Al margen de cómo terminen las negociaciones entre demócratas y republicanos, la cuestión no es si habrá o no consecuencias, sino qué tan grande será el golpe.
Un fracaso en aumentar el límite de endeudamiento federal obligaría al Gobierno a recortar el gasto de inmediato y, posiblemente, provocaría una cesación de pagos, lo que aterraría a los mercados financieros y aumentaría las tasas de interés.
Si Washington alcanza un acuerdo y aumenta el límite, es probable que incluya recortes de gasto a largo plazo.
Los ajustes eliminarían estímulos gubernamentales en un momento de débil crecimiento económico y dañarían la ya debilitada recuperación, al menos en el corto plazo.
"Elige tu veneno", dice Ben Herzon, economista de Macroeconomic Advisers, una firma de pronósticos económicos, que estudió el impacto de los 2,2 billones de dólares en recortes de gastos propuestos por el líder de la mayoría del senado, el demócrata Harry Reid, y los 916 mil millones en recortes propuestos por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner. Ambos se extenderían por más de una década.
La firma calcula que el plan de Reid reduciría el crecimiento económico anual en un cuarto de punto porcentual hasta septiembre de 2015.
Y estima que el de Boehner cortaría el crecimiento anual en una décima de punto en el mismo período.
Ninguna de las dos cifras es enorme. Pero el crecimiento económico ya ha disminuido a su nivel más débil desde la recesión que terminó hace dos años.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y otros economistas están de acuerdo en que reducir las enormes deudas del gobierno es fundamental para la salud a largo plazo de la economía de los Estados Unidos. Los republicanos argumentan que los recortes se deben imponer cuanto antes.
Pero a muchos, incluyendo a Bernanke, les preocupa hacer los recortes tan pronto. Los analistas estiman que la economía creció a una tasa anual de sólo 1,7% en el trimestre abril-junio, detenida por el débil gasto del consumidor y el alto desempleo.
Se necesita un crecimiento del 2,5% sólo para evitar que aumente del desempleo, y un 5% para reducirlo de manera significativa.
Los economistas prevén una expansión sólo ligeramente más fuerte en el actual trimestre julio-septiembre.
"La economía sigue estando frágil y no puede permitirse un error de política", escribieron los economistas de Bank of America Merrill Lynch en un artículo de investigación la semana pasada.
El resultado más grave, la mayoría está de acuerdo, sería no llegar a ningún acuerdo para elevar el techo de la deuda antes de que el gobierno se quede sin dinero para pagar todas sus cuentas.
El Departamento del Tesoro dice que esa fecha es el martes. Algunos economistas consideran que es varios días después. Fuente: AP
Un fracaso en aumentar el límite de endeudamiento federal obligaría al Gobierno a recortar el gasto de inmediato y, posiblemente, provocaría una cesación de pagos, lo que aterraría a los mercados financieros y aumentaría las tasas de interés.
Si Washington alcanza un acuerdo y aumenta el límite, es probable que incluya recortes de gasto a largo plazo.
Los ajustes eliminarían estímulos gubernamentales en un momento de débil crecimiento económico y dañarían la ya debilitada recuperación, al menos en el corto plazo.
"Elige tu veneno", dice Ben Herzon, economista de Macroeconomic Advisers, una firma de pronósticos económicos, que estudió el impacto de los 2,2 billones de dólares en recortes de gastos propuestos por el líder de la mayoría del senado, el demócrata Harry Reid, y los 916 mil millones en recortes propuestos por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner. Ambos se extenderían por más de una década.
La firma calcula que el plan de Reid reduciría el crecimiento económico anual en un cuarto de punto porcentual hasta septiembre de 2015.
Y estima que el de Boehner cortaría el crecimiento anual en una décima de punto en el mismo período.
Ninguna de las dos cifras es enorme. Pero el crecimiento económico ya ha disminuido a su nivel más débil desde la recesión que terminó hace dos años.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y otros economistas están de acuerdo en que reducir las enormes deudas del gobierno es fundamental para la salud a largo plazo de la economía de los Estados Unidos. Los republicanos argumentan que los recortes se deben imponer cuanto antes.
Pero a muchos, incluyendo a Bernanke, les preocupa hacer los recortes tan pronto. Los analistas estiman que la economía creció a una tasa anual de sólo 1,7% en el trimestre abril-junio, detenida por el débil gasto del consumidor y el alto desempleo.
Se necesita un crecimiento del 2,5% sólo para evitar que aumente del desempleo, y un 5% para reducirlo de manera significativa.
Los economistas prevén una expansión sólo ligeramente más fuerte en el actual trimestre julio-septiembre.
"La economía sigue estando frágil y no puede permitirse un error de política", escribieron los economistas de Bank of America Merrill Lynch en un artículo de investigación la semana pasada.
El resultado más grave, la mayoría está de acuerdo, sería no llegar a ningún acuerdo para elevar el techo de la deuda antes de que el gobierno se quede sin dinero para pagar todas sus cuentas.
El Departamento del Tesoro dice que esa fecha es el martes. Algunos economistas consideran que es varios días después. Fuente: AP
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