El presidente de facto adelantó que no dejará el poder hasta que asuma Porfirio Lobo Sosa el próximo 27 de enero. De todas formas, no acudirá al traspaso de mando, sino que mirará la asunción por televisión
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, dijo que no renunciará a su cargo pese a las presiones de Estados Unidos y adelantó que no asistirá a la toma de posesión de Porfirio Lobo Sosa el próximo 27 de enero.
Micheletti dijo que "no hay argumento legal" para abandonar el cargo e indicó que una salida del poder sólo podría darse por una decisión del Congreso Nacional (Parlamento unicameral) que lo eligió el 28 de junio de 2009 para concluir el periodo presidencial del derrocado presidente Manuel Zelaya, arrestado por los militares que aducen que cumplían órdenes judiciales y luego lo expulsaron a Costa Rica.
El gobernante de facto habló de su salida del cargo en un espacio de Televicentro, el mayor conglomerado de televisoras de Honduras. "No voy cambiar porque venga alguien aquí a presionarnos, a menos que se haga un plebiscito y el pueblo hondureño diga lo contrario", enfatizó.
Micheletti admitió las presiones de Washington para su salida del cargo e incluso señaló la fecha deseada para su partida. "Estados Unidos desea que me retire el 15 de enero con la promesa de otorgar muchos millones de dólares de ayuda a Honduras. Sin embargo, Washington debe respetar la decisión soberana de nuestro pueblo", señaló.
Pero Micheletti comenzó a ceder un poco en cuanto a las demandas de Washington y adelantó que no asistirá a la toma de posesión de Lobo Sosa, ganador de las pasadas elecciones presidenciales hondureñas, para que no exista cuestionamientos de la comunidad internacional.
El gobernante de facto dijo que estará en Casa Presidencial observando por televisión la toma de posesión de Lobo Sosa y que luego abandonará la misma para dirigirse a su casa con su familia.
Micheletti señaló que anuncia con tiempo su ausencia para que los mandatarios que quieran asistir a la toma de posesión de Lobo Sosa y que no quieren estar con él se animen y acompañen al futuro presidente hondureño, de quien dijo no tuvo nada que ver con los acontecimientos del 28 de junio del 2009, cuando Zelaya fue depuesto del cargo.
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, dijo que no renunciará a su cargo pese a las presiones de Estados Unidos y adelantó que no asistirá a la toma de posesión de Porfirio Lobo Sosa el próximo 27 de enero.
Micheletti dijo que "no hay argumento legal" para abandonar el cargo e indicó que una salida del poder sólo podría darse por una decisión del Congreso Nacional (Parlamento unicameral) que lo eligió el 28 de junio de 2009 para concluir el periodo presidencial del derrocado presidente Manuel Zelaya, arrestado por los militares que aducen que cumplían órdenes judiciales y luego lo expulsaron a Costa Rica.
El gobernante de facto habló de su salida del cargo en un espacio de Televicentro, el mayor conglomerado de televisoras de Honduras. "No voy cambiar porque venga alguien aquí a presionarnos, a menos que se haga un plebiscito y el pueblo hondureño diga lo contrario", enfatizó.
Micheletti admitió las presiones de Washington para su salida del cargo e incluso señaló la fecha deseada para su partida. "Estados Unidos desea que me retire el 15 de enero con la promesa de otorgar muchos millones de dólares de ayuda a Honduras. Sin embargo, Washington debe respetar la decisión soberana de nuestro pueblo", señaló.
Pero Micheletti comenzó a ceder un poco en cuanto a las demandas de Washington y adelantó que no asistirá a la toma de posesión de Lobo Sosa, ganador de las pasadas elecciones presidenciales hondureñas, para que no exista cuestionamientos de la comunidad internacional.
El gobernante de facto dijo que estará en Casa Presidencial observando por televisión la toma de posesión de Lobo Sosa y que luego abandonará la misma para dirigirse a su casa con su familia.
Micheletti señaló que anuncia con tiempo su ausencia para que los mandatarios que quieran asistir a la toma de posesión de Lobo Sosa y que no quieren estar con él se animen y acompañen al futuro presidente hondureño, de quien dijo no tuvo nada que ver con los acontecimientos del 28 de junio del 2009, cuando Zelaya fue depuesto del cargo.
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