Los representantes del gobierno de facto de Roberto Micheletti y del depuesto presidente hondureño retomarán las negociaciones mañana. La restitución de Zelaya a la Presidencia será el eje de la reunión.
Las negociaciones en Honduras para poner fin a la crisis política que vive el país desde hace tres meses se reanudarían el martes con el álgido tema de la restitución de Manuel Zelaya, que mantiene dividido al país, dijo el domingo un representante del mandatario.
Representantes del gobierno de facto y de Zelaya mantuvieron reuniones la semana pasada en las que lograron un acercamiento para resolver el conflicto derivado del golpe de Estado del 28 de junio, cuando militares sacaron a Zelaya a punta de pistola y lo expulsaron del país.
La primera ronda de diálogo, auspiciada por la OEA, acabó el viernes y delegados de ambas partes dijeron haber tenido avances sustantivos, pero aún está pendiente abordar la restitución del depuesto líder, el tema más espinoso de las negociaciones.
Juan Barahona, uno de los líderes populares que representa a Zelaya en las conversaciones, dijo que la segunda ronda, programada para el martes, se reanudaría con ese punto.
"Vamos a entrar con ese tema que es la restitución, el martes es un día fundamental", dijo Barahona a periodistas. Luego añadió: "Ahí vamos a ver si hay voluntad por parte de los golpistas en devolver el poder al presidente Zelaya".
El gobierno de facto se ha negado rotundamente hasta ahora a devolver el poder y dice que si Zelaya sale de la embajada brasileña, donde permanece refugiado desde hace tres semanas, será arrestado por violaciones a la Constitución.
Zelaya es acusado de violar la ley al intentar realizar una consulta popular que abriera paso a la reelección presidencial, algo que detractores e incluso correligionarios vieron como un intento de perpetuarse en el poder influenciado por su aliado, el presidente venezolano Hugo Chávez.
Las conversaciones en Tegucigalpa están basadas en una propuesta denominada "Acuerdo de San José", del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que incluye como punto central la restitución Zelaya.
La restitución es exigida no sólo por sus partidarios, sino también por la comunidad internacional, que aisló diplomáticamente a Honduras y le cerró fuentes de asistencia financiera tras el golpe.
Las negociaciones en Honduras para poner fin a la crisis política que vive el país desde hace tres meses se reanudarían el martes con el álgido tema de la restitución de Manuel Zelaya, que mantiene dividido al país, dijo el domingo un representante del mandatario.
Representantes del gobierno de facto y de Zelaya mantuvieron reuniones la semana pasada en las que lograron un acercamiento para resolver el conflicto derivado del golpe de Estado del 28 de junio, cuando militares sacaron a Zelaya a punta de pistola y lo expulsaron del país.
La primera ronda de diálogo, auspiciada por la OEA, acabó el viernes y delegados de ambas partes dijeron haber tenido avances sustantivos, pero aún está pendiente abordar la restitución del depuesto líder, el tema más espinoso de las negociaciones.
Juan Barahona, uno de los líderes populares que representa a Zelaya en las conversaciones, dijo que la segunda ronda, programada para el martes, se reanudaría con ese punto.
"Vamos a entrar con ese tema que es la restitución, el martes es un día fundamental", dijo Barahona a periodistas. Luego añadió: "Ahí vamos a ver si hay voluntad por parte de los golpistas en devolver el poder al presidente Zelaya".
El gobierno de facto se ha negado rotundamente hasta ahora a devolver el poder y dice que si Zelaya sale de la embajada brasileña, donde permanece refugiado desde hace tres semanas, será arrestado por violaciones a la Constitución.
Zelaya es acusado de violar la ley al intentar realizar una consulta popular que abriera paso a la reelección presidencial, algo que detractores e incluso correligionarios vieron como un intento de perpetuarse en el poder influenciado por su aliado, el presidente venezolano Hugo Chávez.
Las conversaciones en Tegucigalpa están basadas en una propuesta denominada "Acuerdo de San José", del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que incluye como punto central la restitución Zelaya.
La restitución es exigida no sólo por sus partidarios, sino también por la comunidad internacional, que aisló diplomáticamente a Honduras y le cerró fuentes de asistencia financiera tras el golpe.
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