Por: Johan Rosario
Héctor Acosta -El Torito para todos.- sorprendió a quienes veían la transmisión de Premios Lo Nuestro, el jueves último, al encaramarse al escenario del reconocido certamen internacional portando una banderola de luminoso fondo amarillo, en la que simplemente rezaba: 4%.
De ese modo el popular merenguero, a juicio de muchos y no sin razón el mejor intérprete criollo de los últimos tiempos, hacía causa común con la más justa campaña enarbolada por una amplia franja de dominicanos, románticos talvez, pero que aún creen posible rescatar al país de la tenebrosa pesadilla en que lo han metido los partidos que dominan el escenario nacional desde hace más de 50 años.
Por eso El Torito se creció en todos los sentidos, pues demostró que el ser humano está a la altura del artista de impecable entonación, y además que tiene coraje y valor para no siempre tener surcados sus labios por una sonrisa de acordeón, vacía de contenido e hipócrita.
Para cualquier cantante es mejor huir de temas espinosos, que despierten polarización, en el entendido de que su fama puede verse comprometida y, por vía de consecuencias, sus negocios e ingresos económicos también. Más Info. Aquí
Héctor Acosta -El Torito para todos.- sorprendió a quienes veían la transmisión de Premios Lo Nuestro, el jueves último, al encaramarse al escenario del reconocido certamen internacional portando una banderola de luminoso fondo amarillo, en la que simplemente rezaba: 4%.
De ese modo el popular merenguero, a juicio de muchos y no sin razón el mejor intérprete criollo de los últimos tiempos, hacía causa común con la más justa campaña enarbolada por una amplia franja de dominicanos, románticos talvez, pero que aún creen posible rescatar al país de la tenebrosa pesadilla en que lo han metido los partidos que dominan el escenario nacional desde hace más de 50 años.
Por eso El Torito se creció en todos los sentidos, pues demostró que el ser humano está a la altura del artista de impecable entonación, y además que tiene coraje y valor para no siempre tener surcados sus labios por una sonrisa de acordeón, vacía de contenido e hipócrita.
Para cualquier cantante es mejor huir de temas espinosos, que despierten polarización, en el entendido de que su fama puede verse comprometida y, por vía de consecuencias, sus negocios e ingresos económicos también. Más Info. Aquí
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