Mañana volverán a reunirse los delegados del presidente de facto, Roberto Micheletti, y del depuesto mandatario.
Allegados al Gobierno inconstitucional dijeron que "la salida de la crisis puede ser muy rápida", pero los zelayistas aseguraron que el punto más conflictivo, la restitución de Zelaya en la Presidencia, aún debe ser tratado.
Delegados del presidente de facto de Honduras Roberto Micheletti y del derrocado Manuel Zelaya reiniciarán el martes las conversaciones para lograr una salida pacífica a la crisis política hondureña que se desató a finales de junio.
La prensa de Honduras destaca - de acuerdo a los dichos de ambas partes - que hay acuerdos hasta en un 60% de los puntos, como la formación de un gobierno de unidad nacional, amnistía política y la formación de comisiones de verificación, tal como lo plantea el "Acuerdo de San José", propuesto por el presidente costarricense Oscar Arias para poner fin a la crisis.
Vilma Morales, una de las negociadoras en representación de Micheletti, admitió la tarde del lunes a la cadena radial HRN que "estamos cerca (de un acuerdo), la salida puede ser muy rápida".
Sin embargo, las partes son realistas en cuanto a que no hay una salida fácil, tal como lo planteó el dirigente sindical y delegado negociador en nombre de Zelaya, Juan Barahona, quien destacó que todavía no se ha puesto en la mesa el tema central que es la restitución de Manuel Zelaya en la Presidencia de Honduras.
Asimismo, Barahona ha señalado que de parte del grupo que él representa, que son organizaciones sindicales y de izquierda, está el tema de la convocatoria a una asamblea constituyente, lo cual es rechazado por los delegados de Micheletti.
Barahona ha adelantado que no firmará ningún acuerdo que no incluya el llamado a la constituyente y que si es pasado por alto y Zelaya es restituido al día siguiente volverán con el tema.
Las negociaciones cargan con el plazo dado por Zelaya en cuanto a que debe ser restablecido el jueves 15 de octubre. De lo contrario, exige que se le extienda por tres meses su mandato presidencial que vence el 27 de enero del 2010.
La exigencia de Zelaya rompería el orden constitucional, lo cual es rechazado por los candidatos presidenciales que concurrirán a las elecciones el próximo 29 de noviembre.
En ese sentido, Morales dijo que no se deben establecer plazos y dejó por sentado que las negociaciones no concluirán antes del jueves, como plantea Zelaya y sus delegados.
Para Morales lo importante es que "estamos nacionalizando" el diálogo, haciendo referencia a que el mismo ocurre entre los delegados de Micheletti y Zelaya en territorio hondureño y no afuera como ocurrió en las primeras iniciativas que fueron en Costa Rica bajo la mediación de Arias.
Delegados del presidente de facto de Honduras Roberto Micheletti y del derrocado Manuel Zelaya reiniciarán el martes las conversaciones para lograr una salida pacífica a la crisis política hondureña que se desató a finales de junio.
La prensa de Honduras destaca - de acuerdo a los dichos de ambas partes - que hay acuerdos hasta en un 60% de los puntos, como la formación de un gobierno de unidad nacional, amnistía política y la formación de comisiones de verificación, tal como lo plantea el "Acuerdo de San José", propuesto por el presidente costarricense Oscar Arias para poner fin a la crisis.
Vilma Morales, una de las negociadoras en representación de Micheletti, admitió la tarde del lunes a la cadena radial HRN que "estamos cerca (de un acuerdo), la salida puede ser muy rápida".
Sin embargo, las partes son realistas en cuanto a que no hay una salida fácil, tal como lo planteó el dirigente sindical y delegado negociador en nombre de Zelaya, Juan Barahona, quien destacó que todavía no se ha puesto en la mesa el tema central que es la restitución de Manuel Zelaya en la Presidencia de Honduras.
Asimismo, Barahona ha señalado que de parte del grupo que él representa, que son organizaciones sindicales y de izquierda, está el tema de la convocatoria a una asamblea constituyente, lo cual es rechazado por los delegados de Micheletti.
Barahona ha adelantado que no firmará ningún acuerdo que no incluya el llamado a la constituyente y que si es pasado por alto y Zelaya es restituido al día siguiente volverán con el tema.
Las negociaciones cargan con el plazo dado por Zelaya en cuanto a que debe ser restablecido el jueves 15 de octubre. De lo contrario, exige que se le extienda por tres meses su mandato presidencial que vence el 27 de enero del 2010.
La exigencia de Zelaya rompería el orden constitucional, lo cual es rechazado por los candidatos presidenciales que concurrirán a las elecciones el próximo 29 de noviembre.
En ese sentido, Morales dijo que no se deben establecer plazos y dejó por sentado que las negociaciones no concluirán antes del jueves, como plantea Zelaya y sus delegados.
Para Morales lo importante es que "estamos nacionalizando" el diálogo, haciendo referencia a que el mismo ocurre entre los delegados de Micheletti y Zelaya en territorio hondureño y no afuera como ocurrió en las primeras iniciativas que fueron en Costa Rica bajo la mediación de Arias.
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