Regresaban de su habitual marcha dominical en La Habana. Las rodearon 200 castristas, que también insultaron a un diplomático de los Estados Unidos, que las acompañaba. Liberaron a un disidente, que permanecerá en la isla.
Por segunda vez en esta semana, las Damas de Blanco han sido el centro de un acto de acoso y hostigamiento, en el que grupos progubernamentales las calificaban de "traidoras, vendepatrias y mercenarias".
"¡Pin pon fuera, abajo la gusanera (oposición)!", gritaban los enardecidos simpatizantes de Fidel y Raúl Castro, que rodearon esta vez a una treintena de Damas, la mayoría de ellas sentadas en plena calle, en una esquina del barrio de El Vedado. La manifestación para insultarlas, conocida como un "Acto de repudio", se repite frecuentemente en Cuba.
Igual repudio recibió el segundo secretario de la Sesión de Intereses de Estados Unidos (SINA), Lowell Dale Lawton, quien acompañaba desde cierta distancia a las mujeres opositoras en su marcha.
"¡Hurón, recoge tus ratas!", le gritaron los partidarios del gobierno al diplomático, quien estaba protegido por un cordón de policías de uniforme y civil.
La Damas de Blanco, mujeres en su mayoría de mediana edad, esposas y madres de prisioneros políticos encarcelados en una redada del 2003, vestían sudaderas con la imagen de Orlando Zapata Tamayo, un prisionero político que falleció el año pasado después de 83 días en huelga de hambre.
En algunos momentos las Damas les respondieron conformando con sus dedos la letra "L", en alusión a la palabra "libertad" que acostumbran a repetir en sus actividades para reclamar la excarcelación de los presos políticos y de conciencia.
El asedio, que terminó con la salida de las mujeres en dos ómnibius, se produjo menos de 24 horas después que la televisión cubana proyectara un programa la noche del sábado, en el cual se reveló que el periodista independiente, Carlos Serpa, muy cercano a las Damas de Blanco, resultó ser un agente infiltrado de la seguridad del estado.
En sintonía con el gobierno cubano, que acusa a los disidentes de ser "mercenarios" al servicio de Washington, Serpa acusó a las Damas de Blanco de recibir financiamiento externo proveniente de grupos anticastristas de Miami, Florida, así como de la SINA y de las embajadas de Holanda, Polonia, República Checa y Suecia.
"Me atrevo a asegurar que el 80% de esos abastecimientos se hacen mediante funcionarios diplomáticos de la SINA", aclaró.
En su habitual marcha dominical por la 5ta avenida de Miramar, en el oeste de La Habana, realizada antes de que interrumpieran su recorrido, Laura Pollán, líder de las Damas, aseguró que la revelación la "sorprendió", pero descartó que pueda afectar a ese movimiento femenino opositor. "Tenemos que aprender a vivir y a luchar, con ellos (agentes infiltrados) o sin ellos", replicó.
En tanto, Diosdado González, uno de los seis del grupo de los 75 condenados en 2003 que rechazan el exilio, fue liberado este domingo. Anunció que permanecerá en la isla Fuente: AP/AFP/EFE
Por segunda vez en esta semana, las Damas de Blanco han sido el centro de un acto de acoso y hostigamiento, en el que grupos progubernamentales las calificaban de "traidoras, vendepatrias y mercenarias".
"¡Pin pon fuera, abajo la gusanera (oposición)!", gritaban los enardecidos simpatizantes de Fidel y Raúl Castro, que rodearon esta vez a una treintena de Damas, la mayoría de ellas sentadas en plena calle, en una esquina del barrio de El Vedado. La manifestación para insultarlas, conocida como un "Acto de repudio", se repite frecuentemente en Cuba.
Igual repudio recibió el segundo secretario de la Sesión de Intereses de Estados Unidos (SINA), Lowell Dale Lawton, quien acompañaba desde cierta distancia a las mujeres opositoras en su marcha.
"¡Hurón, recoge tus ratas!", le gritaron los partidarios del gobierno al diplomático, quien estaba protegido por un cordón de policías de uniforme y civil.
La Damas de Blanco, mujeres en su mayoría de mediana edad, esposas y madres de prisioneros políticos encarcelados en una redada del 2003, vestían sudaderas con la imagen de Orlando Zapata Tamayo, un prisionero político que falleció el año pasado después de 83 días en huelga de hambre.
En algunos momentos las Damas les respondieron conformando con sus dedos la letra "L", en alusión a la palabra "libertad" que acostumbran a repetir en sus actividades para reclamar la excarcelación de los presos políticos y de conciencia.
El asedio, que terminó con la salida de las mujeres en dos ómnibius, se produjo menos de 24 horas después que la televisión cubana proyectara un programa la noche del sábado, en el cual se reveló que el periodista independiente, Carlos Serpa, muy cercano a las Damas de Blanco, resultó ser un agente infiltrado de la seguridad del estado.
En sintonía con el gobierno cubano, que acusa a los disidentes de ser "mercenarios" al servicio de Washington, Serpa acusó a las Damas de Blanco de recibir financiamiento externo proveniente de grupos anticastristas de Miami, Florida, así como de la SINA y de las embajadas de Holanda, Polonia, República Checa y Suecia.
"Me atrevo a asegurar que el 80% de esos abastecimientos se hacen mediante funcionarios diplomáticos de la SINA", aclaró.
En su habitual marcha dominical por la 5ta avenida de Miramar, en el oeste de La Habana, realizada antes de que interrumpieran su recorrido, Laura Pollán, líder de las Damas, aseguró que la revelación la "sorprendió", pero descartó que pueda afectar a ese movimiento femenino opositor. "Tenemos que aprender a vivir y a luchar, con ellos (agentes infiltrados) o sin ellos", replicó.
En tanto, Diosdado González, uno de los seis del grupo de los 75 condenados en 2003 que rechazan el exilio, fue liberado este domingo. Anunció que permanecerá en la isla Fuente: AP/AFP/EFE
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