El flamante mandatario prometió trabajar para reconciliar al pueblo. Por primera vez en la historia, se realizó una transición de mando entre dos gobiernos democráticos. Su mayor desafío será la reconstrucción post terremoto.
Michel Martelly fue investido ante unos 2.000 invitados en una ceremonia que se realizó en un edificio provisional -construído con maderas- ante las ruinas del palacio presidencial destruido por un devastador terremoto en enero de 2010.
El presidente número 56 del país, sucesor de René Préval quien no se pudo presentar para una reelección por motivos constitucionales, afirmó que para él fue "un día histórico".
El jefe saliente de la misión de la ONU para Haití, la Minustah, Edmond Mulet, destacó que "por primera vez en la historia de Haití un presidente elegido democráticamente entrega el poder a otro presidente elegido también democráticamente".
Con esta asunción se pone fin a una crisis política por el poder, aunque el nuevo mandatario tendrá que enfrentarse a grandes retos como la reconstrucción de un país dividido políticamente y destruido por el sismo que dejó más de 220.000 muertos, seguido de una epidemia de cólera meses después.
Más de un millón de haitianos se quedaron sin hogar y cientos de miles siguen viviendo en campamentos provisionales. La comunidad internacional prometió ayuda por 10.000 millones de dólares pero la mayor parte aún no llegó al país.
Martelly, un populista de derecha cuyos planes de gobierno siguen sin estar claros, no llegó con facilidad a la presidencia pese a su alta popularidad.
En el primer turno de las presidenciales en noviembre, marcada por el caos y el fraude, la comisión electoral lo situó en tercer lugar detrás de la ex primera dama Mirlande Manigat y el candidato del partido gobernante, Jude Celestin, por lo que debía ser excluido de la segunda vuelta.
Sin embargo, tras las protestas y la violencia desatada a continuación, una misión revisora de la Organización de Estados Americanos (OEA) determinó que el candidato oficialista debía ser descalificado.
El músico disputó el ballottage el 20 de marzo. Su victoria sólo fue oficial un mes después, con el 67% de los votos.
Durante su gobierno, el partido de Preval y Celestin, Inite, tendrá la mayoría en el Parlamento. Los expertos temen que la falta de mayoría limiten sus oportunidades de implementar las medidas necesarias para la reconstrucción de Haití.
De los actos participaron los presidentes de la República Dominicana, Leonel Fernández; de Honduras, Porfirio Lobo, el ex mandatario de los Estados Unidos, Bill Clinton -quien es el enviado especial de la ONU para Haití-, así como la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, en representación de España. Fuente: DPA
Michel Martelly fue investido ante unos 2.000 invitados en una ceremonia que se realizó en un edificio provisional -construído con maderas- ante las ruinas del palacio presidencial destruido por un devastador terremoto en enero de 2010.
El presidente número 56 del país, sucesor de René Préval quien no se pudo presentar para una reelección por motivos constitucionales, afirmó que para él fue "un día histórico".
El jefe saliente de la misión de la ONU para Haití, la Minustah, Edmond Mulet, destacó que "por primera vez en la historia de Haití un presidente elegido democráticamente entrega el poder a otro presidente elegido también democráticamente".
Con esta asunción se pone fin a una crisis política por el poder, aunque el nuevo mandatario tendrá que enfrentarse a grandes retos como la reconstrucción de un país dividido políticamente y destruido por el sismo que dejó más de 220.000 muertos, seguido de una epidemia de cólera meses después.
Más de un millón de haitianos se quedaron sin hogar y cientos de miles siguen viviendo en campamentos provisionales. La comunidad internacional prometió ayuda por 10.000 millones de dólares pero la mayor parte aún no llegó al país.
Martelly, un populista de derecha cuyos planes de gobierno siguen sin estar claros, no llegó con facilidad a la presidencia pese a su alta popularidad.
En el primer turno de las presidenciales en noviembre, marcada por el caos y el fraude, la comisión electoral lo situó en tercer lugar detrás de la ex primera dama Mirlande Manigat y el candidato del partido gobernante, Jude Celestin, por lo que debía ser excluido de la segunda vuelta.
Sin embargo, tras las protestas y la violencia desatada a continuación, una misión revisora de la Organización de Estados Americanos (OEA) determinó que el candidato oficialista debía ser descalificado.
El músico disputó el ballottage el 20 de marzo. Su victoria sólo fue oficial un mes después, con el 67% de los votos.
Durante su gobierno, el partido de Preval y Celestin, Inite, tendrá la mayoría en el Parlamento. Los expertos temen que la falta de mayoría limiten sus oportunidades de implementar las medidas necesarias para la reconstrucción de Haití.
De los actos participaron los presidentes de la República Dominicana, Leonel Fernández; de Honduras, Porfirio Lobo, el ex mandatario de los Estados Unidos, Bill Clinton -quien es el enviado especial de la ONU para Haití-, así como la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, en representación de España. Fuente: DPA
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