aseguran
que estar
la moda
es otro peligro
Un reciente estudio asegura que el pelo artificial puede traer problemas a la propia cabellera. Alertan por la pérdida de cabello permanente
Los científicos aseguran que estar a la moda sumaría otro peligro: que el cabello natural sufra serias consecuencias.
Los científicos aseguran que estar a la moda sumaría otro peligro: que el cabello natural sufra serias consecuencias.
De acuerdo a una reciente investigación, la colocación de extensiones podría producir la caída del pelo natural y también una pérdida de su brillo, informó el sitio ElMundo.es.
Juan Ferrando, médico consultor del servicio de Dermatología del Hospital Clinic de Barcelona, explicó que "muchas de las personas que tienen poco pelo, alopecia, cabello frágil y débil utilizan extensiones para aumentar el pelo. Lo que ocurre en estos casos es que la tracción que ejercen la extensiones sobre este pelo, ya debilitado, facilita su pérdida".
Si bien los últimos estudios al respecto se centran en la población africana, Antonella Tosti, del departamento de Dermatología de la Universidad de Bolonia, Italia, realizó uno en Europa que dio los mismos resultados: las extensiones atentan no sólo contra la fuerza del cabello sino también contra el brillo natural.
En este último caso, "al no airearse lo suficiente, su pelo natural pierde brillo y textura en la parte cubierta por las extensiones", señaló la especialista.
La alopecia
Federico Cardona, cirujano estético de la madrileña Clínica del Valle, explicó que "el cuerpo humano está diseñado para soportar el peso que le corresponde por cada órgano", por lo que agregar pelo atentaría contra la naturaleza capilar.
Para el especialista, la extensiones, pequeñas y finas trenzas, rulos, moños o cualquier otro elemento que se utilice en la cabeza estira el cabello con fuerza, fomentando la alopecia o pérdida del mismo en la zona traccionada. Ésta puede "ser transitoria u originar alopecia cicatricial, en la que el pelo no se recupera", agregó Vicente Marco Esteban, dermatólogo del Hospital de Torrevieja (Alicante).
En la mayoría de los casos, con dejar de utilizar elementos externos el cabello se recupera, pero si se trata de una alopecia cicatricial es necesario el tratamiento médico.
Cómo reducir los riesgos
En principio, los especialistas recomiendan tener en cuenta de qué está hecho el cabello artificial que se va a agregar. "Si las extensiones son de material sintético es muy probable que se desarrollen alergias severas, dermatitis de contacto y atrofia cutánea, lo que ensombrece aún más el pronóstico de una posible recuperación de los cabellos desprendidos", sostuvo Cardona.
Por su parte, Tosti aconsejó que las extensiones no sean más largas que la longitud del cabello natural multiplicada por dos.
"Es importante alinear las cutículas en la misma dirección del cabello natural, es decir, desde la raíz hasta las puntas. Esto facilita el peinado, minimiza los enredos y proporciona más brillo al pelo. No obstante, no recomendamos el uso de extensiones a largo plazo, especialmente si existe enfermedad del cuero cabelludo", finalizó.
Juan Ferrando, médico consultor del servicio de Dermatología del Hospital Clinic de Barcelona, explicó que "muchas de las personas que tienen poco pelo, alopecia, cabello frágil y débil utilizan extensiones para aumentar el pelo. Lo que ocurre en estos casos es que la tracción que ejercen la extensiones sobre este pelo, ya debilitado, facilita su pérdida".
Si bien los últimos estudios al respecto se centran en la población africana, Antonella Tosti, del departamento de Dermatología de la Universidad de Bolonia, Italia, realizó uno en Europa que dio los mismos resultados: las extensiones atentan no sólo contra la fuerza del cabello sino también contra el brillo natural.
En este último caso, "al no airearse lo suficiente, su pelo natural pierde brillo y textura en la parte cubierta por las extensiones", señaló la especialista.
La alopecia
Federico Cardona, cirujano estético de la madrileña Clínica del Valle, explicó que "el cuerpo humano está diseñado para soportar el peso que le corresponde por cada órgano", por lo que agregar pelo atentaría contra la naturaleza capilar.
Para el especialista, la extensiones, pequeñas y finas trenzas, rulos, moños o cualquier otro elemento que se utilice en la cabeza estira el cabello con fuerza, fomentando la alopecia o pérdida del mismo en la zona traccionada. Ésta puede "ser transitoria u originar alopecia cicatricial, en la que el pelo no se recupera", agregó Vicente Marco Esteban, dermatólogo del Hospital de Torrevieja (Alicante).
En la mayoría de los casos, con dejar de utilizar elementos externos el cabello se recupera, pero si se trata de una alopecia cicatricial es necesario el tratamiento médico.
Cómo reducir los riesgos
En principio, los especialistas recomiendan tener en cuenta de qué está hecho el cabello artificial que se va a agregar. "Si las extensiones son de material sintético es muy probable que se desarrollen alergias severas, dermatitis de contacto y atrofia cutánea, lo que ensombrece aún más el pronóstico de una posible recuperación de los cabellos desprendidos", sostuvo Cardona.
Por su parte, Tosti aconsejó que las extensiones no sean más largas que la longitud del cabello natural multiplicada por dos.
"Es importante alinear las cutículas en la misma dirección del cabello natural, es decir, desde la raíz hasta las puntas. Esto facilita el peinado, minimiza los enredos y proporciona más brillo al pelo. No obstante, no recomendamos el uso de extensiones a largo plazo, especialmente si existe enfermedad del cuero cabelludo", finalizó.
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