Los testículos rosados del personaje de tira cómica "Pezweon" fueron considerados "amorales" por la oficina de derechos de autor de Perú, que negó a los creadores del popular dibujo registrar su creación como marca
A modo de parodia de la popular expresión peruana "pues, huevón", interjección utilizada para finalizar frases en la jerga peruana, sus creadores diseñaron un "pez huevón" con imponentes genitales, cara inexpresiva y trazo infantil.
El publicista Carlos Banda y la diseñadora Andrea Tataje dieron a luz su "Pezweon" en unas tiras de cómic publicadas en Internet, y un año después ya aparece en soportes como "pins", camisetas y un libro de viñetas del pez, del cual se han vendido 3.000 ejemplares.
Sólo en Facebook el "Pezweon" tiene 28.000 seguidores.
Ante el éxito de la tira cómica, los dos jóvenes creadores decidieron curarse en salud y registrar tanto los derechos de autor como la marca ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) y así evitar la posible piratería.
"Con los derechos de autor no hubo mayor problema. Pero con la solicitud de marca sí. Después de varios meses sin respuesta, no nos aceptaron el pedido. Decían que atentaba contra la moral y las buenas costumbres", explicó en entrevista con Efe Banda, quien dice estar aún sorprendido.
El origen del personaje está directamente ligado a la animadversión de Banda, publicista de 25 años, a las matemáticas.
"Yo detesto las matemáticas, y en el último día de clases estábamos por terminar y me acerqué a la pizarra, dibujé un pez con testículos y dije: 'Esto ya fue, Pezweon'. A partir de ahí nace el personaje, las historietas, todo", narró Banda.
El joven peruano se unió a su amiga Tataje y comenzaron a crear historietas en torno al personaje, tras lo que no tardó en llegar el éxito en una exposición de "stickers" (calcomanías) en Lima y el inicio de las andanzas en la red del pez de grandes atributos.
Poco tiempo después la editorial Norma se interesó por el personaje y publicó un libro que recoge sus tiras ("Las aventuras del Pezweon"), del que ya se ha vendido casi el 60 por ciento de la tirada.
Banda reconoce ser el primer sorprendido porque alguien encuentre ofensiva su creación, sobre todo cuando ni las decenas de miles de seguidores en Internet ni los compradores de libros o camisetas se habían sentido heridos antes por la imponente masculinidad del personaje.
"Yo creo que el Pezweon no ofende, porque va dirigido a cierto sector de la población, es para gente joven.
Hay revistas pornográficas en la calle y eso no quiere decir que atentan contra la fe de la gente. Algunos lo consumen y otros no. A los únicos que les ha resultado ofensiva es a los de Indecopi", afirmó Banda.
En sus aventuras, al "Pezweon" se le ha visto desde en bares hasta en escuelas, ejerciendo como profesor, siempre con su imperturbable mirada vacía y en unas breves tiras cómicas que repiten siempre un mismo esquema: la presentación de una situación que finaliza con un personaje interpelando al protagonista.
En una de sus aventuras, el protagonista conduce un taxi y no se detiene ante un cliente, a lo que éste le grita "¡¡Para, Pezweon!!"; en otra, el pez suelta una ventosidad mientras mira televisión junto a unos amigos, a lo que estos le recriminan: "¡¡No seas cochino, Pezweon!!". Fuente: EFE
A modo de parodia de la popular expresión peruana "pues, huevón", interjección utilizada para finalizar frases en la jerga peruana, sus creadores diseñaron un "pez huevón" con imponentes genitales, cara inexpresiva y trazo infantil.
El publicista Carlos Banda y la diseñadora Andrea Tataje dieron a luz su "Pezweon" en unas tiras de cómic publicadas en Internet, y un año después ya aparece en soportes como "pins", camisetas y un libro de viñetas del pez, del cual se han vendido 3.000 ejemplares.
Sólo en Facebook el "Pezweon" tiene 28.000 seguidores.
Ante el éxito de la tira cómica, los dos jóvenes creadores decidieron curarse en salud y registrar tanto los derechos de autor como la marca ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) y así evitar la posible piratería.
"Con los derechos de autor no hubo mayor problema. Pero con la solicitud de marca sí. Después de varios meses sin respuesta, no nos aceptaron el pedido. Decían que atentaba contra la moral y las buenas costumbres", explicó en entrevista con Efe Banda, quien dice estar aún sorprendido.
El origen del personaje está directamente ligado a la animadversión de Banda, publicista de 25 años, a las matemáticas.
"Yo detesto las matemáticas, y en el último día de clases estábamos por terminar y me acerqué a la pizarra, dibujé un pez con testículos y dije: 'Esto ya fue, Pezweon'. A partir de ahí nace el personaje, las historietas, todo", narró Banda.
El joven peruano se unió a su amiga Tataje y comenzaron a crear historietas en torno al personaje, tras lo que no tardó en llegar el éxito en una exposición de "stickers" (calcomanías) en Lima y el inicio de las andanzas en la red del pez de grandes atributos.
Poco tiempo después la editorial Norma se interesó por el personaje y publicó un libro que recoge sus tiras ("Las aventuras del Pezweon"), del que ya se ha vendido casi el 60 por ciento de la tirada.
Banda reconoce ser el primer sorprendido porque alguien encuentre ofensiva su creación, sobre todo cuando ni las decenas de miles de seguidores en Internet ni los compradores de libros o camisetas se habían sentido heridos antes por la imponente masculinidad del personaje.
"Yo creo que el Pezweon no ofende, porque va dirigido a cierto sector de la población, es para gente joven.
Hay revistas pornográficas en la calle y eso no quiere decir que atentan contra la fe de la gente. Algunos lo consumen y otros no. A los únicos que les ha resultado ofensiva es a los de Indecopi", afirmó Banda.
En sus aventuras, al "Pezweon" se le ha visto desde en bares hasta en escuelas, ejerciendo como profesor, siempre con su imperturbable mirada vacía y en unas breves tiras cómicas que repiten siempre un mismo esquema: la presentación de una situación que finaliza con un personaje interpelando al protagonista.
En una de sus aventuras, el protagonista conduce un taxi y no se detiene ante un cliente, a lo que éste le grita "¡¡Para, Pezweon!!"; en otra, el pez suelta una ventosidad mientras mira televisión junto a unos amigos, a lo que estos le recriminan: "¡¡No seas cochino, Pezweon!!". Fuente: EFE
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