La secretaria de Estado llega a tierras mexicanas para un encuentro bilateral con su homóloga Patricia Espinosa.
El tema central será la lucha contra el crimen organizado y la inmigración ilegal de centroamericanos.
El encuentro se comenzará este lunes 24 de enero en la ciudad de Guanajuato, 370 km al noroeste de la capital mexicana, un escenario elegido por las funcionarias para establecer un diálogo informal.
La agenda oficial de la reunión incluye los temas de competitividad, cambio climático, desarrollo de la infraestructura en la frontera común y colaboración contra el crimen organizado.
Pero previsiblemente será este último punto donde se centren las discusiones, ante la creciente preocupación de los Estados Unidos, por la violencia de los carteles de la droga en México, donde se han registrado más de 34 mil asesinatos en los últimos cuatro años "Ciertamente es una amenaza a la seguridad nacional" estadounidense, admitió el viernes en Washington el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Aunque no se esperen grandes anuncios, los gobiernos buscan con la reunión "mantener el impulso en la cooperación" y "asegurarse de que la burocracia esté haciendo lo que se supone para cumplir con los compromisos", estimó a AFP el analista Andrew Selee.
Esta visita de Clinton, su tercera a México, se produce en medio de una escalada de la violencia, y una retórica más dura de Washington -la propia secretaria de Estado dijo en septiembre que veía "señales de insurgencia" en el país vecino-.
De hecho, las funcionarias se reunirán tras conocerse cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks, que entre otras cosas mostraron la desconfianza de Washington por el papel de los militares mexicanos en la lucha antidrogas, lo que produjo el malestar del presidente Felipe Calderón, que incluso increpó a su par Barack Obama.
Existe una "tensión" entre los dos países: México considera que los Estados Unidos no hace todo lo que puede en la lucha contra el narcotráfico y Washington confía en Calderón pero duda de su capacidad para coordinar los esfuerzos, estimó Selee.
"No hay un enfrentamiento abierto, pero hay una tensión subyacente en la relación", explicó el director del Instituto México del centro de análisis Woodrow Wilson de Washington.
En la línea del frente de la estrategia de los Estados Unidos, está la Iniciativa Mérida, un plan de 1.300 millones de dólares lanzada en 2007 para luchar contra el crimen organizado en México, y un reforzamiento de la frontera para frenar el flujo de armas y dinero que desde su territorio nutren a los carteles.
Pero falta mayor voluntad política y una política realmente seria de Washington, indicó Michael Shifter, presidente del Diálogo Americano.
El gobierno de Obama "habla de una responsabilidad compartida, pero no se ve mucha mejora en el terreno todavía en cuanto al flujo de armas y dinero" y otros temas como la disminución de la demanda de drogas en Estados Unidos, aseguró Shifter.
"La retórica está muy bien pero otra cosa es tomar los pasos necesarios para mejorar la situación y esto implica enfrentarse con algunos intereses políticos" en Estados Unidos, como el poderoso lobby que se opone a cualquier regulación a la venta de armas, agregó.
Otro tema que probablemente se tratará el lunes será el migratorio, muy importante para México. Obama no ha podido cumplir con su promesa de una reforma migratoria en los Estados Unidos, donde viven 11 millones de indocumentados, gran parte de ellos mexicanos. Fuente: IBD
El tema central será la lucha contra el crimen organizado y la inmigración ilegal de centroamericanos.
El encuentro se comenzará este lunes 24 de enero en la ciudad de Guanajuato, 370 km al noroeste de la capital mexicana, un escenario elegido por las funcionarias para establecer un diálogo informal.
La agenda oficial de la reunión incluye los temas de competitividad, cambio climático, desarrollo de la infraestructura en la frontera común y colaboración contra el crimen organizado.
Pero previsiblemente será este último punto donde se centren las discusiones, ante la creciente preocupación de los Estados Unidos, por la violencia de los carteles de la droga en México, donde se han registrado más de 34 mil asesinatos en los últimos cuatro años "Ciertamente es una amenaza a la seguridad nacional" estadounidense, admitió el viernes en Washington el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Aunque no se esperen grandes anuncios, los gobiernos buscan con la reunión "mantener el impulso en la cooperación" y "asegurarse de que la burocracia esté haciendo lo que se supone para cumplir con los compromisos", estimó a AFP el analista Andrew Selee.
Esta visita de Clinton, su tercera a México, se produce en medio de una escalada de la violencia, y una retórica más dura de Washington -la propia secretaria de Estado dijo en septiembre que veía "señales de insurgencia" en el país vecino-.
De hecho, las funcionarias se reunirán tras conocerse cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks, que entre otras cosas mostraron la desconfianza de Washington por el papel de los militares mexicanos en la lucha antidrogas, lo que produjo el malestar del presidente Felipe Calderón, que incluso increpó a su par Barack Obama.
Existe una "tensión" entre los dos países: México considera que los Estados Unidos no hace todo lo que puede en la lucha contra el narcotráfico y Washington confía en Calderón pero duda de su capacidad para coordinar los esfuerzos, estimó Selee.
"No hay un enfrentamiento abierto, pero hay una tensión subyacente en la relación", explicó el director del Instituto México del centro de análisis Woodrow Wilson de Washington.
En la línea del frente de la estrategia de los Estados Unidos, está la Iniciativa Mérida, un plan de 1.300 millones de dólares lanzada en 2007 para luchar contra el crimen organizado en México, y un reforzamiento de la frontera para frenar el flujo de armas y dinero que desde su territorio nutren a los carteles.
Pero falta mayor voluntad política y una política realmente seria de Washington, indicó Michael Shifter, presidente del Diálogo Americano.
El gobierno de Obama "habla de una responsabilidad compartida, pero no se ve mucha mejora en el terreno todavía en cuanto al flujo de armas y dinero" y otros temas como la disminución de la demanda de drogas en Estados Unidos, aseguró Shifter.
"La retórica está muy bien pero otra cosa es tomar los pasos necesarios para mejorar la situación y esto implica enfrentarse con algunos intereses políticos" en Estados Unidos, como el poderoso lobby que se opone a cualquier regulación a la venta de armas, agregó.
Otro tema que probablemente se tratará el lunes será el migratorio, muy importante para México. Obama no ha podido cumplir con su promesa de una reforma migratoria en los Estados Unidos, donde viven 11 millones de indocumentados, gran parte de ellos mexicanos. Fuente: IBD
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