Así lo indica una denuncia oficial de los directivo del organismo internacional, Jean Claude Legrand.
Sospecha que actuaron "redes de trata" con vínculos en Santo Domingo, capital del vecino país de República Dominicana.
"Lamentablemente hemos constatado el rapto de 15 niños en diferentes hospitales de Haití y sospechamos que han sido secuestrados por redes de trata a través de Santo Domingo", afirmó en rueda de prensa Jean Claude Legrand, asesor de protección de la infancia de Unicef.
Preguntado sobre dichos raptos y la posibilidad de que se hayan producido más, el funcionario internacional matizó que hasta la fecha tienen "evidencia" de esos casos, pero que preocupa que el fenómeno se extienda.
Legrand explicó que las redes de trata de menores existían antes del terremoto.
"Las redes existían previamente en Haití y eran bastante activas, raptando niños y entregándolos al mercado internacional de adopciones. Lo que ocurre siempre es que cuando hay una catástrofe, las redes tratan de aprovecharse de la fragilidad del Estado y de los sistemas de control", explicó Legrand.
Por ello, Unicef estableció todos los mecanismos de alerta disponibles para evitar que estos secuestros se produzcan, y está organizando el establecimiento de campos de acogida para albergar a todos los niños no acompañados.
Legrand puso énfasis en destacar que dichos menores "no son huérfanos".
Es necesario comprobar fehacientemente que no tienen ninguno de los dos progenitores, según Legrand que añadió: "De todas formas en Haití la familia es extensa y estoy seguro de que habrá familiares de esos niños que querrán adoptarlos".
El representante de Unicef en la Argentina, Andrés Franco, dijo en Radio 10 que el secuestro "es realmente algo que uno no logra concebir", y agregó que "el riesgo del tráfico es uno de los más patentes para estos chicos, incluso ya se habían coordinado unas brigadas móviles con la Policía y las tropas de las Naciones Unidas, tanto en el aeropuerto como en las fronteras con Dominicana".
Además, expresó que "el tráfico es un riesgo que hay que mitigar" y que "los criminales siempre hacen que uno realmente se asombre de la maldad que puede haber, en términos de explotar niños y niñas en situaciones de pobreza".
Unicef ha establecido hasta la fecha 20 puntos de acogida a menores no acompañados y atiende a unos 2.000 por día, pero el objetivo es poder llegar a 4.000.
Legrand, por su parte, denunció que Unicef no sólo está preocupada por la suerte de los niños, sino también de chicas jóvenes que trabajan como empleadas domésticas y que pueden ser susceptibles de caer en manos de las redes de trata de blancas.
"Son jóvenes muy vulnerables, que pueden ser presa fácil y debemos protegerlas", agregó.
El Fondo de Naciones Unidas para la Población recordó que antes del terremoto Haití era el país del mundo más peligroso para que una mujer diera a luz, una situación que se agravó tras la catástrofe.
Se calcula que hay 63.000 mujeres embarazadas que darán a luz en las próximas semanas, 7.000 de ellas solas. Las dos organizaciones alertaron, asimismo, que temen haya brotes de violencia sexual contra las mujeres. Fuente: EFE
"Lamentablemente hemos constatado el rapto de 15 niños en diferentes hospitales de Haití y sospechamos que han sido secuestrados por redes de trata a través de Santo Domingo", afirmó en rueda de prensa Jean Claude Legrand, asesor de protección de la infancia de Unicef.
Preguntado sobre dichos raptos y la posibilidad de que se hayan producido más, el funcionario internacional matizó que hasta la fecha tienen "evidencia" de esos casos, pero que preocupa que el fenómeno se extienda.
Legrand explicó que las redes de trata de menores existían antes del terremoto.
"Las redes existían previamente en Haití y eran bastante activas, raptando niños y entregándolos al mercado internacional de adopciones. Lo que ocurre siempre es que cuando hay una catástrofe, las redes tratan de aprovecharse de la fragilidad del Estado y de los sistemas de control", explicó Legrand.
Por ello, Unicef estableció todos los mecanismos de alerta disponibles para evitar que estos secuestros se produzcan, y está organizando el establecimiento de campos de acogida para albergar a todos los niños no acompañados.
Legrand puso énfasis en destacar que dichos menores "no son huérfanos".
Es necesario comprobar fehacientemente que no tienen ninguno de los dos progenitores, según Legrand que añadió: "De todas formas en Haití la familia es extensa y estoy seguro de que habrá familiares de esos niños que querrán adoptarlos".
El representante de Unicef en la Argentina, Andrés Franco, dijo en Radio 10 que el secuestro "es realmente algo que uno no logra concebir", y agregó que "el riesgo del tráfico es uno de los más patentes para estos chicos, incluso ya se habían coordinado unas brigadas móviles con la Policía y las tropas de las Naciones Unidas, tanto en el aeropuerto como en las fronteras con Dominicana".
Además, expresó que "el tráfico es un riesgo que hay que mitigar" y que "los criminales siempre hacen que uno realmente se asombre de la maldad que puede haber, en términos de explotar niños y niñas en situaciones de pobreza".
Unicef ha establecido hasta la fecha 20 puntos de acogida a menores no acompañados y atiende a unos 2.000 por día, pero el objetivo es poder llegar a 4.000.
Legrand, por su parte, denunció que Unicef no sólo está preocupada por la suerte de los niños, sino también de chicas jóvenes que trabajan como empleadas domésticas y que pueden ser susceptibles de caer en manos de las redes de trata de blancas.
"Son jóvenes muy vulnerables, que pueden ser presa fácil y debemos protegerlas", agregó.
El Fondo de Naciones Unidas para la Población recordó que antes del terremoto Haití era el país del mundo más peligroso para que una mujer diera a luz, una situación que se agravó tras la catástrofe.
Se calcula que hay 63.000 mujeres embarazadas que darán a luz en las próximas semanas, 7.000 de ellas solas. Las dos organizaciones alertaron, asimismo, que temen haya brotes de violencia sexual contra las mujeres. Fuente: EFE
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