Política Internacional
Tras siete años de rompimiento militar los
gobiernos de Cuba y Moscú vuelven a limar aspereza
Los gobiernos de Rusia y Cuba reactivarán la colaboración en la esfera militar, un nuevo paso de acercamiento estratégico en momentos en que ambos países intensifican sus relaciones en todos los terrenos, y justo cuando se recrudecen las tensiones entre Moscú y Washington.
Siete años después del cierre de su base de
espionaje de Lourdes, Rusia envió una importante delegación militar a
Cuba para reactivar la cooperación en defensa, en medio de un acelerado
proceso de recomposición de las relaciones bilaterales, que no excluye
ninguna esfera.
Según fuentes rusas, el jefe de los cuarteles generales de la Defensa Aérea, teniente general Alexander Maslov, visita Cuba esta semana con el propósito de "intercambiar su experiencia en organización táctica de defensa aérea y en el entrenamiento de soldados".
Además, el ministro ruso de Comunicaciones, Igor Schegoliev, llega hoy a La Habana, y en los próximos días lo hará el de Transporte, Igor Levitin.
La visita de Maslov, a Cuba, fue anunciada en Moscú, por el portavoz del Ejército de Tierra de Rusia, Igor Konashenkov, que indicó que los dos países "discutirán la perspectiva de la formación de soldados cubanos en las academias de defensa táctica aérea y en los centros de entrenamiento en Rusia".
Konashenkov, afirmó el lunes que la delegación visitará unidades de la defensa antiaérea cubana para conocer su sistema de entrenamiento y asesorar a los militares cubanos en el empleo de los sistemas de lanzamiento 'Igla' y de diversos tipos de radares.
Los militares rusos, que tenían previsto llegar ayer a La Habana, también celebrarán consultas sobre sistemas de mando, comunicación y lucha radioelectrónica, estudiarán el estado de los talleres de reparación militares y "explicarán los mecanismos de suministro de piezas de repuesto", dijo el portavoz del Ejército de Tierra Ruso.
La mayor parte del armamento cubano es de tecnología rusa, incluyendo tanques y aviones caza del tipo Mig. Por ello, pese a la ruptura política entre La Habana y Moscú, tras la desaparición de la URSS, los contactos e intercambios entre ambos ejércitos nunca desaparecieron y continuaron hasta hoy, de forma discreta y frecuente.
Se mantuvieron incluso después de que en 2001 el entonces presidente Vladimir Putin anunciara sin aviso previo a los cubanos el desmantelamiento de la base de espionaje electrónico de Lourdes, último vestigio de la presencia militar rusa desde la época de la 'crisis de los misiles', en 1962.
Las cosas hoy han cambiado. Si Moscú no esconde su interés por reactivar las relaciones con su ex aliado caribeño, en momentos de incremento de la tensión con los Estados Unidos, a raíz de su plan de crear un escudo antimisiles cerca de las fronteras rusas, para La Habana también es atractivo el reforzamiento de sus vínculos con Rusia, tanto militares como económicos, en la actual coyuntura de crisis y en vísperas de las elecciones en Estados Unidos.
Para hoy se anuncia la llegada del ministro de Comunicaciones ruso, Igor Segholiev, que suscribirá un acuerdo de cooperación con su homólogo cubano, Ramiro Valdés, y asistirá a la inauguración de la oficina de la agencia rusa Ria Novosti.
El 3 de noviembre está previsto el viaje del ministro de Transporte, Igor Levitin, quien asistirá a una feria comercial en La Habana. Y el viceprimer ministro, Igor Sechín, que en julio viajó a la isla junto al secretario del Consejo de Seguridad, general Nikolai Patrushev, podría visitar nuevamente La Habana el próximo 6 de noviembre, dijeron fuentes diplomáticas rusas. Todo indica que el desfile continuará.
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