Cables de la diplomacia estadounidense relatan sobornos y cobros de comisiones por parte de funcionarios castristas y afirman que algunas dependencias están manejadas por mafias.Una serie de reportes enviados desde La Habana al Departamento de Estado estadounidense, y dados a conocer por el diario El País, muestra el modo en que la corrupción se ha instalado en el régimen de los Castro como práctica natural.
A través de testimonios, anécdotas y datos, la información revela el cobro de comisiones ilegales, los sobornos y otras operaciones de similar índole se dan en dependencias estatales, algunas de las cuales están prácticamente operadas por mafias.
Pero además, según los cables, esas prácticas "reinan" en la sociedad, ya que buena parte de los habitantes de la isla trabaja para empresas del Estado, provocando que "corrupción y robo sea la misma cosa".
Sectores como el turismo, el transporte, la construcción y la distribución de alimentos son los más proclives a incurrir en ese tipo de delitos, precisan los informes.
Sobre los funcionarios implicados en actos de corrupción, los cables filtrados por WikiLeaks indican que no son tanto los miembros de la elite del Partido Comunista, sino dirigentes más pragmáticos que han encontrado un lugar dentro del poder del régimen.
Y como uno de los ejemplos se cita el caso del ex ministro de Turismo Ibrahin Ferradaz, quien fue destituido en 2004. También el general Julio Cesar Regueiro es "ampliamente rumoreado como corrupto".
"La corrupción en Cuba es una herramienta de supervivencia aceptada. Los cubanos ganan una media de 18 dólares al mes, y los mandos medios policiales perciben esa cantidad", destaca uno de los cables, fechado en 2009.
Entre las muchas historias que ilustran las prácticas ilegales en la sociedad cubana se destaca el pago de comisiones en el rubro de la construcción, sobornos a un funcionario para conseguir un empleo en una gasolinera 'que a su vez permite contrabandear combustible' o en el sector turístico 'en el que se gana dinero extra con las propinas'.
También ocurren esos delitos entre los encargados de entregar mercancías, que piden las "credenciales revolucionarias" para asignar los productos.
Los policías, por su parte, son famosos por aceptar sobornos, indica uno de los reportes. "Son tan corruptos que el gobierno renueva las filas del cuerpo con reclutas no maleados del Este (de la isla).
Pero a medida que el tiempo pasa, las nuevas plantillas llegan a ser tan corruptas como las antiguas, y hay que incorporar otra nueva tanda para reemplazarles", explica.
La información agrega autoridades toleran las corruptelas de supervivencia hasta cierto punto, pero cuando saben de desvíos importantes actúan con severidad. Fuente: IBD
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