Los ladrones se llevaron la mayoría de las láminas metálicas que recubría una estructura peatonal sobre el Río Salitre. Los vecinos pasan ahora haciendo equilibrio
Ubicada en el barrio La serena, la estructura cuenta con una rampa que comunica una ciclovía con el paso peatonal. Sin embargo, atravesar este trayecto se transformó en una experiencia sumamente peligrosa.
Julio Galindo es uno de ellos. Tiene 32 años y todas las mañanas sale en bicicleta hacia su trabajo, pero prefiere exponer su vida y cruzar la rampa del puente, porque si no lo hace, se puede retrasar más de 15 minutos para llegar a su destino.
"Sí, es peligroso. Hace más de dos meses arriesgamos la vida pasando el puente, pero hay que hacerlo, pues es la vía más rápida", aseguró para el diario El Tiempo.
El medio explica que Galindo ya es todo un experto en cruzar.
"Primero se da la bendición, se baja de la bicicleta, pone los pies con cuidado en los diminutos soportes que crean una telaraña metálica y lentamente se va desplazando hasta que logra llegar a tierra firme.
Un paso en falso le podría ocasionar una caída de casi siete metros de altura".
Los vecinos también conviven con la falta de luz y con el basurero que se formó bajo el puente. Las autoridades afirman que los mismos que se robaron las láminas del puente destrozaron las conexiones del alumbrado público. Fuente: El Tiempo.com
Ubicada en el barrio La serena, la estructura cuenta con una rampa que comunica una ciclovía con el paso peatonal. Sin embargo, atravesar este trayecto se transformó en una experiencia sumamente peligrosa.
Julio Galindo es uno de ellos. Tiene 32 años y todas las mañanas sale en bicicleta hacia su trabajo, pero prefiere exponer su vida y cruzar la rampa del puente, porque si no lo hace, se puede retrasar más de 15 minutos para llegar a su destino.
"Sí, es peligroso. Hace más de dos meses arriesgamos la vida pasando el puente, pero hay que hacerlo, pues es la vía más rápida", aseguró para el diario El Tiempo.
El medio explica que Galindo ya es todo un experto en cruzar.
"Primero se da la bendición, se baja de la bicicleta, pone los pies con cuidado en los diminutos soportes que crean una telaraña metálica y lentamente se va desplazando hasta que logra llegar a tierra firme.
Un paso en falso le podría ocasionar una caída de casi siete metros de altura".
Los vecinos también conviven con la falta de luz y con el basurero que se formó bajo el puente. Las autoridades afirman que los mismos que se robaron las láminas del puente destrozaron las conexiones del alumbrado público. Fuente: El Tiempo.com
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