El diario español ABC asegura que un grupo de asesores cubanos estarían relacionados con la importación de comida podrida.
El gobierno chavista compra alimentos para venderlos baratos.
De acuerdo con al diario, que cita una investigación difundida por el canal de televisión venezolano Globovisión, la figura visible de Cuba en el escándalo es la ex ministra de Comercio y miembro del Comité Central del Partido Comunista de la isla, Bárbara Castillo Cuesta.
Según la investigación que publica la cadena Globovisión, los asesores cubanos eran los que determinaban qué productos debía comprar el gobierno venezolano. La empresa mixta cubana-venezolana constituida se llama "Bolipuertos".
El presidente Hugo Chávez intentó minimizar el problema de los alimentos dañados, con la afirmación de que la cantidad encontrada representa una mínima parte de lo que el Estado importa cada año para comercializar a precios bajos a través de las redes Mercal y Pdval.
El escándalo estalló cuando se descubrieron 122.000 toneladas de alimentos descompuestos en diferentes partes de Venezuela.
La investigación asegura que asesores cubanos decidieron qué productos debía comprar el gobierno venezolano, y que "Bariven", una filial de la empresa petrolera PDVSA, era la que ejecutaba las compras internacionales con un presupuesto de 2.000 millones de dólares anuales.
La nota menciona la existencia de varias cartas con instrucciones sobre la compra de alimentos firmadas por la ex ministra cubana y dirigidas al entonces vicepresidente venezolano, Ramón Carrizales, y al ex presidente de Bariven, George Kabbul. Fuente: ABC/AP
El gobierno chavista compra alimentos para venderlos baratos.
De acuerdo con al diario, que cita una investigación difundida por el canal de televisión venezolano Globovisión, la figura visible de Cuba en el escándalo es la ex ministra de Comercio y miembro del Comité Central del Partido Comunista de la isla, Bárbara Castillo Cuesta.
Según la investigación que publica la cadena Globovisión, los asesores cubanos eran los que determinaban qué productos debía comprar el gobierno venezolano. La empresa mixta cubana-venezolana constituida se llama "Bolipuertos".
El presidente Hugo Chávez intentó minimizar el problema de los alimentos dañados, con la afirmación de que la cantidad encontrada representa una mínima parte de lo que el Estado importa cada año para comercializar a precios bajos a través de las redes Mercal y Pdval.
El escándalo estalló cuando se descubrieron 122.000 toneladas de alimentos descompuestos en diferentes partes de Venezuela.
La investigación asegura que asesores cubanos decidieron qué productos debía comprar el gobierno venezolano, y que "Bariven", una filial de la empresa petrolera PDVSA, era la que ejecutaba las compras internacionales con un presupuesto de 2.000 millones de dólares anuales.
La nota menciona la existencia de varias cartas con instrucciones sobre la compra de alimentos firmadas por la ex ministra cubana y dirigidas al entonces vicepresidente venezolano, Ramón Carrizales, y al ex presidente de Bariven, George Kabbul. Fuente: ABC/AP
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