Luego de investigar la causa por la que los habitantes del Mediterráneo vivían más y presentaban baja hipertensión, menos problemas cardíacos y mejor calidad de vida, se descubrió que su alimentación tenía mucho que ver. Los sí y los no de la alimentación.
Hace muchos años se realizó un estudio, que estuvo a cargo de Ancel Keys, sobre qué pasaba con los habitantes del mediterráneo.
Ya que eran pacientes que vivían más tiempo con mejor calidad de vida. Baja hipertensión, problemas cardíacos y vida más saludable. Se descubrió que la dieta era lo que los ayudaba a tener esta calidad de vida.
Por lo que se llamó Dieta Mediterránea a una forma de alimentación que incluye el aceite de oliva como principal grasa, aceitunas, poca carne roja, mucho pescado y muchas legumbres, entre otras cosas.
Los occidentales nos manejamos con la pirámide alimenticia americana (para personas sin exceso de peso).
La dieta americana tiene como base los almidones (pan, fideos, granos), luego las frutas y verduras, en tercer lugar las proteínas y en la copa las grasas y azúcares.
La diferencia con la pirámide alimenticia americana es que la mediterránea tiene como base las legumbres, los cereales, luego las verduras y frutas, los pescados y lácteos. E incluye aceitunas y un vaso de vino diario.
El vino tiene rabesto, un fotoquímico muy beneficioso para la salud. Esta dieta es recomendable para todas las personas.
No se recomienda a personas de bajo peso que sufren de anemia por su bajo contenido de carnes rojas, fuentes de proteínas.
En el caso de embarazadas y mujeres en época de lactancia se puede realizar la dieta pero eliminando el vaso de vino.
En la dieta mediterránea se utilizan muchos productos integrales y pocas harinas blancas.
Para vegetarianos: se elimina el pescado. Si se combinan adecuadamente los alimentos no debería haber problema.
El hierro que tienen las legumbres se aprovecha en menos proporción que el que tiene las carnes, por lo que hay que combinarlo con vitamina c para fijarlo.
Los alimentos se complementan entre si, ejemplo: arroz con lentejas o arvejas. Fuente: Saludable
Hace muchos años se realizó un estudio, que estuvo a cargo de Ancel Keys, sobre qué pasaba con los habitantes del mediterráneo.
Ya que eran pacientes que vivían más tiempo con mejor calidad de vida. Baja hipertensión, problemas cardíacos y vida más saludable. Se descubrió que la dieta era lo que los ayudaba a tener esta calidad de vida.
Por lo que se llamó Dieta Mediterránea a una forma de alimentación que incluye el aceite de oliva como principal grasa, aceitunas, poca carne roja, mucho pescado y muchas legumbres, entre otras cosas.
Los occidentales nos manejamos con la pirámide alimenticia americana (para personas sin exceso de peso).
La dieta americana tiene como base los almidones (pan, fideos, granos), luego las frutas y verduras, en tercer lugar las proteínas y en la copa las grasas y azúcares.
La diferencia con la pirámide alimenticia americana es que la mediterránea tiene como base las legumbres, los cereales, luego las verduras y frutas, los pescados y lácteos. E incluye aceitunas y un vaso de vino diario.
El vino tiene rabesto, un fotoquímico muy beneficioso para la salud. Esta dieta es recomendable para todas las personas.
No se recomienda a personas de bajo peso que sufren de anemia por su bajo contenido de carnes rojas, fuentes de proteínas.
En el caso de embarazadas y mujeres en época de lactancia se puede realizar la dieta pero eliminando el vaso de vino.
En la dieta mediterránea se utilizan muchos productos integrales y pocas harinas blancas.
Para vegetarianos: se elimina el pescado. Si se combinan adecuadamente los alimentos no debería haber problema.
El hierro que tienen las legumbres se aprovecha en menos proporción que el que tiene las carnes, por lo que hay que combinarlo con vitamina c para fijarlo.
Los alimentos se complementan entre si, ejemplo: arroz con lentejas o arvejas. Fuente: Saludable
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