La policía cubana lo arrestó luego de cercar su casa. Otros 46 opositores sufrieron detenciones temporales con el objetivo de impedir que conmemoren el primer año del fallecimiento, ocurrido tras 85 días en huelga de hambre
"Dos oficiales lo detuvieron aquí en la casa, después que él subió a la azotea y habló contra el gobierno y recordó a Zapata", indicó la madre de Fariñas, Alicia Hernández, vía telefónica desde Santa Clara, 280 km al este de La Habana.
Tras el arresto, unas 40 personas llegaron en autobús y gritaron frente a la casa consignas a favor de los hermanos Castro y contra la oposición durante hora y media, narró la mujer.
Fariñas, Premio Sajarov 2010 y quien un día después de que murió Zapata inició un ayuno que sostuvo por 135 días, se enfrentó verbalmente a policías que vigilaban su casa, lo que desató los sucesos.
En La Habana, partidarios del régimen mantuvieron cercadas a 34 Damas de Blanco en la casa de la líder de ese grupo, Laura Pollán."¡Esta calle es de Fidel!, ¡Pin pon fuera, abajo la gusanera (oposición)", les gritaban.
Elizardo Sánchez, titular de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, confirmó el número de detenciones. Señaló que otras cincuentas personas vieron impedida la salida de sus propios hogares.
Advirtió, además, que las cifras podrían incrementarse durante la jornada, ya que la mayor parte de los actos de homenajes están previstos para horas de la tarde.
Orlando Zapata, de 43 años, murió como consecuencia de una prolongada huelga de hambre en protesta por los abusos que padecía en la cárcel. Su deceso desencadenó en las negociaciones lideradas por la Iglesia Católica para lograr la excarcelación de presos de conciencia.
Su madre, Reina Tamayo, quien frecuentemente es víctima del hostigamiento de los seguidores de los Castro y las fuerzas de seguridad, pudo visitar su tumba, en el cementerio de Banes, 820 km al este de La Habana.
En tanto, el gobierno estadounidenses afirmó que lo sucedido con Zapata demuestra la "injusticia" que padecen los prisioneros en Cuba. "Todos ellos deberían ser liberados ya, sin retraso", indicó el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.
A través de un comunicado, la administración de Barack Obama se unió "a la comunidad internacional y a la cubana en urgir al gobierno cubano a que libere de forma inmediata e incondicional a todos los presos políticos que quedan, no sólo aquellos arrestados en la primavera negra de 2003".
Crowley definió al disidente muerto como un "valeroso humanitario que falleció defendiendo un derecho humano universal, la libertad de expresión". Además "deploró" la "continuada intimidación y acoso" que sufren sus familiares.
"Ansiamos el día en que todos los cubanos puedan determinar libremente su futuro y expresar sus pensamientos y opiniones en su país sin miedo a ser detenidos o encarcelados injustamente", concluyó el funcionario estadounidense. Fuente: AFP-DPA
"Dos oficiales lo detuvieron aquí en la casa, después que él subió a la azotea y habló contra el gobierno y recordó a Zapata", indicó la madre de Fariñas, Alicia Hernández, vía telefónica desde Santa Clara, 280 km al este de La Habana.
Tras el arresto, unas 40 personas llegaron en autobús y gritaron frente a la casa consignas a favor de los hermanos Castro y contra la oposición durante hora y media, narró la mujer.
Fariñas, Premio Sajarov 2010 y quien un día después de que murió Zapata inició un ayuno que sostuvo por 135 días, se enfrentó verbalmente a policías que vigilaban su casa, lo que desató los sucesos.
En La Habana, partidarios del régimen mantuvieron cercadas a 34 Damas de Blanco en la casa de la líder de ese grupo, Laura Pollán."¡Esta calle es de Fidel!, ¡Pin pon fuera, abajo la gusanera (oposición)", les gritaban.
Elizardo Sánchez, titular de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, confirmó el número de detenciones. Señaló que otras cincuentas personas vieron impedida la salida de sus propios hogares.
Advirtió, además, que las cifras podrían incrementarse durante la jornada, ya que la mayor parte de los actos de homenajes están previstos para horas de la tarde.
Orlando Zapata, de 43 años, murió como consecuencia de una prolongada huelga de hambre en protesta por los abusos que padecía en la cárcel. Su deceso desencadenó en las negociaciones lideradas por la Iglesia Católica para lograr la excarcelación de presos de conciencia.
Su madre, Reina Tamayo, quien frecuentemente es víctima del hostigamiento de los seguidores de los Castro y las fuerzas de seguridad, pudo visitar su tumba, en el cementerio de Banes, 820 km al este de La Habana.
En tanto, el gobierno estadounidenses afirmó que lo sucedido con Zapata demuestra la "injusticia" que padecen los prisioneros en Cuba. "Todos ellos deberían ser liberados ya, sin retraso", indicó el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.
A través de un comunicado, la administración de Barack Obama se unió "a la comunidad internacional y a la cubana en urgir al gobierno cubano a que libere de forma inmediata e incondicional a todos los presos políticos que quedan, no sólo aquellos arrestados en la primavera negra de 2003".
Crowley definió al disidente muerto como un "valeroso humanitario que falleció defendiendo un derecho humano universal, la libertad de expresión". Además "deploró" la "continuada intimidación y acoso" que sufren sus familiares.
"Ansiamos el día en que todos los cubanos puedan determinar libremente su futuro y expresar sus pensamientos y opiniones en su país sin miedo a ser detenidos o encarcelados injustamente", concluyó el funcionario estadounidense. Fuente: AFP-DPA
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