El presidente Barack Obama, pone costo a los abusos de los altos interéses de las mayores compañías de tarjetas de crédito durante la reunión con ejecutivos de las mayores compañías de crédito.
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció una nueva ley que pondrá coto a los abusos de las firmas de tarjetas de crédito, a las que exigió, sobre todo, evitar las subidas inesperadas de los tipos de interés.
Obama se reunió con los representantes de una quincena de empresas de medios de pago para conocer su opinión sobre la marcha del sector, y anunciarles las líneas generales de la reforma en este apartado bancario que su Gobierno promoverá en el Congreso.
En el encuentro, les dejó claro que las tarjetas de crédito son "una fuente de financiación para muchos individuos y pequeños negocios que están creando empleos", por lo que merece la pena "preservar este mercado".
"Pero, queremos hacerlo de manera que eliminemos alguno de los abusos y problemas que mucha gente se encuentra. Gente que empieza con una tarjeta con un tipo de interés muy bajo y, de repente, se encuentra con que se ha duplicado con comisiones desconocidas y con unos 'términos y condiciones' que carecen de claridad y transparencia", se quejó el presidente.
El negocio de las tarjetas de crédito se ha incrementado de manera exponencial en los últimos años en EEUU, donde el pasado enero la deuda contraída mediante este medio de pago ascendía a 963.000 millones de dólares (737.931 millones de euros), según datos de la Reserva Federal (Fed o banco central).
En EEUU, más de las tres cuartas partes de la familias utilizan tarjetas de crédito, con una deuda media por familia de 7.300 dólares (5.593 euros). Una quinta parte de ellas, según datos del 2006, pagaba intereses que estaban por encima del 20%.
Con el agravamiento de la crisis, la tasa de morosidad e impago ha crecido un tercio desde finales de 2006 hasta la actualidad. Anualmente, las empresas de tarjetas recaudan 15.000 millones de dólares (11.494 millones de euros) en penalizaciones, lo que supone el 10% de todos los ingresos de la industria.
En la reunión, y en presencia de las cámaras de televisión, el presidente detalló algunas de las líneas generales de la legislación que su Gobierno promoverá, y que irá dirigida a mejorar la protección del consumidor y la responsabilidad de las empresas financieras.
Al respecto, el Gobierno buscará que se prohíban los incrementos injustos de los tipos de interés que se cobran por comprar a crédito, así como las comisiones y las penalizaciones abusivas que a veces se aplican. Los extractos que envíen las empresas de medios de pago tienen que estar escritos en un lenguaje llano y sencillo. "No más letra pequeña, no más 'términos y condiciones' confusos", dijo Obama.
El presidente también quiere que las empresas faciliten el acceso de los clientes a sus contratos, especialmente a través de Internet, y que simplifiquen los términos en los que les ofrecen nuevos productos.
Por último, la reforma debe recoger penalizaciones para las empresas que violen la ley o para aquellas prácticas que dañen las economías familiares.
Mientras se elabora esta nueva ley, varios legisladores demócratas han presentado propuestas para enmendar la legislación actual, de manera que tenga un efecto inmediato en los consumidores.
El miércoles, un comité de la Cámara de Representantes aprobó por una mayoría abrumadora una norma que reducirá las comisiones y limitará la capacidad de las empresas de medios de pago de cobrar penalizaciones.
Esta enmienda permitió incorporar a la ley las restricciones que el año pasado había adoptado la Fed, entre las que figuraba, por ejemplo, la prohibición de ofrecer tarjetas de crédito a menores de edad.
En la Cámara Alta, los senadores Charles Schumer y Chris Dodd han presentado una 'Declaración de Derechos' de los usuarios de tarjetas de créditos, en la que se obliga a las firmas, por ejemplo, a comunicar con 45 días.
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció una nueva ley que pondrá coto a los abusos de las firmas de tarjetas de crédito, a las que exigió, sobre todo, evitar las subidas inesperadas de los tipos de interés.
Obama se reunió con los representantes de una quincena de empresas de medios de pago para conocer su opinión sobre la marcha del sector, y anunciarles las líneas generales de la reforma en este apartado bancario que su Gobierno promoverá en el Congreso.
En el encuentro, les dejó claro que las tarjetas de crédito son "una fuente de financiación para muchos individuos y pequeños negocios que están creando empleos", por lo que merece la pena "preservar este mercado".
"Pero, queremos hacerlo de manera que eliminemos alguno de los abusos y problemas que mucha gente se encuentra. Gente que empieza con una tarjeta con un tipo de interés muy bajo y, de repente, se encuentra con que se ha duplicado con comisiones desconocidas y con unos 'términos y condiciones' que carecen de claridad y transparencia", se quejó el presidente.
El negocio de las tarjetas de crédito se ha incrementado de manera exponencial en los últimos años en EEUU, donde el pasado enero la deuda contraída mediante este medio de pago ascendía a 963.000 millones de dólares (737.931 millones de euros), según datos de la Reserva Federal (Fed o banco central).
En EEUU, más de las tres cuartas partes de la familias utilizan tarjetas de crédito, con una deuda media por familia de 7.300 dólares (5.593 euros). Una quinta parte de ellas, según datos del 2006, pagaba intereses que estaban por encima del 20%.
Con el agravamiento de la crisis, la tasa de morosidad e impago ha crecido un tercio desde finales de 2006 hasta la actualidad. Anualmente, las empresas de tarjetas recaudan 15.000 millones de dólares (11.494 millones de euros) en penalizaciones, lo que supone el 10% de todos los ingresos de la industria.
En la reunión, y en presencia de las cámaras de televisión, el presidente detalló algunas de las líneas generales de la legislación que su Gobierno promoverá, y que irá dirigida a mejorar la protección del consumidor y la responsabilidad de las empresas financieras.
Al respecto, el Gobierno buscará que se prohíban los incrementos injustos de los tipos de interés que se cobran por comprar a crédito, así como las comisiones y las penalizaciones abusivas que a veces se aplican. Los extractos que envíen las empresas de medios de pago tienen que estar escritos en un lenguaje llano y sencillo. "No más letra pequeña, no más 'términos y condiciones' confusos", dijo Obama.
El presidente también quiere que las empresas faciliten el acceso de los clientes a sus contratos, especialmente a través de Internet, y que simplifiquen los términos en los que les ofrecen nuevos productos.
Por último, la reforma debe recoger penalizaciones para las empresas que violen la ley o para aquellas prácticas que dañen las economías familiares.
Mientras se elabora esta nueva ley, varios legisladores demócratas han presentado propuestas para enmendar la legislación actual, de manera que tenga un efecto inmediato en los consumidores.
El miércoles, un comité de la Cámara de Representantes aprobó por una mayoría abrumadora una norma que reducirá las comisiones y limitará la capacidad de las empresas de medios de pago de cobrar penalizaciones.
Esta enmienda permitió incorporar a la ley las restricciones que el año pasado había adoptado la Fed, entre las que figuraba, por ejemplo, la prohibición de ofrecer tarjetas de crédito a menores de edad.
En la Cámara Alta, los senadores Charles Schumer y Chris Dodd han presentado una 'Declaración de Derechos' de los usuarios de tarjetas de créditos, en la que se obliga a las firmas, por ejemplo, a comunicar con 45 días.
El presidente Obama exige evitar las subidas inesperadas de los tipos de interéses de antelación cualquier subida de los tipos de interés en la compra a crédito. Fuente: EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario