El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Baltazar Porras, manifestó su consternación por la orden de arresto contra el presidente de Globovisión y su hijo. "Una sociedad democrática debe ser plural", señalóEl presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Baltazar Porras, dijo estar consternado por la orden de aprehensión dictada contra el presidente del canal opositor al chavismo Globovisión, Guillermo Zuloaga, y su hijo, Guillermo Zuloaga Siso.
Según sostuvo, este tipo de medidas no contribuye con el clima de convivencia y justicia que debe existir en un país. "Una sociedad democrática debe ser plural", señaló el religioso.
Monseñor Porras remarcó que los poderes públicos deben estar al servicio de la población y no de un interés particular.
Guillermo Zuloaga y su hijo fueron acusados por la presunta comisión de los delitos de usura genérica y agavillamiento, aunque la oposición y varias entidades internacionales de periodismo aseguraron que se trata de una persecución política por sus opiniones contrarias el gobierno.
De hecho, el presidente venezolano, Hugo Chávez, la semana pasada se quejó públicamente porque el empresario mediático estaba libre a pesar de haberlo acusado de la represión del 11 de abril de 2002.
Desde Globovisión, en tanto, Alberto Ravell, miembro del directorio, denunció que la orden de detención contra obedece a "la misma táctica chavista de siempre: tapar un escándalo con otro" y que su objetivo es esconder "los hechos de corrupción".
ana, monseñor Baltazar Porras, dijo estar consternado por la orden de aprehensión dictada contra el presidente del canal opositor al chavismo Globovisión, Guillermo Zuloaga, y su hijo, Guillermo Zuloaga Siso.
Según sostuvo, este tipo de medidas no contribuye con el clima de convivencia y justicia que debe existir en un país. "Una sociedad democrática debe ser plural", señaló el religioso.
Monseñor Porras remarcó que los poderes públicos deben estar al servicio de la población y no de un interés particular.
Guillermo Zuloaga y su hijo fueron acusados por la presunta comisión de los delitos de usura genérica y agavillamiento, aunque la oposición y varias entidades internacionales de periodismo aseguraron que se trata de una persecución política por sus opiniones contrarias el gobierno.
De hecho, el presidente venezolano, Hugo Chávez, la semana pasada se quejó públicamente porque el empresario mediático estaba libre a pesar de haberlo acusado de la represión del 11 de abril de 2002.
Desde Globovisión, en tanto, Alberto Ravell, miembro del directorio, denunció que la orden de detención contra obedece a "la misma táctica chavista de siempre: tapar un escándalo con otro" y que su objetivo es esconder "los hechos de corrupción". Fuente: Reuters/IB
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