La Sociedad Chilena de Pediatría valora el hallazgo, pero mantiene su recomendación de evitar la TV en los niños.
La tradición científica ha sido más bien implacable con la televisión y en general la considera un factor de riesgo en el desarrollo de los niños. De ahí que organismos como la Academia Estadounidense de Pediatría o nuestra local Sociedad Chilena de Pediatría recomienden que los niños menores de dos años no se expongan a esta pantalla.
Por eso, que un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard concluya que la televisión no provoca efectos positivos ni negativos en los niños menores de tres años representa un giro en este debate.
La investigación fue hecha en 872 niños menores de 3 años. En promedio, los pequeños vieron casi una hora de TV al día a los seis meses y 1,4 hora al día para cuando tuvieron dos años. Y tras evaluarlos a los seis meses y a los tres años, no hubo evidencia de efectos en ningún sentido.
“Al contrario de la percepción de los padres de que ver televisión beneficia el desarrollo del cerebro de sus niños, no descubrimos evidencia de un beneficio cognitivo durante los primeros dos años de vida”, escribió Marie Schmidt, quien hizo el estudio con colegas de la escuela de medicina de Harvard.
Pero tampoco hubo evidencia de efectos negativos. Y este aspecto aperturista es el que valora Valerio Fuenzalida, investigador del área y académico de la Universidad Católica. Fuenzalida explica que este no es el primer estudio en esa línea, pero que sea de Harvard le da mayor resonancia.
“Un canal con contenidos preparados especialmente para menores de dos años podría ser un gran aporte. Por eso, no soy de la idea de suprimir la televisión, pero sí de hacer buenos contenidos”.
La pediatra Valeria Rojas, neuróloga infantil y presidenta del comité de medios y salud de la Sociedad de Pediatría de Chile, dice que si bien los datos son “tranquilizadores”, hay que leer estos resultados teniendo en cuenta el sesgo cortoplacista de la investigación.
“Esto da un pequeño alivio, pero sólo hasta los tres años. Yo supongo que ellos van a seguir investigando a este grupo de niños y tendremos que ver qué pasa con ellos cuando estén en edad escolar y después como adultos”, dice Rojas.
Según la pediatra, el trabajo de Harvard no echa por tierra “todos los otros innumerables estudios que avalan la recomendación de que ojalá los menores de dos años tengan la menor exposición posible a la televisión. Nosotros como Sociedad Chilena de Pediatría apoyamos eso y seguiremos haciéndolo”.
Para Rojas sería mucho mejor que los padres ocuparan el tiempo que dedican a la televisión a estimular a sus hijos sin ella. Además, “en estas edades se forman los hábitos para el futuro”, advierte la pediatra, enumerando riesgos como el consumismo, la obesidad y un menor rendimiento escolar. Fuente: Univ. de Harvard
La tradición científica ha sido más bien implacable con la televisión y en general la considera un factor de riesgo en el desarrollo de los niños. De ahí que organismos como la Academia Estadounidense de Pediatría o nuestra local Sociedad Chilena de Pediatría recomienden que los niños menores de dos años no se expongan a esta pantalla.
Por eso, que un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard concluya que la televisión no provoca efectos positivos ni negativos en los niños menores de tres años representa un giro en este debate.
La investigación fue hecha en 872 niños menores de 3 años. En promedio, los pequeños vieron casi una hora de TV al día a los seis meses y 1,4 hora al día para cuando tuvieron dos años. Y tras evaluarlos a los seis meses y a los tres años, no hubo evidencia de efectos en ningún sentido.
“Al contrario de la percepción de los padres de que ver televisión beneficia el desarrollo del cerebro de sus niños, no descubrimos evidencia de un beneficio cognitivo durante los primeros dos años de vida”, escribió Marie Schmidt, quien hizo el estudio con colegas de la escuela de medicina de Harvard.
Pero tampoco hubo evidencia de efectos negativos. Y este aspecto aperturista es el que valora Valerio Fuenzalida, investigador del área y académico de la Universidad Católica. Fuenzalida explica que este no es el primer estudio en esa línea, pero que sea de Harvard le da mayor resonancia.
“Un canal con contenidos preparados especialmente para menores de dos años podría ser un gran aporte. Por eso, no soy de la idea de suprimir la televisión, pero sí de hacer buenos contenidos”.
La pediatra Valeria Rojas, neuróloga infantil y presidenta del comité de medios y salud de la Sociedad de Pediatría de Chile, dice que si bien los datos son “tranquilizadores”, hay que leer estos resultados teniendo en cuenta el sesgo cortoplacista de la investigación.
“Esto da un pequeño alivio, pero sólo hasta los tres años. Yo supongo que ellos van a seguir investigando a este grupo de niños y tendremos que ver qué pasa con ellos cuando estén en edad escolar y después como adultos”, dice Rojas.
Según la pediatra, el trabajo de Harvard no echa por tierra “todos los otros innumerables estudios que avalan la recomendación de que ojalá los menores de dos años tengan la menor exposición posible a la televisión. Nosotros como Sociedad Chilena de Pediatría apoyamos eso y seguiremos haciéndolo”.
Para Rojas sería mucho mejor que los padres ocuparan el tiempo que dedican a la televisión a estimular a sus hijos sin ella. Además, “en estas edades se forman los hábitos para el futuro”, advierte la pediatra, enumerando riesgos como el consumismo, la obesidad y un menor rendimiento escolar. Fuente: Univ. de Harvard
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