línea por Steven Meisel (magnífico su trabajo en Prada opuesto al hecho para Louis Vuitton) para que a través de la provocación y los cuerpos desnudos consiga la relevancia buscada.
Meisel desnuda a las modelos Anna Selezneva, Anna Maria Jagodzinska y a Natasha Poly para que bajo un efecto de cámara de seguridad se vea una escena al estilo voyeur sobre un sillón. Oscuridad, apariencia de poca calidad y lo más importante para el morbo: sin censura.
Esta es la diferencia entre un mal anuncio, buscando sólo el morbo y la magia de editoriales como el protagonizado por Lara Stone para Vogue París. El sexo no es fácil de plasmar con arte pero sí es fácil de hacerlo de forma pobre. La campaña en imágenes tampoco difiere mucho del resultado. En próximos días la analizaremos.
No es la primera vez que Calvin Klein hace algo así. En verano lo hicieron con Eva Mendes para Secret Obsession, también censurado, y les debió funcionar tan bien, que ahora vuelven a repetir la técnica. Vía: Tendencia
Vídeo: Cortesía de YouTube
Al final se convierte en una nueva táctica para obterner publicity gratuita y conseguir que se hable de ellos en todos los lados. Calvin Klein Jeans usa esta técnica para promocionar su línea Primavera-Verano 2009.
Para ello, cambian a David Sims, quien ha firmado la última campaña de la primera línea por Steven Meisel (magnífico su trabajo en Prada opuesto al hecho para Louis Vuitton) para que a través de la provocación y los cuerpos desnudos consiga la relevancia buscada.
Meisel desnuda a las modelos Anna Selezneva, Anna Maria Jagodzinska y a Natasha Poly para que bajo un efecto de cámara de seguridad se vea una escena al estilo voyeur sobre un sillón. Oscuridad, apariencia de poca calidad y lo más importante para el morbo: sin censura.
Esta es la diferencia entre un mal anuncio, buscando sólo el morbo y la magia de editoriales como el protagonizado por Lara Stone para Vogue París. El sexo no es fácil de plasmar con arte pero sí es fácil de hacerlo de forma pobre. La campaña en imágenes tampoco difiere mucho del resultado. En próximos días la analizaremos.
No es la primera vez que Calvin Klein hace algo así. En verano lo hicieron con Eva Mendes para Secret Obsession, también censurado, y les debió funcionar tan bien, que ahora vuelven a repetir la técnica. Vía: Tendencia
Vídeo: Cortesía de YouTube
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