Londres . - Un equipo de investigadores de la Universidad de Tubinga (Alemania) ha desarrollado un implante ocular que ha permitido a tres pacientes ciegos ver formas y objetos a los pocos días de tratamiento, unos resultados que los propios autores califican de "espectaculares".
Y es que, según vaticinan los científicos alemanes, este dispositivo, conocido como implante sub-retiniano, podría convertirse en tratamiento estándar para los niños con ceguera por retinosis pigmentaria en unos cinco años, si los ensayos continúan arrojando resultados positivos.
El implante se coloca debajo de la retina y funciona reemplazando directamente los receptores lumínicos que se pierden como resultado de esta enfermedad.
Después de superar la etapa de detección de la luz, el dispositivo emplea las funciones de procesamiento de imágenes naturales del ojo para generar una imagen visual estable en el cerebro del afectado.
Según el estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society, un paciente ciego al que se le implantó el dispositivo logró identificar y hallar objetos colocados sobre una mesa en frente suya, además de poder caminar de forma autónoma por una sala sin tropezar.
El paciente logró incluso leer las manecillas de un reloj y diferenciar entre siete tonos de gris, indican los investigadores. Las pruebas fueron realizadas a los siete y a los nueve días después de la colocación del dispositivo.
El implante, que se ubica completamente dentro del ojo, es una pequeña lámina, de apenas tres milímetros cuadrados y un espesor de una décima de milímetro, que posee alrededor de 1.500 diminutos sensores lumínicos conectados a amplificadores y electrodos.
La retinosis pigmentaria es un trastorno ocular de origen genético que provoca ceguera y afecta a alrededor de una de cada 4.000 personas en todo el mundo. Según Eberhart Zrenner, presidente del Hospital Oftalmológico de la Universidad de Tubinga, los resultados de este ensayo son preliminares y que ahora se probaría el mecanismo en más estudios con entre 25 y 50 pacientes de Europa.
"Se ha demostrado que se les puede brindar a las personas una visión lo suficientemente útil para su vida diaria", señala Zrenner, quien, no obstante, se muestra cauteloso sobre otras posibles aplicaciones del implante.
"Si se profundiza en su desarrollo, el mecanismo algún día podría usarse para ayudar a las personas con casos graves de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), principal causa de ceguera en las personas mayores", apunta. Fuente: Reuters/EP
Y es que, según vaticinan los científicos alemanes, este dispositivo, conocido como implante sub-retiniano, podría convertirse en tratamiento estándar para los niños con ceguera por retinosis pigmentaria en unos cinco años, si los ensayos continúan arrojando resultados positivos.
El implante se coloca debajo de la retina y funciona reemplazando directamente los receptores lumínicos que se pierden como resultado de esta enfermedad.
Después de superar la etapa de detección de la luz, el dispositivo emplea las funciones de procesamiento de imágenes naturales del ojo para generar una imagen visual estable en el cerebro del afectado.
Según el estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society, un paciente ciego al que se le implantó el dispositivo logró identificar y hallar objetos colocados sobre una mesa en frente suya, además de poder caminar de forma autónoma por una sala sin tropezar.
El paciente logró incluso leer las manecillas de un reloj y diferenciar entre siete tonos de gris, indican los investigadores. Las pruebas fueron realizadas a los siete y a los nueve días después de la colocación del dispositivo.
El implante, que se ubica completamente dentro del ojo, es una pequeña lámina, de apenas tres milímetros cuadrados y un espesor de una décima de milímetro, que posee alrededor de 1.500 diminutos sensores lumínicos conectados a amplificadores y electrodos.
La retinosis pigmentaria es un trastorno ocular de origen genético que provoca ceguera y afecta a alrededor de una de cada 4.000 personas en todo el mundo. Según Eberhart Zrenner, presidente del Hospital Oftalmológico de la Universidad de Tubinga, los resultados de este ensayo son preliminares y que ahora se probaría el mecanismo en más estudios con entre 25 y 50 pacientes de Europa.
"Se ha demostrado que se les puede brindar a las personas una visión lo suficientemente útil para su vida diaria", señala Zrenner, quien, no obstante, se muestra cauteloso sobre otras posibles aplicaciones del implante.
"Si se profundiza en su desarrollo, el mecanismo algún día podría usarse para ayudar a las personas con casos graves de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), principal causa de ceguera en las personas mayores", apunta. Fuente: Reuters/EP
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