El fuego destruyó decenas de casas y miles de hectáreas de bosques. Una ola inusual de calor, con temperaturas de más de 46º, propaga las llamas. Hay 100 desaparecidos. Es el peor episodio en su historia
El número de muertos por los voraces incendios forestales en Australia se elevó a 108 en el día de ayer, en el peor episodio de este tipo registrado en la historia del país, informó la policía.
Un foco de incendio arrasó varias localidades al norte de Melbourne el sábado por la noche, causando la muerte a personas que viajaban en sus automóviles para escapar del fuego o mientras se refugiaban en sus casas.
Cientos de viviendas quedaron destruidas y miles de bomberos aún estaban luchando el domingo por la noche contra decenas de focos en los estados sureños de Victoria y New South Wales.
La policía espera que aumente la cifra de muertos, la peor desde que 75 personas murieron en los incendios del "miércoles de cenizas" de 1983, mientras revisan las ruinas dejadas por las llamas el sábado y que seguían ardiendo al norte de la ciudad el domingo.
"Los estamos recuperando (los cadáveres) a medida que avanzamos", dijo un portavoz de la policía a Reuters.
El Gobierno puso al Ejército en alerta y estableció un fondo de ayuda de emergencia, pero también enfrenta la presión de legisladores ecologistas que han instado a que las políticas de cambio climático sean más severas para reducir el riesgo de más desastres en verano.
Según testigos, las llamas alcanzaban los cuatro pisos de altura, se extendían por el terreno como veloces ferrocarriles y dejaban brasas candentes hasta el horizonte.
"Pasó como una bala", dijo Darren Webb-Johnson, residente del pequeño poblado rural de Kinglake, a Sky TV.
"Se quemó la estación de servicio, se quemó el mercado al otro lado del camino, (explotaron) cilindros a la izquierda, derecha y el centro y el 80 por ciento del pueblo había sido consumido", agregó.
Muchas de las víctimas confirmadas estaban atrapadas en vehículos, intentado huir del infierno. La estación estatal ABC mostró imágenes de un pequeño pueblo, Marysville, destruido hasta sus cimientos.
"El infierno y su furia han visitado a la buena gente de Victoria", dijo el primer ministro australiano, Kevin Rudd, durante una visita a la región afectada.
"La nación sufre con Victoria", agregó. Los bomberos dicen que 640 casas han sido destruidas en los incendios en el estado de Victoria este fin de semana, la amplia mayoría en la zona más afectada al norte de Melbourne.
Los incendios forestales son algo común todos los años en Australia, pero actualmente una combinación de un clima abrasador, una sequía y arbustos resecos han creado las condiciones perfectas para que las llamas arrecien. Fuente: Reuters
El número de muertos por los voraces incendios forestales en Australia se elevó a 108 en el día de ayer, en el peor episodio de este tipo registrado en la historia del país, informó la policía.
Un foco de incendio arrasó varias localidades al norte de Melbourne el sábado por la noche, causando la muerte a personas que viajaban en sus automóviles para escapar del fuego o mientras se refugiaban en sus casas.
Cientos de viviendas quedaron destruidas y miles de bomberos aún estaban luchando el domingo por la noche contra decenas de focos en los estados sureños de Victoria y New South Wales.
La policía espera que aumente la cifra de muertos, la peor desde que 75 personas murieron en los incendios del "miércoles de cenizas" de 1983, mientras revisan las ruinas dejadas por las llamas el sábado y que seguían ardiendo al norte de la ciudad el domingo.
"Los estamos recuperando (los cadáveres) a medida que avanzamos", dijo un portavoz de la policía a Reuters.
El Gobierno puso al Ejército en alerta y estableció un fondo de ayuda de emergencia, pero también enfrenta la presión de legisladores ecologistas que han instado a que las políticas de cambio climático sean más severas para reducir el riesgo de más desastres en verano.
Según testigos, las llamas alcanzaban los cuatro pisos de altura, se extendían por el terreno como veloces ferrocarriles y dejaban brasas candentes hasta el horizonte.
"Pasó como una bala", dijo Darren Webb-Johnson, residente del pequeño poblado rural de Kinglake, a Sky TV.
"Se quemó la estación de servicio, se quemó el mercado al otro lado del camino, (explotaron) cilindros a la izquierda, derecha y el centro y el 80 por ciento del pueblo había sido consumido", agregó.
Muchas de las víctimas confirmadas estaban atrapadas en vehículos, intentado huir del infierno. La estación estatal ABC mostró imágenes de un pequeño pueblo, Marysville, destruido hasta sus cimientos.
"El infierno y su furia han visitado a la buena gente de Victoria", dijo el primer ministro australiano, Kevin Rudd, durante una visita a la región afectada.
"La nación sufre con Victoria", agregó. Los bomberos dicen que 640 casas han sido destruidas en los incendios en el estado de Victoria este fin de semana, la amplia mayoría en la zona más afectada al norte de Melbourne.
Los incendios forestales son algo común todos los años en Australia, pero actualmente una combinación de un clima abrasador, una sequía y arbustos resecos han creado las condiciones perfectas para que las llamas arrecien. Fuente: Reuters
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